Parte Final

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Draco se encuentra de pie frente a su tienda. En la acera, en pleno invierno, Draco lleva abrigo, guantes y bufanda, todas de tela gruesa, y unos amuletos para mantener el calor corporal. Sube su bufanda para proteger un poco más su rostro de las fuertes ráfagas de viento. Una cosa sobre Draco es que es bastante friolento. Y la única razón por la cual está en la intemperie tiene nombre y apellido. Harry Potter-Malfoy.

Han pasado unos cuantos días desde aquella difícil conversación que tuvo con Harry, luego de su desayuno/almuerzo.

Al comienzo Draco se mostraba un poco inseguro de como abordar la situación. Así que había comenzado por lo más obvio.

- "¿Saliste temprano del ministerio?"

Viéndolo ahora es bastante obvio que solo trataba de retrasar lo inevitable.

- La verdad, pedí el día libre. Luego de que habláramos me disculpé con Cho por haberla hecho venir en vano, y le explique que debía irse. Te esperé por algún tiempo, pero...

- Lo siento - había interrumpido Draco, sin verlo a los ojos, muy consciente de que no estuvo bien. Ni para Harry. Ni para él mismo.

- Esta bien, cariño. Puedo entender que necesitabas espacio - dijo Harry tomando la mano de Draco por encima de la mesa del comedor.

Draco apretó su agarre.

- No, no lo está. Te preocupé innecesariamente, con una nota avisando que estaría fuera, hubiese sido suficiente - dijo Draco viendo directamente a los ojos de Harry, mucho más seguro esta vez. Quería que notara lo sincero que estaba siendo. - Y por eso, lo siento.

Harry sonrió tiernamente.

- Gracias. Piénsalo, es solo otra cosa que debemos implementar. "Notas de aviso"- Harry simula escribir al aire, y luego archivar la "nota".

Con sus payasadas había hecho reír a Draco. A Harry se le ilumina la mirada al verlo, orgulloso de haber causado su carcajada.

- Como te decía, luego de saber que no llegarías coloqué un pequeño hechizo de alarma, este me alertaría de tu llegada. - Harry detuvo su relato al ver el gesto de sorpresa del otro.

- ¿No lo notaste? - supuso.

Draco se encoge de hombros.

- Eres un mago decente. Y estaba bastante cansado.

- Ujum - dijo Harry lacónicamente. Y continuó:

- Después, fui por Red flu a Malfoy Manor hasta tu llegada.

En ese momento, Draco volvió a interrumpir.

- ¿¡Qué!? Discutimos, y eres tú el que va a casa de MIS padres.

Harry había sonreído engreído. Secretamente a Draco le encantaba que Harry se llevara tan bien con sus padres. Tomando en cuenta el comienzo difícil que habían tenido. Todos sus miedos en conjunto por como tomarían la noticia, de su relación, sus seres queridos.

Pronto Harry le contaría que, en realidad, cuando Harry llegó bastante desorientado a la mansión, su madre no se encontraba. Quien lo recibió fue el padre de Draco, Lucius. Este apenas lo vio supo que algo estaba mal. Se saludaron, Lucius le preguntó si alguno corría peligro mortal y... ya. Harry subió al cuarto de soltero de Draco. Donde dedicó toda la noche a buscar zonas turísticas, adecuadas para una celebración de tal magnitud.

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