Cartas de un psicópata

carta 8 - Un amor de otra época

¡Tú eres mi poesía!
Tú eres la razón por la cual intento expresar lo que siento con palabras increíbles, eres la razón por la cual escribo sobre amor. Tú eres mi poesía, eres eso que hace de mis escritos tan hermosos, eres ese sentimiento tan inefable.

Eres la princesa en mi historieta aunque está vez soy el villano. Somos como Romeo y Julieta morimos por algo cercano, estamos destinados a estar juntos como todos los principes y princesas de cuentos de hadas. Somos el amor que tanto busco Charles Bukowski, somos el amor plantado en los poemas de Benedetti, somos el amor que tanto inspiro a Da Vinci. Moriré como Romeo al creer que ya no estarás conmigo porque no estaría preparado para vivir sin ti.

Era una tarde de invierno creo que estaba lloviendo y tú llegaste justo a tiempo solo para regalarme luz. Se que la fama y el dinero solo es algo pasajero y los momentos placenteros solo son cuando te encuentras tu. Tú me miraste y yo sentí que era real, llegaste justo cuando me cansaba de esperar. Dicen que el mundo va acabarse que todo tiene un final, por mi se puede acabar si en ti yo tengo mi amor. Cuando el sol se apague y la luna aparezca aunque te encuentres lejos te voy a sentir cerca, solo toma mi mano y si un día la sueltas yo estaré justo aquí esperándote en la puerta, por si un día regresas.

Nuestra historia comenzó con una mirada que gritaba y me decía que siempre ibas a ser mía, con una sonrisa que enamoraba todo corazón que la veía. Somos imanes que llamarán tanta envidia que sentía que si te tocaba perdía la vida, perdía la vida al besarte por qué de inmediato me eleve al cielo. No diré que cambiaste mi vida con tu llegada por qué me devolviste la vida al abrazarme y sería insignificante decir que solo la cambiaste.

Sólo quedaba esperar mientras moría por conocer a alguien como tú, alguien que me demostrará magia en el dulce café claro de sus ojos. Sólo quedaba esperar ese alguien que me enseñará que vale la pena enamorarse. Sólo quedaba esperar a alguien que arreglará mi alma con un abrazo. Sólo quedaba esperar a alguien como tú, un amor de otra época.

Escribo esto para olvidar lo que siento, o tal vez, para que tú me recuerdes en el futuro.