Capítulo 5
Giselle Rinaldi
12 de Septiembre 2020
Sábado por la mañana.
Al despertar, instantáneamente nos levantamos de la cama para comenzar a alistarnos e iniciar nuestra misión como lo que llama Luca. Al terminar de arreglarnos y eso, fuimos a desayunar al mismo restaurante al que habíamos ido ayer en la tarde. Desde que salimos del hotel, Luca traía el ánimo por los suelos y no fue hasta que comenzó a desayunar que tomó fuerzas y se encontraba de mejor humor, la comida es poderosa para este hombre. Después del desayuno, iniciamos con un pequeño recorrido por la cuidad hasta finalmente decidimos iniciar la busque de mi hermano.
Mi hermano.
Me siento extraña pensando en esas dos palabras, aún más si las digo en voz alta.
—¿Tienes el papelito? — Pregunta refiriéndose al pedazo de papel en el que venía anotada la dirección del departamento de Diego. Meto una mano en el bolsillo de mi chaqueta sacando el papelito, se lo doy y él lo mira con atención. —Ya sé por dónde es.
De repente comencé a sentir la emoción en mi estomago al igual que la inquietud combinada de no sé qué. Mi mejor amigo me tomó la mano para que yo comenzara a caminar porque me había quedado ahí parada mirando a un punto especifico. Mientras caminábamos los miles de dudas empezaron a invadir mi mente y la ansiedad por saber que podría pasar aumentaba cada vez más.
—Giselle, ¿estás bien? — Me pregunta Luca quien se detiene para ponerse enfrente de mí y tomar mi cara entre sus manos haciendo que lo mirara. —Estas muy callada, ¿Qué sucede? — Repite.
—Nada, es solo que estoy muy nerviosa— Logré responder.
—Si te sientes mal podemos volver otro día— Propone con un poco de preocupación.
Han sido casi seis horas para llegar aquí y no puedo hacer que volvamos solo porque no soy capaz de enfrentar lo que podría ser la verdad. Cogí valor en una respiración y lo miré a los ojos.
—Estoy bien, vamos— Dije con seguridad. Luca dudo un poco, pero le di una mirada que le decía que estoy lista para lo que sea que fuese a pasar, volvió a posicionarse a mi lado y seguimos con nuestro camino.
Caminamos y caminamos hasta que dimos con un alto edificio blanco, la puerta principal estaba abierta así que nos encaminamos a ella para entrar al edificio que a juzgar por la primera vista que se tiene al entrar es bonito y con un toque elegante con el piso de mármol y las paredes y techo de color blanco. Subimos por el ascensor para llegar al octavo piso, sí este edificio es ridículamente alto y espacioso.
Llegamos y bajamos del ascensor, ahora caminamos por el pasillo en donde Luca se detiene y se gira para mirarme, le echa un vistazo a mis manos que están inquietas a mis costados, vuelve su mirada a la mía y da un par de paso cortos quedando a solo unos cuantos centímetros de mí.
—Giselle, si te quieres ir ahora o en cualquier momento solo tienes que decírmelo e inmediatamente nos vamos— Puso una de sus manos en mi mejilla sin dejar de mirarme. —Si te sientes mal de cualquier forma, nos iremos y no volveremos hasta que te sientas lista y si se porta como un idiota contigo, yo mismo le daré su lección para que nunca más vuelva a intentar algo malo contigo.
Antes de responderle pude notar que mis ojos ardían pues las lágrimas comenzaron a hacerse presente en ellos a causa de sus palabras. Aprieto mis ojos para que mi vista ya no sea tan nublosa y le doy una mirada significativa a mi mejor amigo.
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Sin Destino (Libro 1) | DaniielaRM
أدب المراهقين¿Por cuánto dolor tienes que pasar para ser feliz? ¿Cuánto durara esa felicidad que tanto te ha costado obtener? ¿Cuánto tardara en llegar algo más que joda todo lo que te ha costado construir? Esta es la historia de Giselle Rinaldi quien vio como a...