Sally Face 30 días OTP •• [†Sally x Travis†]•• (Pausado)

†Día #2

Caricias/Toques en cualquier lado
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Era un día como otro en el instituto de Nockfell. Todo aburrido, como siempre. Los chicos estaban soportando las horrendas clases de Parkenthon. Un peliazul dormido y un rubio aturdido por la voz de la señora. Los minutos pasaban y pasaban... Nada nuevo sucedía, todo era... tan... ¿repetitivo?. Siempre es la misma rutina... Despertar, vestirse, quizás desayunar e irse al colegio, regresar, cenar y dormir. Una y otra vez... Pero siempre está ese rayito de sol que te ilumina el alma... En el próximo mes son los exámenes finales, así que sería un alivio para todos... En fin... El rubio de tez morena estaba mirando a la nada, pensado y pensando. Se cuestiona muchas cosas en el momento, preguntas... dudas... confusión, todo es demasiado loco...

—¡Phelps! —La señora golpeó su pupitre para que se saliera de sus pensamientos y rápidamente se fue al pupitre de Sal, e hizo lo mismo— ¡Fisher! Están mi clase, no voy a permitir tal falta de respeto de ambos.

Travis miró confuso...

Pero si solo estaba mirando por la ventana... esta gente de hoy no entiende el concepto de tranquilidad... Es estresante.

—¿A-Ah? Pro-profesora, ¡lo siento!.

Reí ante su manera estúpida de disculparse.

—Sal, si te veo dormido de nuevo en mi clase, me aseguraré de que nunca más vuelvas a dar Matemáticas en tu vida. ¿Entendido?.

—¡S-Si señorita!

¿Señorita?

—¡Y tú! —Apuntó hacia mí— Los ojos en la libreta ¿ok? —Dijo dando golpes sobre mi cuaderno de trabajo—

—Ajá... —Respondí cortante—

La señora se volteó y siguió con su clase de mierda.

••†~†••

En fin... hora del recreo...

Yo disfrutaba de mi pan, y viene este a molestar...

—Travis.

—Que quieres, fenómeno.

—Hey, tranquilo, hoy te voy a hacer compañía. —Se sentó a mi lado y puso su bandeja a un lado—

—Si, como sea. ¿Tu novio no se molesta? —Reí entre dientes—

—Jeje, ya basta con eso. Larry es mi mejor amigo.

—Como sea, mariquita —Le dí un mordisco a mi pan—

Nos quedamos un rato en silencio, cuando escucho de nuevo su voz.

—Oye... y...

—¿Si?

—¿De veras no te duele el ojo? —Apuntó con su dedo—

—¿A qué viene eso? —Reí entre dientes—

—Solo que... De veras, parece doler.

—La verdad es que no.

Me miró curioso el moretón y paso el dedo pulgar por mi ojo. No pude evitar ponerme nervioso.

—¿Q-Que haces?.

Permaneció en silencio y siguió frotando delicadamente con sus dedos mi ojo hinchado. Noté que estaba demasiado cerca.

—Ya basta.

—Oh, lo siento. ¿Te lastimé?.

—Ehh... no. Es molesto.

—Oh... Bueno... —Este acarició la cabeza del contrario, despeinando su cabello— Jajaja.

—¡Sal! —Dijo este peinándose nuevamente— Hijo de- —Me callé rápidamente y suspiré— Ya basta.

Definitivamente... este momento se sentía incómodo de algún modo.

Yo me quedé mirando al suelo y recordando lo que pasó hace dos días. Me sentí... indiferente... tenía una sensación rara formada en mi pecho.

No se qué tiempo pasó mientras pensaba, pero cuando me di cuenta, ya Sal se había ido de mi lado y se incorporó con sus amigos nuevamente. Esa sensación de soledad volvió... se sentía bien...