"Samantha Brown"
Samantha Brown, una joven de 21 años, la cuál decidió mudarse de la casa de su madre, Sam se encontraba alistando sus maletas mientras escuchaba a su madre.
-Samantha, una vez estés afuera no pienses en volver, estoy hablando en enserio- dijo una mujer de cabellos negros mirando como su hija menor subía sus maletas al auto.
-No lo haré- dijo Sam mirando a su madre la cual tenía lágrimas a en los ojos, Sam sabían bien que ese dramatismo que su madre tenía era para evitar que se fuera.
-Hay mi pequeña ya creció- dijo la mujer de cabellos negros abrazando a Sam la cuál solo sonreía.
-Ya basta de sus dramatismo, señora Ava- dijo Sam mirando como su madre la miraba ofendida por decirle señora.
-Y pensé que yo iba a ser el primero en irse de aquí- dijo una voz atrás de ellas.
-Calla, Max un día lo tendrás que hacer hermanito pero yo lo hago primero por qué se nota que para ti irá a lo largo- dijo Sam mirando a su hermano el cual la miraba un poco molesto.
-Cómo sea, solo no me extrañes- dijo el castaño mirando a su hermana la cuál se acercaba para darle un abrazo. -Aléjate pulga- dijo Max mirando a su hermana la cuál solo sonrió para abrazarlo muy fuerte.
-Bueno ya es hora de irme- dijo Sam mirando a su madre y a sus hermano.
Sam abrazo por última vez a su madre y a su hermano el cual resubido su abrazo forzado por su madre, Sam iba conduciendo mientras cantaba una de sus canciones favoritas, tenía un camino largo por delante.
Sam había llegado a su nueva casa pero para su gusto prefería un color neutro en la fachada, pero eso lo arreglaría después, Sam empezó a bajar su maletas mientras intentaba alcanzar su bolso que lo lanzó a la parte de atrás.
-Hay Samantha- dijo Sam un poco extremada al no poder alcanzar su bolso. -Pero a quién se le ocurre cerrar el auto con el bolso adentro, y con las llaves adentro - dijo Samantha regañandose a si misma.
Samantha estuvo un buen rato tratando de alcanzar su bolso hasta que lo logró. -Hay por fin- dijo Samantha respirando tranquilamente una vez que tuvo su bolso en mano.
Sam abrió la puerta viendo su casa por dentro, el piso era de madera su color en las paredes era de un color Beige y el techo estaba pintando de un color ceniza, a Sam le gustaba como se veía lo único que no le gustó fue los sofás los cuales eran de un color anaranjado.
Sam cerró la puerta detrás de ella entrando por completo a su casa la cual para su parecer se veía mejor de los que imagino menos los sillones los cuales cambiaría a uno de color vino.
Sam subió las escaleras al segundo piso con sus maletas para dejarlas en la habitación principal, al entrar vio que la pared en la cuál la cama estaba recargada era de un color vino y las demás paredes de un color crema tirándole al blanco.
Sam estaba encantada con su nueva habitación, la sábanas eran de un color kaki eran de un color medio verde, y café, las fundas de sus almohadas eran de seda era una tela fina y un poco fría, eran de color vino.
Sam abrió un armario y empezó a abrir sus maletas para empezar a acomodar su ropa.
Samantha se dejó caer a su cama una vez terminó de aguardar sus cosas en el armario, Sam estaba apunto de dormir cuando se escuchó el timbre de la puerta.
Sam estaba confundida quien podía ser a esta hora eran las 7 de la tarde al abrir vio un dos chica de cabellos negros y una castaña fuerte en su puerta.
"¿Que hacen aquí?" dijo Sam viendo a sus amigas. "Maggie, Mia y Emma" dijo Sam mirando a sus amigas las cuales tenían bolsas de regalo.
"Qué no podemos venir a ver tu nueva casa" dijo Mia entrando mientras Maggie y Emma entraban después de ella.
"Si, claro que sí pero no w está hora" dijo Sam.
"Lo siento, las trate de convencer pero no me escucharon" dijo Emma mirando a Sam la cuál solo asintió a lo dicho por ella, ella ya conocía lo necias que Maggie y Mía podía llegar hacer.
"Bueno, ten te traje algo" dijo Emma dándole la bolsa que traía.
Sam agarró la bolsa encontrando un pequeño cuadro donde estaban ellas cuatro. -Gracias Emma- dijo Sam abrazando a Emma.
-De nada- dijo Emma.
-Bueno yo te traje esto- dijo Mia dándole un pequeña caja larga, Sam ya sabía que era, era un vino.
-Y debo suponer que tú Maggie me vas a regalar copas verdad- dijo Sam mirando a su amiga.
-Pues claro, cómo vas a tomar el vino sin copas - dijo Maggie mirando a Sam mientras sacaba las compás y la ponía en la alacena.
-De verdad gracias- dijo Sam.
-No hay de qué- dijo Mia.
-Bueno nos vamos, por qué tenemos que irnos a casa y vives muy lejos- dijo Maggie mirando a su amiga, Sam solo se rió a lo dicho por su amiga.
Las tres chicas se fueron de la casa de Sam, Sam decidió lavar los platos para tenerlos limpios y quitar la bacterias que tenían al ser nuevos.
Mientras Sam de encontraba lavando los platos la puerta volvió a sonar.
-Maggie si eres tú, yo no tengo otra habitación- dijo Sam abriendo la puerta mirando que no había nadie, Sam salió un poco más.
Sam Voltio a todos lados y luego sintió como su pié tocaba algo, al bajar su mirada encontró a un pequeño bebé dormido con una carta la cuál solo decía el nombre del pequeño, Sam se quedó quieto mirando al pequeño niño.
Sam volvió a voltear a los lados a ver si a alguien se le había olvidado su hijo en su puerta o si se habían equivocado de puerta, Sam se agachó y agarró la pequeña carta donde venía el nombre del bebé, Sam solo sonrió y miró al bebé y le tocó su pequeña cabecita.
-Y ahora pequeño Harry, que vamos hacer tu y yo- dijo Sam mientras tomaba al pequeño bebé en sus brazos, el cual se movió un poco al sentir los brazos cálidos de Sam.
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The mother
Fanfiction×HARRY POTTER FANFIC× ... Samantha Brown, una chica de 21 años que decide independizarse. A Samantha Brown le encantan los colores neutros, no soporta los colores llamativos. Samantha se muda a una casa lejos de donde vive su familia para demostrar...