Atada por ti

Capítulo 3

Ailén

Seis años antes

Bebo el último sorbo de mi chocolate caliente, mientras aguardo que mi hermano aparezca en la entrada del café en el que me encuentro. Se supone que ese día íbamos a firmar el contrato con el arquitecto encargado de la obra para el futuro club de mi hermano.

Aarón es un visionario, o al menos yo siempre lo he visto de esa forma. Le encanta inventar cosas, o simplemente imaginarlas. Constantemente lo apoyó en cada una de sus locuras, pero en esta oportunidad, tengo algo de miedo, su nuevo proyecto, a mi parecer, es muy arriesgado. Ha decidido crear un club nocturno, pero no uno en el que pueda ir a parrandear y regresar a casa, en cambio ha decidido crear un antro sexual. Algo que, en mi opinión, es demasiado controversial para nuestro aburrido pueblo.

Vivimos en un pequeño pueblo llamado Eronmek, ubicado en las afueras del estado Nothingson, la ciudad más cercana a nosotros es Elttaes.

Una ciudad del estrecho de Tegup en el noroeste del Pacífico, rodeada de agua, montañas y bosques de hoja perenne, y cuenta con miles de acres de áreas verdes. Es la ciudad más grande del estado y alberga una gran industria tecnológica, con las sedes centrales de varias empresas importantes del mundo en su área metropolitana. La futurística torre Needle Space, es su sitio más icónico.

La ciudad cuenta con la gran cantidad de 724.305 habitantes. Mientras que en el pueblo en el que vivimos mi hermano y yo, contamos con una población de 20.782 habitantes. Somos tan irrelevantes para esta enorme ciudad, que da miedo.

Por esa razón me siento tan reacia con este nuevo sueño de mi hermano. Un pueblo tan pequeño, ¿estará listo para tal adquisición? Y por supuesto que, como toda gente de pueblo, los ciudadanos de Eronmek son muy conservadores, al extremo diría yo. Cuando le planteo mis preocupaciones a mi querido hermano, él afirma que esa misma actitud conservadora va a favorecernos. Según él, todos tenemos un lado sexual oculto que deseamos explorar, y nuestro aburrido pueblo, necesita un lugar en donde realizar escándalos, sin renunciar a su verdadero estilo de vida. Comprendo sus razones, pero me siguen pareciendo demasiado descabelladas.

Observo mi reloj, viene tarde, como de costumbre. Conduje hasta aquí dos horas, también atreves la multitud de personas, que me resulta un poco intimidante, para que Aarón, se retrase media hora. Voy a tener una seria conversación con él, con respecto a la puntualidad. Citamos al arquitecto media hora después, para evitar cualquier retraso, pero supongo que el hombre llegara y mi hermano no, que vergüenza.

Recojo la carta que dejo un mesero minutos atrás, sobre mi mesa. Mi estómago comienza a rugir, son las dos de la tarde y yo no he ingerido bocado alguno desde el desayuno. Y como mis rollitos son unos malditos exigentes, el hambre comienza a molestarme. Repasó la vista por la lista de alimentos, quizás un sándwich sea lo mejor, algo ligero para comer con rapidez, de esa forma en cuanto el señor Bennet llegue aquí, yo ya habré terminado mi plato.

Una sombra cae sobre mí, oscureciendo mi menú, subo la cabeza, para buscar a la persona que me tapa la luz, esperando que sea mi hermano... Pero no lo es, en cambio observo al hombre más apuesto que he visto en persona, en toda mi vida. Es alto, calculó que su estatura se encuentra dentro del metro noventa. Su cuerpo grita, ¡Ejercicio! Porque sus músculos resaltan en cada centímetro de él. Lleva el cabello corto, peinado hacia atrás, es de un color oscuro como el azabache. Sus ojos son claros, verdosos, azules, amarillos... Realmente no sé decirlo, solo sé que me clavan a mi silla con una dominante mirada. Lleva una bien cortada barba, que le suma atractivo. Su piel se encuentra bronceada de manera natural. Y sus pobladas cejas me dan ganas de tocarlas. Su mandíbula es cuadrada, dura, perfecta, al igual que es resto de sus facciones. Sus labios finos, pero sensuales, se mueven, creo que me está hablando, pero no sé decirlo, estoy tan eclipsada por su mera presencia que no tengo ni idea de que me dice.