Querido Build;
Hoy te sentaste conmigo en el receso. Me sentí emocionado.
Me regalaste un fósforo junto a un diente de león.
—Hoy te quiero mostrar un poco más de mí —me dijiste con una pequeña sonrisa.
En ese momento no lo entendí.
Ahora sí. Eres tan efímero como la llama de aquel fosforo, pero a la vez, tan delicado como ese diente de león.
El balance perfecto.