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-¡No puedo hacerlo!

- Sunoo, sí puedes.

-¡No puedo!

Sunoo se escondía en el baño, se supone que hoy sería el día de su declaración, pero a última hora se había retractado, con la excusa de que no podía hacerlo.

- Kim Sunoo, vas a salir, vas a ir con el príncipe Park y le vas a confesar que estás enamorado de él y que lo quieres para toda la vida.

Sunoo abrió la puerta, asomándose.

-¿Crees que pueda hacerlo?

- Eres Kim Sunoo, el chico que se ha peleado con más de cinco alfas siendo un omega, ¿qué no puedes hacer?

Sunoo soltó una sonrisa nasal, Jungwon siempre lo animaba.

- Está bien.

- Vamos. Enrolló su brazo con el del Omega.- Ya te tengo ideas de lugares para que salgan a citas.





                                 ♡♡⁠♡




Sunghoon se encontraba en los establos, pasando a saludar a los caballos, tenía tiempo que no los veía.

El olor dulzon a caramelos hizo que dejara de acariciar a los cabellos y se voltease a ver al dueño de tal aroma.

Vio como Sunoo lo veía desde la puerta del establo.

—¿Tienes miedo de pasar? — Le preguntó divertido.

- La verdad es que me dan miedo los caballos. -Confesó, mirando sus manos avergonzado.

-¿En serio? - El alfa se acercó a Sunoo, quien asintió.- ¿Por eso es que no vienes para acá?

Sunoo volvió a asentir, muy pocas personas sabían de su raro miedo a los caballos.

-Me parecen bonitos y todo, pero me gusta más verlos de lejos.

Sunghoon rió, tomando al omega por la cintura.

- Vaya, el omega pateoalfastresmil le tiene miedo a indefensos caballos.

-¿Indefensos? Si la mayoría no pueden estar juntos sin querer matarse. -Se defendió.

El alfa le tomo la mano dejando un besito en esta, para luego entrelazarla  con la suya.

-¿Quieres caminar un rato? - El omega asintió.

Mientras van hasta el jardín, el omega le explicaba el porque le tenia pavor a los caballos.

-¿Desde siempre?

-Sí, cuando era chiquito estuve al lado de un caballo que casi se pelea con otro que estaba al lado, me asusté mucho, desde ahí les tengo pavor. Se que suena tonto, te puedes reír.

-Si me sorprendió, pero no como para reirme. — Le dijo.

- Sunghoon. - El omega se detuvo justo debajo de un árbol de cerezo.

-¿Qué sucede?

El omega tomo las manos del alfa, quien lo veía confundido esperándote una respuesta.

—¿Tú... quieres ser mi novio?

El Principe y El Sirviente  || Sungsun Donde viven las historias. Descúbrelo ahora