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Sam se encontraba acomodando un poco la habitación mientras Harry aún dormía. Samantha lo vió con una pequeña sonrisa mientras el pequeño Harry movía sus piernas.

Sam fue sacada de su mente por el timbre de su casa. —Ya voy— gritó Sam bajando las escaleras y abriendo la puerta encontrando a Mia ahí.

—Hello— hablo Mia mirando a Sam la cuál solo río.

—Pasa— dijo Sam dejando pasar a Mia.

—Y cómo te va en tu nueva casa— dijo Mia caminando dentro de la cocina y buscando un vaso.

—Bien, creo— dijo Sam mirando a Mia la cuál la miraba con una ceja levantada.

—¿Crees?— Habló Mía mirando a su amiga la cuál solo la miró. — ¿cómo que crees?— hablo Mia.

—Solo olvídalo.— habló Sam.

Mia examinó la casa son la mirada. —hay ya entendí, quién estaría bien con ese color anaranjado en sus sillones— dijo Mia viendo fijamente a los sillones. —Ya se vamos de compras para tu nueva casa— hablo con entusiasmo Mía.

Sam iba aceptar pero recordó a Harry el cual ya no tardaba en despertar.

—Yo- — habló Sam siendo interrumpida por Mia.

—Ya no hay escusas — habló Mía.

Sam solo respiró profundamente y le pidió a Mía qué la siguiera, Mía solo dijo que si mientras seguía a Sam a la planta alta.

Mia veía a Harry el cual ya se encontraba despierto con su pequeña mano en su boca, Mia voltio a ver a Sam y luego a Harry.

—Eres niñera o algo así — habló Mía confundida.

Sam negó con la cabeza confundiendo más a Mia. —Lo encontré en mi puerta— Habló Sam.

—Lo abandonaron en tu puerta— habló Mía.

—No quiero pensar que lo abandonaron, tal vez solo no podían cuidarlo.— habló Sam.

—Sam lo dejaron en tu puerta, pero como sea que piensas hacer con él— dijo Mia mirando a Harry.

—Cuidarlo mientras se algo de sus padres— dijo Sam.

—Y si eso no pasa— habló Mía.

—Entonces aún si lo cuidaré— habló Sam decidida.

Mia solo vio a su amiga negando con la cabeza. —Okey— dijo Mia.

Sam solo sonrió al ver a su amiga.

Cuando me dijeron que estabas loca no les creí, pero ahora veo que si, y eso que creí que Max era el loco de tu familia— habló Mía mirando a su amiga con una sonrisa en su cara.

Sam solo río al escuchar a su amiga. Mia se acercó a dónde estaba Harry y lo agarró en sus brazos.

—Hola, pequeño soy Mia— hablo Mia mirando a Harry el cual solo aplaudió al escuchar a Mía.

—Bueno que esperas vamos de compras— dijo Sam.

Mia solo asintió mientras le entregaba a Harry a Sam, Mia y Sam durante el camino se la pasaron hablando y Mia en uno que otro momento se la pasaba jugando con Harry el cual reía enternecido a Mia la cuál solo reía al igual que Sam.

—Y dime qué harás ahora— habló Mía mirando a Sam.

—No lo sé— habló Sam.

—Sam, sabés que cuidar a un bebé, tienes que tener dinero el dinero que tenías ahorrado no te va a alcanzar para mucho— habló Mía preocupada por Sam.

—Lo sé aún me queda un poco de dinero no es mucho pero es algo — habló Sam mientras cubría a Harry, el cual se encontraba dormido, con su pequeña sabana.

Mia se paró haciendo que Sam igualmente se deteniera. —¿Mia?— habló Sam mirando a su amiga la cuál veía hacía frente.

—Sam, recuerdas aquel sueño que tenías cuando eras más pequeña— dijo Mia.

—¿Cuál?, te recuerdo que tenía muchos — habló Sam mirando a su amiga la cuál la voltio a ver con una sonrisa en sus labios.

—Ese sueño que tenías después de que por fin te saliera un pay del horno sin que se te quemará — dijo Mia riendo mientras recordaba ese día.

—Ah, el de abrir una pastelería— habló Sam recordando su sueño de pequeña.

—Si ese, un tienes ese sueño— dijo Mia mirando a su amiga.

Sam lo pensó un rato y luego miró a su amiga con una sonrisa. — Si sigo teniendo ese sueño— habló Sam.

—Pues que bueno por qué tu amiga aquí presente— habló Mía apuntándose a ella misma. —Te va ayudar a cumplir ese sueño, mirá allá, al frente— habló Mía con entusiasmo mirando como Samantha volteaba a dónde ella le apunto hace un instante.

—Es un local— dijo Samantha viendo el lugar que parece que lo habían deshabitado.

—Si, al parecer no hay nadie que lo ocupe— dijo Mia mirando a Sam.

Sam solo sonríe y miró a Harry el cual estaba profundamente dormido en brazos de está. —Esta bien— habló Sam acomodando a Harry en sus brazos. —hagámoslo, abramos una pastelería— habló Samantha mirando a Mia la cuál daba pequeños saltos de alegría.

—Muy bien que empiece todo— habló Mía emocionada.

Samantha y Mia se acercaron a aquel local y Mia empezó a explorar el lugar. —Mañana vendremos hablar con el dueño— habló Mía.

—Si, estaba pensando lo mismo— Habló Sam.

Samantha y Mia caminaron de regreso a casa de Samantha comenzaron a planificar todo sobre la pastelería de Sam.

—Bueno, ya te dejo, tengo que irme mañana vendrá para poder ir a hablar con el dueño— habló Mía.

—Está bien — dijo Sam sonriendo.

Mia se despidió con su mano mientras se alejaba de ahí, Samantha una vez la vio lejos cerró la puerta con una sonrisa mientras subía a su habitación a dejar a un dormido Harry.

—Buenas noches — habló Sam dándole un pequeño beso en la frente a Harry.

Sam se levantó lentamente para no despertar a Harry y se dirigió hacia el baño, para darse un relajado baño.

Sam se sentó en la tina, Sam movía su mano mientras miraba como el vino que tenía en la copa se movía.

Sam dejó de lado el vino y con una sonrisa deja que el agua la relaje.

Samantha salió de su baño, y miró a Harry el cual tenía en su pequeña mano un peluche, el cuál Sam no recordaba habérselo dado.

—Harry, ¿de dónde sacaste ésto?— habló Sam mirando a Harry el cual solo sonrió mirando a Sam.

Sam solo negó con su cabeza, mientras pensaba que tal vez ella se lo había dado y no lo recordaba.

Sam se sentó al lado de Harry y empezó a darle pequeñas caricias en si cabeza haciendo que Harry sonriera y aplaudiera.

De un momento a otro Sam Voltio arriba viendo como las luces parpadeaban Sam solo negó con la cabeza.

—Hay creo que tome de más— habló Sam mirando a las luces la cuales ya habían parado. —Si solo es eso.—

Sam se acostó al lado de Harry mientras esté jugaba con las manos de Sam. Sam fue quedarse dormida poco a poco.

Mañana sería un día muy apurado. Pensó Sam antes de quedar dormida profundamente.

The motherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora