33.

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Fue una gran cosa, realmente lo fue, Felix se encontraba sentado en la vereda, apoyado contra la pared de un negocio mientras un fanático tuvo la simpatía de cubrirle la cabeza con su abrigo para que nadie pudiera tomarle fotos en su estado de pánico, de hecho, sus fanáticos hicieron un círculo a su alrededor mientras la policía llegó al igual que su manager, que sin duda alguna sabía que estaba en grandes problemas.

Le costó mucho calmarse, no quería moverse de allí y no podía detener su llanto, el manager Jun intentó hablar con él, pero solo pudo decir—quiero a Jieun—en un sollozo lastimoso.

Jieun tenía su día libre, pero no dudo en correr hacia allí, tal vez llegó 45 minutos después, pero llegó y los fanáticos finalmente pudieron regresar a sus casas porque Jieun le tomó de la mano y se acomodó debajo del abrigo para mirarle a los ojos.

—lamento haber llegado tarde—su manager susurró con tristeza—esto se hizo demasiado grande, Pirichan, vayamos a casa ¿Sí?

Asintió todavía con un nudo en la garganta y con los ojitos llenos de lágrimas, Jieun le llevó hasta la van y luego regresó hacia los fanáticos para pedirles sus datos y regresar el abrigo.

—muchas gracias por cuidarla—ella dijo, inclinándose—me haré cargo a partir de ahora.

Seungmin fue directo a la policía, Jun fue despedido de inmediato, aunque tal vez no había sido realmente su culpa ¿Quién iba a pensar que en esa cuadra que Yongbok tenía que caminar acabaría en un intento de secuestro?

Un miembro del staff condujo mientras Jieun se mantenía abrazándole—está bien, estoy aquí—ella susurró con preocupación.

—no soy así de débil—murmuró entre lágrimas—pero no sé qué pasó.

Jieun tenía sus dedos enredados en el cabello rubio de Yongbok, le besó la frente, intentando calmarle—no eres débil, Yongbok, acabas de vivir una situación horrible, nadie podría haberlo manejado.

Pero yo sí, pensó Felix, soy un profesional, soy un espía, estoy capacitado para todo tipo de situaciones fuertes y arriesgadas, puedo manejar un secuestro, o al menos pensó que podía.

—deberíamos ir al medico—Jieun estaba hablando por llamada con un superior mientras Sooyoung y Seulgi abrazaban a Yongbok en el sofá.—esto es demasiado, necesita un psicólogo, tuvo un ataque de pánico, estuvo más de una hora hecha un ovillo en plena vereda con fanáticos alrededor de ella, esto es... es demasiado.

¿Una hora? No pareció tanto tiempo, sumido en su histeria Felix pensó que habían sido apenas unos minutos.

Alguien tocó el timbre y las cuatro se asustaron, Jieun cortó y fue a revisar, suspiró al ver que solo era Seungmin—es puppy—ella dijo, abriendo la puerta.

El productor entró sin mirar mucho a las demás, fue rápidamente hacia Yongbok, revisándole—¿Estás bien? ¿Te lastimaron? ¿Te duele algo?

—estoy bien ahora—dijo bajito Felix, sintiendo extraño el abrazo arrebatado que Seungmin le dió, el productor enredó los dedos en su cabello rubio y se mantuvo abrazándole con fuerza.

Felix se relajó en su toque y permaneció con el rostro contra su pecho—a partir de ahora tendrás un guardaespaldas que estará contigo en todo momento, las tres van a tener un guardaespaldas cada una—finalmente dijo, separándose y mirándole—no voy a aceptar un no por respuesta.

El rubiecito de pecas asintió al igual que sus compañeras.

—puedo hacerme cargo de ellas, ponerles un guardaespaldas todo el día es un poco—Jieun susurró, en realidad le parecía una buena idea, pero con un tipo 24/7 detrás de ellas no habría manera de que Yongbok pudiera ver a Hyunjin.

Idol yongbok hyunlix Donde viven las historias. Descúbrelo ahora