De pequeña, tal vez cuando merodeaba los 7 u 8 años de edad, era una total romántica empedernida. Y aquella faceta mía fue siguiéndome hasta 10 años después, y lo que soy ahora es igual e incluso más intensificado a lo que era en ese entonces. Recuerdo que me fascinaban las telenovelas que mi madre observaba en la televisión cuando tenía sus días libres. Yo me sentaba en el piso en una esquina del sillón fingiendo dormitar para que no me mandara a otra habitación, pues las telenovelas tenían muchas escenas no aptos para chiquilines, como lo era yo claramente, je je.Adoro a los personajes que demuestran el amor infinito que tienen por las protagonistas. Me encanta cuando lo demuestran con actos muy locos y que te hagan replantearte el «¿por qué eso no me ocurre a mi?», bueno, creo que es la atracción que el mundo del cine programa antes de publicarlo. Que todo supere las expectativas del espectador.
Por ello estoy aquí, gustosa, observando una de las tantas películas de romance que me gusta mirar cuando es un día helado en fin de semana, como hoy, sábado. Son las 14 horas y mi madre iba llegando de su turno con Camila colgada de su brazo, había decidido dejarla en casa de mis abuelos, lo cual le agradezco, pues entre semana me ahorraba el tener que llevarla a la escuela.
—¡Keith!— la pequeña morena corrió a mi encuentro para darme un efusivo abrazo.
—Creí que nunca vendrían— me dirigí a mi madre.
Ella suspiró.
—Se nota..— soltó, sarcástica— Ni siquiera te molestaste en llamar para saber de nuestro paradero.
Puse los ojos en blanco sintiendo el sabor amargo de que ya había llegado a arruinarme mi tarde de películas románticas.
—Quizás porque ya me supuse que pasaste por Camila en casa de mis abuelos— señalé.
—Entonces no sé ni para qué lo dices. Creí que nunca vendrían— imitó mi forma de hablar tildándome de tonta.
Bajé la mirada a Camila, ella me observaba atenta, quizás escuchando todo para luego recriminar de que siempre nos peleamos en su presencia. Así que no dije nada más y le sonreí.
—Una semana sin verte Camila, ¿como es posible?.
Observe de reojo como mi madre se alejaba del salón sin otra palabra más que decir, y lo agradecí.
—Deberías de ir conmigo la próxima vez. ¡Abuela Lidia hace unos pastelitos estupendos!. Me dijo que a la próxima debes de ir si o si.
—Mhm.. lo pensaré.
Camila puso los ojos en blanco mientras se dejaba caer a mi lado.
—Siempre lo piensas y nunca decides nada positivo. Lo tomaré como un no.
Reí dándole cosquillas para hacer pasar el mal comentario.
—¿Que ves?— inquirió señalando la televisión.
En donde se reproducía 365 Días.
EN LA ESCENA DEL YATE.
DEMONIOS.
—Nada— apagué el televisor tan rápido como Camila pestañeando una sola vez.
—Mhm..— se nota que estaba dudando hasta de su existencia.
—Si, je je.. mhm... ejem..— comencé a repiquetear mis dedos sobre el control remoto, sin saber que decir a continuación, cuando el sonido de mi teléfono me sacó de aquella incomodidad.
wheeler21_: ¿Nos vemos en 5?.
¿5 minutos?, EN 5 MINUTOS APENAS LLEGARÉ A MI HABITACIÓN PARA ALISTARME.
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Tuilsom
Teen FictionESTA HISTORIA SERÁ CORTA, CONTIENE UN POCO DE HUMOR, ANTICIPO QUE ESTO ES UNA NOVELA JUVENIL, SI BIEN TENDRÁ CONTENIDO SEXUAL EXPLÍCITO NO ESPEREN A QUE HAYA PROFUNDIDAD EN LA TRAMA. SOLO ES PARA PURO ENTRETENIMIENTO, POR ESO SERÁ CORTA. PERO LES PR...