Mi corazón se detuvo, en aquella milésima de segundo que al latino le bastó para jalar el gatillo ya me había abalanzado sobre su cuerpo, logrando que perdiera el equilibrio y cayera de lleno al suelo. La bala impactó en una de las blancas paredes del salón, pensar que aquel disparo estuvo cerca de ser en la sien de Louis me ponía los pelos de punta.
Un aliviado suspiro escapó de entre mis labios, el rostro atónito de todos los presentes me llevó a poner nuevamente los pies sobre la tierra. Era como si mis oídos estuvieran completamente cubiertos, a la lejanía podía oír las maldiciones constantes de Gabriel, decidí ignorarlas, solo podía concentrar mi mirada en aquel moreno que aún se notaba en shock por la situación, pronto su expresión cambió, una queja estruendosa de su parte fue lo único que oí antes de que los matones de García tomaran mis brazos con fuerza, arrastrándome hacia atrás.
Lo último que pude ver fue a Louis siendo golpeado en la cabeza con la culata de un arma tras intentar levantarse y atacar a aquellos matones, luego de eso todo se volvió negro.— ¿Qué se supone que haga contigo?
Esas palabras resonaron en mis oídos, me tomó unos segundos abrir mis ojos, y algunos más en acostumbrarme al nuevo escenario.
Estaba recostada en el capó de un coche, podía sentir el frío de las calles calar entre mis prendas ensangrentadas.
No tardé demasiado en encontrarme aquel desagradable rostro en frente, Gabriel Garcia, un definitivo dolor de trasero.
—Dejarme ir no creo que sea una opción —la rabia ayudó a que levantara lo suficiente la parte superior de mi cuerpo como para escupir en su rostro, tras eso mi espalda cayó sobre el capó nuevamente, evité el retorcerme por el dolor que pronto golpeó mi abdomen. Había olvidado mi reciente caída.
Aquel chico limpió su rostro mientras reía.
—Definitivamente no lo es, me divierte tenerte aquí, sin mencionar la cantidad de dinero que pagué por ese bello rostro —su mano se detuvo en mi mejilla, rápidamente la volteé, no quería ser tocada por ese imbécil. —Tengo opciones, Clementine, de tu comportamiento dependerá cuál de ellas escogeré, puede que incluso decida salvar tu vida —dejé que hablara, mi único pensamiento era encontrar una manera de escapar.
—Jefe, debe ver esto —aún no entendía cómo era posible que personas siguieran a ese idiota fielmente, simplemente hay cosas que nadie puede explicar. Finalmente Gabriel dejó su puesto a mi lado, no sin antes mostrar una expresión de desagrado en su rostro.—Está loco por ti —oí a Mariana entre risas, ambas sentadas en su cama, yo trenzando su cabello mientras ella seguía hablándome del enamoramiento que su hermano siempre había tenido conmigo, según ella.
—No sabes de qué hablas, niña —respondí mientras suavemente jalé su cabello a modo de broma, —pero tienes razón en no prestarle atención, es un idiota al igual que sus nuevos amigos —aquel comentario llamó mi atención, es cierto que Gabe había estado pasando el tiempo con nuevas personas, no todas de buena reputación.Me manejé para voltearme a pesar del dolor, necesitaba tener una mejor vista del lugar dónde me encontraba si quería buscar alguna manera de escapar. Las amarras en mis manos no ayudaban demasiado en mi idea.
— ¿En qué piensas, linda? —un nuevo personaje se apoyó en el coche, no tenía demasiado interés en saber quién era, nadie que estuviera con Garcia era de mi real interés, sin embargo, la voz de ese chico se me hacía extrañamente conocida.
—¿Ya no hablas? curioso viniendo de ti, coletas —volvió a hablar, lo suficiente como para permitirme identificar quién era, Carl Grimes.hola !! si ok ódienme, sé que han pasado años, pero he vuelto y con ideass, quiero darle el final que merece a esta historia ya que lleva un lugarcito en mi corazón, al igual que todos quienes se han tomado el tiempo de leerla, sabrán pronto de mí. <3
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one night,, clouis
FanfictionLos cerdos del gobierno aceptaron la propuesta, la depuración anual, en donde podías liberar tu alma y purificarte. Clementine jamas le dio importancia a aquella festividad tan repugnante, aunque todo cambiaría cuando se entere de un secreto que sus...