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Sam se había levantado después de escuchar ruidos en la planta baja de su casa. Sam se levantó un poco alarmada por los ruidos que provenían de su piso inferior.

Samantha se levantó de su cama con cuidado intentando no despertar a Harry. Sam salió de su habitación con una pequeña lámpara en su mano lista para atacar a cualquier intruso que haya invadido su hogar.

Samantha bajos pasos lentos tratando de no advertir aquel intruso que esté en su hogar. Sam respiró profundamente preparándose para entrar en la cocina donde se escuchaban los ruidos.

Sam entró a la cocina encontrandose a Mia preparando el desayuno.

—¿Mia?, se puede saber que haces en mi casa— habló Sam bajando su mano la cuál tenia la lámpara para golpear a cual intruso.

—Primero que nada, buenos días, y segundo me alegra saber que si alguien se llega a meter a tu casa lo más seguro es que termine en el hospital por un golpe en la cabeza, y tercero, vine por qué cuidare a Harry mientras tú estás hablando con el dueño del local— habló mía mirando a su amiga la cuál solo asintió.

—Lo siento lo olvide un poco— habló Sam con una pequeña sonrisa.

Sam subió a su habitación lista para prepararse para empezar el día.

Sam bajó a pasos prestados al ver la hora. —Es tarde— gritanda Sam buscando su bolso para poder irse.

—Sam tranquila, y tú bolso lo tienes en el brazo— habló Mia, mientras preparaba el biberón para Harry el cual se encontraba en el piso acostado en una sábana mientras jugaba con sus pequeñas manos.

Sam solo asintió viendo a Harry el cual estaba consentido jugando con sus dos pequeñas manitas, Sam camino hasta Mia la cuál le dio un vaso y pon tostado.

—Gracias— habló Samantha mirando Mia la cuál tenía una sonrisa en la cara.

—No es nada— habló Mia sonriendo mientras miraba a su torpe amiga la cuál siempre que estaba nerviosa se le olvidaba algo.

Sam comió apresuradamente, mientras le indicaba todo lo que Mía tiene que hacer y el horario de Harry..

Mia solo se sorprendió al ver cómo Sam actuaba como una madre protectora dejando a su hijo con una niñera.

—Es hora de irme, háblame si pasa algo si— habló Samantha mientras miraba a Mia la cuál la conducía hasta la puerta.

—Si, ya escuché todos y cada uno de los pasos, a Harry no le gusta que la leche de su fórmula esté muy caliente pero tampoco muy fría y bla,bla,bla— habló Mía intentando imitar la voz de Sam.

—Lo siento, es la primera vez que dejó solo a Harry desde que estoy con él— habló Sam.

—Lo sé, tu solo ve yo me encargo de Harry, vi a hablar con él dueño de ese local y has realidad tus sueños, y yo me encargo de Harry— habló Mía con una sonrisa segura mirando a su amiga que solo asintió y empezó a caminar rumbó hacia aquel local.

Mia solo veía a Samantha caminar mientras tenía una gran sonrisa en su cara, Mia entró en la casa esperando que todo saliera bien.

....

Sam se encuentra hablando con el dueño de aquel lugar en donde empezaría a crear uno de sus sueños.

Sam movía su pierna inquieta mientras escuchaba hablar a aquel hombre delante suyo.

—Señorita Brown, ¿está bien?— preguntó aquel hombre mayor mirando a Sam la cuál salió de sus pensamientos y solo asintió.

Sam pidió perdón por no poner atención, Sam se encontraba preocupada no había sabido nada de Harry en desde que había salido de su casa, Samantha trataba de tranquilizarse recordando que Harry estaba junto a Mia así que no pasará nada.

Justo en ese momento se le vino a su mente un recuerdo de Mía hace un tiempo donde casi provoca un incendio por preparar galletas, Sam solo negó con la cabeza mientras se tranquilizaba a ella misma.

....

Mia miraba como Harry la miraba con una sonrisa, Mia solo sonrió mientras se encontraba ansiosa por saber si a su amiga le había ido bien en su entrevista con el dueño de aquel lugar.

Mia se levantó sin despejar su mirada de dónde se encontraba Harry acostado en el piso jugando con sus dos pequeñas manos, Mia aguardó los platos lavados. Mia se dio la vuelta mirando a Harry con su pequeño dedo en su boquita.

Mia vio una pequeña cámara al lado de la fotografía de ella y sus tres amigas, Mia alcanzó la cámara y le tomó la foto a Harry haciendo que esté último soltará una risita mirando a Mía con sus dos pequeños dos brazos intentando agarrar la cámara.

Mia solo sonrió y cargó a Harry en sus brazos mientras sostenía la cámara. —Ya se lo que haremos mientras Sam regresa— habló mía mirando a Harry el cual solo aplaudió feliz por lo dicho por Mia.

....

Después de unas horas Sam había llegado un acuerdo con aquel hombre sobre aquel lugar.

—Muchas gracias señor— habló Sam con una sonrisa.

—No hay de que señorita Brown, que disfrute de este pequeño lugar— habló el señor entregandole un pequeño juego de llaves de aquel lugar a Sam.

Sam sonrió mirando aquel local que pronto será un gran paso a su sueño.

Sam recordó que tenía que regresar a casa. —Oh, ya es tarde— habló Sam caminando rápidamente para llegar hasta su casa.

Al entrar Sam vio como Mía y Harry se encontraban tomándose fotos los dos acostados en el piso.

Mia se levantó al escuchar la puerta abrirse. —¿Y como te fue?— habló Mía cargando a Harry.

Sam que se encontraba sería empezó a sonreír mostrándole las llaves a Mia la cuál solo sonrió y corrió abrazar a su amiga con cuidado de aplastar a Harry.

—Eso es asombrado por fin podrás cumplir uno de tus sueños— habló Mía con una sonrisa.

Harry soltó una que otra balbuceos mirando a Sam con una sonrisa haciendo que ella y Mía lo mirarán con una gran sonrisa.

—Eso tiene sentido Harry— habló Mía con una gran sonrisa mientras los tres reían por el comentario de Mia.

—Bueno, esto hay que celebrarlo — habló Mía entregándole a Harry a Sam, Sam acomodando a Harry en sus brazos mientras veía a su amiga ir a sacar unas copas mirando a sus amiga con una sonrisa. —Esta es para ti— habló Mía. —Esta para mí, esté biberón para Harry— dijo Mía mirando a Harry el cual intentaba alcanzar el biberón.

Sam y Mía se la pasaron riendo mientras Harry cayó dormido después de haberse tomado su biberón.

—Bueno es hora de irme— habló Mía mirando a Sam la cuál tenía en brazos a un Harry dormido.

—Esta bien— habló Sam mirando a su amiga la cuál estaba en la puerta.

—Descansa Sam, nos vemos luego— habló Mía mirando a Sam con una sonrisa.

Sam cerró la puerta después de ver a Mía un poco lejos, Sam subí las escaleras hasta llegar a al segundo piso dejando a Harry en si cama, Sam se sentó frente a un espejo mientras se arreglaba para dormir.

Sam se miró en el espejo con una gran sonrisa, hace pocos día Sam no se imaginaba cuidando a un bebé, Sam estaba segura que si le dijera todo lo que le pasó después de mudarse simplemente se reiría de esa persona, Sam volteó a ver a Harry con una gran sonrisa mientras veía las llaves las cual estaban a su lado, Sam estaba realmente feliz de todo lo que había conseguido en tan poco tiempo.

Sam se acercó hasta donde dormía tranquilamente Harry, acostándose a un lado de él, Sam mirando al techo mientras acariciaba la pequeña cabeza de Harry, mientras aún se preguntaba cómo era que se había hecho aquella cicatriz.

Sam solo negó con la cabeza mientras fue cerrando lentamente los ojos hasta que se quedó completamente dormida al lado de Harry.

The motherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora