¿QUIÉN ES EL NUEVO NOVIO DE AQUINO?

/¿Aquino?/

Era una nueva mañana.

Como todos ya acostumbraban, se levantaron a un horario indefinido a desayunar junto a los demás integrantes de la casa.

Esa mañana ya se encontraban despiertos (la mayoría) por lo que desayunaban lo primero que encontraban en la cocina, no sin antes darle el merecido desayuno a la mascota de la casa, Capycuy.

—¡Buenos días muchachos! Ya saben lo que les voy a decir así que no se detengan en desayunar.— Duxo era como el "jefe", el ponía el orden y la limpieza en la casa.

—Hoy le toca el aseo a.... ¡Soarinng!—

—¿¡Por qué a mi?! Tu limpiaste ayer, al que le toca es a Aquino.—

—Aquino me pidió que se lo intercambiara por que saldría temprano.—

—¿Y por qué no me dijeron a mi? ¡Wtf! No es justo.— Seguía quejándose.

—¿Y para dónde fue?— Pregunto de paso el chismoso de Estailus.

—Haber, yo solo se que me pidió intercambiar días, tampoco me incumbe saber a donde se mete el desordenado de Aquino.— Y con esa simple respuesta se dirigió a su habitación. Ya había cumplido su tarea rutinaria.

—Bueno Soarinng, yo digo que te pongas a limpiar de una vez.— Burlo Natalan mientras le pasaba la escoba.

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Soarinng se encontraba barriendo el patio. Era lo ultimo que le quedaba por limpiar, por lo que estaba cansado y feliz de haber acabado.

Mientras recogía la bolsa llena de hojas secas, escucho un extraño ruido de palabras y risas entre los arboles.

Se escondió entre la valla del patio y espió. A lo lejos, pudo visualizar a una persona que estaba (aparentemente) abrazada de otra, solo que una de aquellas personas la cubría el tronco del árbol.

Soarinng pensó que podría ser una simple pareja de aldeanos que pasaba por ahí, pero al notar la vestimenta de una de ellas, supo que era algo más interesante.

—¿¡Aquino?!—

Soarinng se escondió rápidamente. Lo había dicho, por accidente, en voz alta.

—Tengo que decírselo a alguien...— Chillo de emoción.

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—¿Con una persona? ¿Seguro que no alucinaste? Estos días no has estado durmiendo muy bien.—

—¡De verdad Natalan! Lo vi, estaba con alguien más.—

Soarinng decidió decírselo a la primera persona que se le cruzo por la cabeza, su mejor amigo Nat.

Soarinng no paraba de dar vueltas en la habitación de Natalan, cosa que ya tenía mareado al pelinegro.

—Haber ¿Cómo era esa persona?—

—¡Es que no lo se! El árbol tapaba a esa persona.—

El chico pikachu procedió a aventarse de cara a la cama de Natalan. Estaba frustrado y se moría de curiosidad.

—¿Y si simplemente le preguntas mañana?—

—¿Y qué le digo? Le tendría que confesar que lo estuve espiando y por eso me pondrán a limpiar toda la semana.—

—¿No le viste ningún pedazo de piel o tela? ¿Absolutamente nada?—

—Nada.—

Natalan se levantó de su asiento y se sentó en la orilla de su cama. Pensaba con detenimiento que es lo que podría hacer para que su femboy dejara de preguntarse cosas.

—¿Y si le preguntas a Duxo?— Por fin dio una idea coherente.

—No estaría mal, al final de cuentas el es su mejor amigo pero... ¿Y si le preguntas tu?—

—¿Yo? ¿Por qué yo?—

—Si le pregunto yo es imposible que me conteste, pero si le dices tu con alguna excusa capaz y te dice.—

No era una mala idea.

—¿Y cuándo hago eso o qué?—

—Ahorita mismo.— Soarinng se levantó y aventó a su mejor amigo fuera de su propio cuarto.

—Me las va a pagar este furro.—

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Duxo se encontraba en la sala sentando mientras leía las facturas de la casa. Estaba por hacer las cuentas del pago de cada uno hasta que llegó Natalan.

—¡Duxo! Acá estas.— Dijo disimuladamente.

—¿Qué pasó? ¿Te quedaste sin agua caliente otra vez?—

—No no, no es eso.— Intento ir al punto.

—¿No has notado como que.. Aquino a salido mucho de casa?—

—¿Aquino? No, no que yo sepa. Aunque bueno... hace mucho que no hablamos tanto.—

—Y... ¿No tienes idea de por qué?—

Duxo volteó a verlo con una expresión seria.

—Te estoy diciendo que me acabo de dar cuenta ¿Tu creer que sabré el por qué? Mejor ve y saca a pasear a Capycuy.—

Y con una nueva tarea que hacer, se fue a su habitación.

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—¿Y? ¿Qué te dijo?—

—Que no tenía idea del porque.—

Soarinng se rindió.

Tal vez el destino era quedarse con la duda.

—No te preocupes Soarinng, tengo una mejor idea.—

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("Disculpen si es corto, la historia en si lo es así que intentaré hacerla un poco más larga")