IV

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-Emma...¿fue ella verdad?-

Alice solo pudo asentir aún nerviosa y con un miedo impresionante, yo ya estaba más que molesto, estaba harto de que Emma hiciera esto...¡se lo permití una vez, esto ya es un maldito abuso que no le voy a permitir!.

Por desgracia mis emociones influian mucho en mi magia así que en cuanto mi enojo se empezó a hacer notable la temperatura de mi cuerpo fue aumentando poco a poco hasta que Alice me pidió que la soltara porque la estaba lastimando.

-Alice, ve con mamá, ahora. No te quiero ver aquí-

Dije serio, no porque estuviera molesto con ella, todo lo contrario, solo no quería que viera como le parto la cara a Emma, antes que se fuera paso a mi habitación para tomar la primera prenda de ropa que viera para envolver su herida en esta y evitar perder más sangre, en ese momento deshice el control de sangre y Alice se fue corriendo, yo camine al cuarto de Emma a paso firme y molesto, abrí la puerta de un portazo y ahí estaba ella, con una daga en la mano, hicimos contacto visual por unos segundos y con solo eso supe que ella no trataría de esconder el hecho de que casi mata a nuestra hermana de nuevo.

Fui el primero en dar un paso hacia adelante solo para poder empezar a gritarle y reclamarle.

-¡¿Qué mierda te sucede Emma?! ¡Estás mal de la cabeza! No voy a seguir permitiendo que hagas esto, en primera, ¡¿por qué carajo haces todo esto?! ¡¿Qué putas ganas?! ¡Eres una maldita desequilibrada mental!-

Emma sólo rodó los ojos con molestia, me estaba viendo como si yo estuviera exagerando todo, como si matar a nuestra hermana no fuera cosa del otro mundo.

-Eres tan idiota que ni siquiera comprendes una cosa tan fácil como esta...escúchame bien hermano, con el poder que adquirí de poder traer a la vida a alguien y poder controlar sus memorias no solo puedo explotar a Alice una y otra vez, la puedo hacer una máquina imparable, tu comprendes que tenemos un estatus muy alto, yo soy la gran prodigio en magia negra...tú solo eres un idiota con poder sobre el fuego que no sería nada sin papá, ¡Alice es la única tonta buena para nada! Se está tardado mucho en manifestar su magia, ¡no puede seguir así! Además...estoy experimentando con ella, estoy segura que puedo llegar al punto de controlar su cuerpo...-

-¿Qué mierda dijiste?-

Hable tratando de mantener la compostura y evitando el hecho de irme contra ella y golpearla con todas mis fuerzas porque dios mío, ganas no me hacían falta, realmente quiero ser un buen hermano, quiero querer a mis hermanas como cualquier hermano mayor, pero maldita sea, Emma se esfuerza mucho en hacer que la odie.

-A lo que me refiero es que gracias a mi podemos ser invencibles! Ustedes tienen potencial, pero son unos inservibles, sus cuerpos, su mente no sirven, eso es un obstáculo, sin embargo si sigo experimentado con la estúpida de nuestra inepta hermana menor podré llegar al punto de perfeccionar la técnica que me enseño mamá y podré controlar sus cuerpos, seremos una familia poderosa e invencible, así nadie nos retara y...honestamente podré descansar de ver sus odiosas caras y me podré ahorrar tontos sermones como estos...¿entendiste o quieres que hable más lento? Maldito retrasado-

Durante todo el discurso de Emma tenía las manos cerradas en puños, apretaba los dientes para mantener mi control, pero llego el punto en el que no me pude controlar y justo cuando acabo de hablar me le fui encima, la tire al piso, alce la mano listo para golpearla, pero en ese momento las luces de toda la casa empezaron a fallar hasta que todo se apago...me quedé congelado sintiendo como la temperatura de la habitación bajaba y un aroma fuerte a amoniaco se hacia presente. Alce la vista al sentir una fuerte presencia y solo vi la gran sombra de mi madre viéndonos fijamente, claramente molesta, incluso sus serpientes empezaron a entrar a la habitación.

En ese momento no me quedo de otra más que separarme de mala gana de Emma, dejándola en el piso con ganas de reventarle la cara hasta que quedara totalmente desfigurada. Y honestamente no estaba preocupado por mi mamá, mucho menos asustado, ella siempre me ha tenido como su consentido, y más desde la vez que Emma me dejó una cicatriz en lado izquierdo del rostro por intentar matarme, desde ese día mamá ha sido más estricta con Emma...solo había un pequeño problema, ella pensaba que la actitud psicópata de mi hermana era normal, que solo era una época más de rebeldía que pronto pasaría y mágicamente me llevaría de lujo con ella...eso claramente no pasará porque Emma no está en una etapa, ella realmente está mal, estoy empezando a creer que la magia le está empezando a pudrir el cerebro, es la única explicación que se me ocurre para su comportamiento e ideas inhumanas.

Honestamente esta vez esperaba un castigo más severo para ella, pero no, solo fue el mismo sermón de siempre, decirle que lo que hizo está mal y que no se puede estar llevando así de pesado con nosotros, yo no me metí a la discusión, sabía que mi opinión poco o nada podría cambiar, y todavía no le podía decir a mi madre toda la verdad de lo que Emma estaba haciendo, es muy arriesgado ahora, necesito un momento adecuado para decirle todo. Mi madre le quito de mala gana la daga a Emma y me indicó que saliera del cuarto para evitar aún más problemas.

Salí del cuarto de mala gana, mi madre fue detrás mío solo para decirme que Alice ya estaba bien y estable así que no tenía porque preocuparme, también me dijo que como Emma no estaba "en sus cinco sentidos" yo sería el responsable de entrenar y cuidar a Alice hasta que entrara a la academia y supiera cuidarse por sí sola, claramente acepte sin pensarlo dos veces, no dejaré que esto vuelva a pasar...tengo un mal presentimiento...

El Velador De Cenizas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora