𝗤𝗢𝗣| ❝𝐘𝐨 𝐲𝐚 𝐞𝐧𝐜𝐨𝐧𝐭𝐫𝐞́ 𝐦𝐢 𝐎𝐧𝐞 𝐏𝐢𝐞𝐜𝐞, 𝐞𝐬 𝐦𝐢 𝐟𝐚𝐦𝐢𝐥𝐢𝐚❞
Jeanette había tenido una infancia difícil. Y más todavía después de perder a toda su familia a manos de la marina.
Por lo que decidió vengarse convirtiéndose en...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
CENA CON KAYA
▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬
—Quisiera probar el pescado, por favor.— pidió Kaya con una voz suave, casi suplicante.
—Lo siento, señorita Kaya, pero no es posible.— respondió Klahadore con su tono usualmente frío, aunque sus ojos traicionaban una pizca de irritación al ver que la conversación no terminaba ahí. Jeanette, quien estaba al otro lado de la mesa, le lanzó una mirada cargada de odio. La tensión pasó desapercibida para la mayoría, pero no para un joven peliverde que observaba la escena con interés.
—¿Ni siquiera un pequeño trozo?— insistió Kaya, sin poder ocultar su antojo.
—Sabe que algunos alimentos podrían afectarle gravemente, señorita.— replicó Klahadore, tan cortante como siempre.
—Oh, vamos, Klahi~. ¿Qué puede pasar por un poco de pescado? No seas tan amargado.— intervino Hydra con una sonrisa burlona. Le encantaba llamarlo por ese apodo, sabiendo que a él le disgustaba profundamente. Era su forma de irritarlo, ya que tampoco lo soportaba.
—Está bien, Hydra. No quiero causar problemas.— murmuró Kaya, tratando de calmar las aguas. Su tono apaciguador contrastaba con la creciente hostilidad en la sala.
Justo en ese momento, Buchi, el cocinero, dejó frente a Kaya un plato con un líquido espeso y azul. Su “caldo especial”. Kaya lo miró con desilusión, pero no dijo nada.
—Es su cumpleaños. Debería poder comer lo que quisiera.— intervino Nami, rompiendo el incómodo silencio. Su voz cargaba una autoridad tranquila que, sin embargo, hizo que Anise se estremeciera. La simple presencia de la navegante parecía ponerla nerviosa.
—La salud de la señorita Kaya requiere cuidado y control, incluso en días especiales.— respondió Klahadore, esta vez con un toque de superioridad.