Cap. 5•

362 26 11
                                    

Lo primero que veo es su cara sonriente, su coquetería me pone tan nerviosa que por un momento olvido que he dormido casi todo el vuelo, seguro mi cara es un desastre.

Al bajar del avión le pido que consiga un taxi para ir a un hotel, estoy tan nerviosa y cansada, no sé qué me pasa. Voy al baño y me demoro un rato, tengo náuses, es tan duro volver después de mi evento canónico. Salgo después de varios minutos y lo identifico entre tanta gente, su cabello blanco ayuda mucho, su espalda es realmente ancha, ¿en qué estoy pensando?

- Kenji-. Lo llamo a unos pasos de él, es la primera vez que menciono su nombre, ya que solo lo he pensado en mi mente. Parece ignorarme, no sé si sea porque todas las mujeres que pasan a su al rededor le sonríen y parecen devorarlo con la mirada. Me acerco y le digo - Utahime llamando a Kenji.

Voltea un poco asustado mientras me regala una tierna sonrisa - Ah, sobre eso. No me llames Kenji, se siente raro.

- ¿Es porque "somos pareja"? ¿Cómo debería de llamarte?

- Si quieres que voltee, llámame Satoru, Kenji es el nombre que se inventó Suguru para hacer estos trabajos de damo de compañía.

- ¡¡Qué!!- Kenji no existe, ¿a quién contraté? Aún puedo salir huyendo.

- Por favor, no corras. - La tomo dele brazó y se ve terriblemente asustada.- Si el trabajo sale mal Geto me matará y le dije que confiara en mí. - Hago una cara triste y ella parece ceder.

- ¿Quién es Geto?

- Ah, Suguru Geto, alias Kenji, mi mejor amigo. Que por cierto es muy pobre y necesita el dinero, iba a entregar su tesis esta semana y por eso no pudo venir y me pidió el favor a mí, que soy el doble de guapo y simpático.

- Muéstrame tu pasaporte.

- Aquí tienes. - Sonrío para ganarme su confianza. Veo cómo lo analiza y me mira para comparar. - Lo sé, soy más guapo en persona.

- Bien, igual ya no tengo tiempo para conseguir a alguien y ya llegamos hasta aquí, peeero, me quedaré con esto.- Dice mientras guarda mi pasaporte en su bolso.

- Confía en mí, todo saldrá bien.

Vamos en el taxi y el ambiente se siente un poco tenso. -Y bien, ¿cómo nos conocimos?- Pregunto.

- Necesito pensarlo, pero primero debo darme una ducha con agua caliente y un trago, definitivamente.

- Pensé que la media hora en el baño del aeropuerto fue en las regaderas, y el trago... creo que es muy temprano.

-  No me he bañado aún, y el trago me calmará, no quieres una novia loca y nerviosa, ¿o sí?

- ¡Como usted ordene jefa!- Ella rueda los ojos, parece que se está cansando de mí, ¿cómo llegamos a este punto? ¿Será por lo del nombre? Kenji me parecía un nombre estúpido, lo siento Geto, te compensaré por revelar tu secreto, o tal vez simplemente no te cuente nada...

Conseguimos dos cuartos en un bonito hotel de la ciudad, por fin me daré un buene baño caliente, le dije a Kenji Satoru que desayunara solo, no sé si le haya parecido grosero, pero me mintió, aunque yo estoy a punto de mentirle a todo mundo, qué patética soy.

Ya pasa de mediodía, le mando mensaje al nuevo número que me dio, y le digo que cambie su ropa para ir presentables a la cena familiar, aunque no sé por qué le llaman cena si es algo relativamente temprano; mamá y sus locuras... Espero que Satoru se haya bañado, aunque no parece un ser de poca higiene, con lo coqueto que es debe ser vanidoso, a puesto que tiene la mejor rutina de skin care del país.

Me puse un vestido blanco con pequeñas flores azules y un cardigan ligero, del mismo tono celeste. Unos zapatos blancos de tacón pequeño, y mi cabello recogido a la mitad con un lazo azul también. Me veo al espejo y mi atuendo me parece un poco aburrido, quizá Naoya por eso me dejó, siempre he sido una santurrona.

The DateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora