Capítulo 5:
Rin caminaba junto a Sesshomaru y Jaken por el extenso bosque, buscando un lugar para descansar durante su viaje. Repentinamente, el sonido del agua fluyendo llegó a sus oídos, indicando que había un río cercano.
-Amo bonito, Rin está cansada, temo que no podemos seguir, ella necesita descansar. -dijo Jaken mientras miraba con preocupación a Rin, notando su cansancio.
Sesshomaru asintió ligeramente y señaló hacia el sonido del agua.
-Junto al río, parece un buen lugar. -dijo de manera algo indiferente, pero aún así, accediendo a la petición de Jaken.
Comenzaron a adentrarse aún más en el bosque, siguiendo el sonido cada vez más fuerte del río, cuando, repentinamente se escuchó algo chocando de lleno con el agua, pues se escuchaba como algo cayendo. Rin rápidamente se adelantó unos pasos y llegó a la orilla del río. Sus ojos se abrieron sorprendidos al ver el cuerpo de una mujer sumergida en el agua.
-¡Señor Sesshomaru, Jaken, hay una mujer aquí! ¡Tenemos que ayudarla! -exclamó Rin con urgencia mientras se acercaba al agua.
Sesshomaru y Jaken aceleraron el paso y se unieron a Rin en la orilla del río. Sesshomaru observó a la mujer en el agua con su típica mirada impasible, mientras que Jaken frunció el ceño.
-¡Es peligroso, Rin! ¡No te acerques! -advirtió Jaken mientras intentaba agarrar el brazo de Rin para detenerla, pero sus palabras cayeron en oídos sordos.
Rin, decidida a ayudar, se arrodilló en el borde del río y extendió su mano, tratando de empujar suavemente el cuerpo de la mujer hacia la orilla. Sesshomaru y Jaken, aún preocupados por su seguridad, no se atrevieron a interferir con sus acciones.
La mujer, que hasta ahora parecía inconsciente, reaccionó repentinamente al sentir el suave contacto de Rin. Con un movimiento brusco, abrió los ojos y sujeto la mano de Rin, buscando algo de apoyo para salir del agua.
Rin se sorprendió por la fuerza imprevista de la mujer, pero no se dejó intimidar. Con determinación, tiró hacia atrás y logro sacarla del agua, llevándola suavemente hasta la orilla.
La mujer tosió y recuperó el aliento mientras miraba agradecida a Rin. Sus ojos se encontraron por un breve momento y, en ese instante, Rin pudo ver la tristeza y el sufrimiento en ellos, la mujer parecía estar en un conflicto interno.
-Señor Sesshomaru, Jaken, ¿quién es ella? -preguntó buscando alguna respuesta en sus compañeros.
Sesshomaru, manteniendo su aura fría e imperturbable, simplemente observó a la mujer mientras Jaken se acercaba a ella cautelosamente.
-Es Kikyo. -murmuró Jaken con algo de asombro, reconociendo a la famosa sacerdotisa.
"¿Qué hará el amo bonito ahora que ella se encuentra con nosotros?" Pensó para sus adentros mientras miraba de reojo a la sacerdotisa, desconfiando de ella.
Rin, a pesar de la falta de respuestas claras, no pudo evitar sentir empatía hacia Kikyo. Se acercó a ella con gentileza y la ayudo a ponerse de pie.
-Está bien, no tengas miedo, nosotros te ayudaremos. -dijo la pequeña Rin con su característica dulzura, brindando apoyo a la sacerdotisa.
-Estás herida. -habló Rin mientras observaba el brazo de la sacerdotisa.
La niña extendió un pequeño pañuelo que llevaba con ella y limpio parte de la herida. Kikyo, aún débil y temblorosa, agradeció a Rin su ayuda con una sonrisa triste pero genuina. Sus ojos vidriosos mostraban la gratitud que sentía hacia la niña, pero también reflejaban una profunda melancolía.
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Baila conmigo. [KagKik]
RomansaKagome se encontraba admirando una espléndida danza en una noche hermosa. Jamás hubiera imaginado que aquel momento desencadenaría una serie de eventos que cambiarían su vida por completo, y todo gracias a Kikyo.