Capítulo 3

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Era extraño despertarse al lado de alguien en una cama, y ​​era aún más extraño saber que lo habían observado durante la noche. Crowley nunca había compartido cama con alguien en 6.000 años y eso lo hizo sentir cohibido e incómodo de maneras en las que realmente no tenía ganas de pensar. No sabía cómo los humanos se ponían constantemente en posiciones vulnerables y ni siquiera lo pensaban dos veces.

—¿Te tumbaste aquí y me miraste dormir toda la noche como un gran bicho raro? —le preguntó a Aziraphale con más irritación en su voz de lo que pretendía.

Aziraphale se sentó. —Terminé el libro y durante la noche, sin saberlo, pusiste tu mano en mi brazo. No quería despertarte moviéndote, así que me quedé quieto.

Crowley contuvo un gemido de agonía. Bien, entonces su cuerpo lo había traicionado por completo y había intentado acurrucarse cerca de Aziraphale mientras dormía. Deseó haber sabido que haría eso antes de invitar a Aziraphale a su cama, pero no era como si hubiera tenido experiencias previas compartiendo cama. Se sentó y se frotó los ojos como excusa para ocultar su rostro. —¿Lo hice? —murmuró. —Lo siento.

—No hay necesidad de disculparse —dijo Aziraphale casualmente. —Fue una acción inconsciente.

—¿No pudiste irte a dormir? —Crowley lo miró con cansancio. —¿Tenías que simplemente mirar?

Él frunció el ceño ligeramente. —Lo intenté pero no pude. Todavía no lo domino.

—Parecías bien la otra noche —dijo Crowley. No pudo evitar que su vergüenza lo hiciera sentir molesto.

—No tengo el hábito como tú, así que mi cuerpo todavía no lo anhela —explicó Aziraphale y luego se levantó de la cama. —¿Voy a leer en el sofá otra vez esta noche? —preguntó, notando su malestar.

—Sí —refunfuñó Crowley.

No le gustaba alejar a Aziraphale, pero si su estúpido cuerpo iba a intentar moverse hacia él durante el sueño, era mejor que no volvieran a hacer esto. Estaba enojado consigo mismo por no anticipar que haría el ridículo. Se levantó de la cama y salió de la habitación hacia el consuelo de su cuarto de plantas. Allí podría estar lejos de Aziraphale y deleitarse con el temblor de las plantas ante su mal humor. Iba a revelarse si no tenía cuidado, y aunque consideraba esta situación como una oportunidad para lograr que Aziraphale se enamorara de él, no quería que sus propios sentimientos fueran totalmente obvios en caso de que no funcionara. Era un acto de equilibrio difícil. Además, a Aziraphale nunca le gustó moverse demasiado rápido y Crowley no quería sorprenderlo y repelerlo con sus sentimientos. Puaj. Que desastre.

*****

Después de recibir esa extraña llamada telefónica de Adam, los dos se separaron por el día. Crowley necesitaba tiempo para pensar. Fue desconcertante que Gabriel llamara a Adam para preguntarle sobre ellos dos. ¿Realmente no estaban siendo lo suficientemente obvios? ¿Tendrían que besarse durante una hora en público o algo así? Crowley probablemente se derretiría, y no de una manera cursi, sino literalmente se derretiría y causaría una escena si eso sucediera. Apenas podía mantener la compostura debido al contacto físico limitado. Hace un momento había sido un completo imbécil tratando de insinuar que tal vez podrían besarse con lengua y Aziraphale lo hizo callar por completo. Eso apestaba. Tuvo que caminar una hora en el frío para que la cara de Crowley dejara de arder después de eso. ¿Por qué los cuerpos humanos tenían tantas respuestas físicas a las emociones? Era realmente irritante e inconveniente.

Aparte de eso, el incidente había acabado seriamente con sus esperanzas de que Aziraphale pudiera quererlo. Todavía era posible, pero el rechazo le dolía, sin importar cuántas veces Aziraphale hiciera...

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⏰ Última actualización: Sep 26, 2023 ⏰

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