CAPÍTULO 5

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Win se puso cada vez más inquieto ante la intensa mirada de Bright.

Torpemente, se aclaró la garganta, pero no sirvió de nada. Su voz todavía vacilaba cuando trató de hablar. —¿Por qué? —Una voz de alerta gritó en su cabeza que no hiciera preguntas de las que tenía miedo de oír la respuesta.

—Tú eres mi Demonas Amaté.

Win inclinó la cabeza y se miró las manos. Él no sabía muy bien qué decir a las palabras de Bright, especialmente no después de la forma en que el hombre lo había dejado antes.

Win quería a Bright, pero no sabía si lo quería lo suficiente como para permitir que lo dejase de nuevo. Todavía estaba sufriendo por eso.

—Como ya has señalado de manera tan elocuente con tus acciones... —Win apretó sus manos para prepararse para las palabras que iba a decir. Incluso sabiendo que harían doler su corazón— No estoy en condiciones de ser tu Demonas Amaté.

—Me disculpo si mis acciones te hicieron pensar eso, Demonas Amaté. Esa no era mi intención.

Win entrecerró los ojos. —¿Cuál era tu intención entonces, Bright? Me dejaste en la mitad de la noche, sin ningún mensaje aparente, ninguna nota, ni una sola palabra. ¿Cómo se supone que debo interpretar eso?

—Demonas Amaté, no es todo como parece —dijo Bright—. Yo tenía…

—¡Aléjate de él!

Win se dio la vuelta para ver a su compañero, Gulf, de pie a varios metros de distancia, un arma apuntando a Bright. —Gulf, ¿qué…?

—¡Mío! —gruñó Bright.

Win parpadeó sorprendido cuando sintió la mano de Bright envolverse suavemente alrededor de su cuello y tirar de él hacia atrás hasta que sus cuerpos estuvieron presionados juntos—. Bright, ¿qué…?

—Libera a mi pareja y podremos hablar sobre esto.

—¡Mío! —gruñó Bright de nuevo.

Win rodó los ojos. Podía ver a dónde estaba yendo esto, y que iba cuesta abajo rápidamente. Cuando el otro brazo de Bright se envolvió alrededor de su cintura, Win dio un codazo en el estómago del hombre. Oyó un gruñido, pero Bright no lo soltó.

—¡Maldita sea, Bright!

—Libera al detective Metawin —Gulf amenazó— o voy a tener que disparar.

Bright gruñó y apretó los brazos que había envuelto alrededor de Win. —Mi Demonas Amaté.

—Hombre, no me importa lo que pienses que es. Libéralo o te pego un tiro.

—¡Mío! —Bright empujó a Win más atrás a su pecho.

Tan bueno como se sentía, Win sabía que se enamoraría de nuevo de este guerrero para volver a perderlo, por lo que apartó su espalda a una pulgada de distancia del calor del cuerpo de Bright, sabiendo que sería imposible alejarse completamente.

La distancia era buena, le daba espacio para respirar, aunque fueran sólo una o dos pulgadas.

Gulf ladeó el arma, una mirada sin emociones volviendo su cara de piedra. Para ser un novato, el tipo tenía las bolas muy grandes. Win sintió un nuevo grado de respeto por el detective, aunque él estaba tratando de suicidarse aquí. —Mi paciencia se está agotando. Vamos. Déjalo libre.

—Yo no tengo paciencia. ¡Él es mi Demonas Amaté!

Gulf movió los ojos al suelo, indicándole a Win que quería que se tirara al suelo para poder disparar a Bright.

𝕯𝖊𝖒𝖔𝖓 𝖔𝖋 𝖆𝖎𝖗// 𝑩𝒓𝒊𝒈𝒉𝒕𝑾𝒊𝒏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora