❤️‍🩹 Prólogo ❤️‍🩹

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Cuando la agencia no tenía mucho trabajo que hacer o estaban en sus días libres, normalmente tenían la costumbre de salir en grupos a hacer cualquier cosa guiados por tres personas en específico: Ranpo, Yosano y Dazai.

Los que iban con Ranpo tenían dos responsabilidades, el cuidarlo para que no se pierda al cruzar la calle y comprar dulces, pero era la tarea más simple y sencilla que pudieran tener en comparación a los demás, hasta podían comer de los dulces que compraron siempre y cuando no tocaran los de Ranpo, si uno pone en una balanza las actividades que los tres "líderes" de grupo hacen, ir con él es un sueño hecho realidad.

Los que iban por Yosano por otro lado eran más que nada arrastrados a hacer algunas compras, teniendo en el proceso que sobrevivir a esa aterradora mujer que les ponía a todos los pelos de punta si se acercaba medio centímetro más de lo que debería. Si tenían suerte ella se concentraba en sus compras lo suficiente para que ellos se escaparan unos minutos a hacer las suyas propias y volver antes de que se diera cuenta de que se escaparon en primer lugar, y así todos regresaban felices a casa, con problemas en los nervios, pero felices.

Los que iban con Dazai técnicamente estaban jugando a la ruleta rusa, no sabían qué harían y cuántos intentos de suicidio tendrían que evitarle a ese hombre, pero casi nunca repetían alguna actividad.

Ese día habían terminado el trabajo que tenían en la agencia rápido y pudieron salir divididos en esos mismos grupos, con Ranpo se había ido Kunikida para cuidarlo, con Yosano se fueron Kenji y Tanazaki, este último probablemente rezando por su propia vida, y con Dazai se fue Atsushi, y en estos últimos está el verdadero drama ese día.

Esta vez Dazai decidió llevar a Atsushi a un boulevard escondido de barrios bajos, un lugar al que iba de vez en cuando en sus tiempos como ejecutivo de la Port Mafia, había bastantes tiendas allí, de cualquier cosa, y entre esas cosas, había tiendas de comida a las que ellos se acercaron, sin Atsushi darse cuenta que era "comida exótica" de otros países que según Dazai cabía la posibilidad que su organismo no la soportara y lo llevará a la muerte, y francamente Atsushi lo veía viable, esa comida no parecía del tipo que aparecería en un anuncio de promoción de comida, hasta le daba miedo probar un bocado, por lo que recurrió a su mejor opción en ese momento...hacerse el loco.

Dejando a Dazai comiendo solo, Atsushi se levantó de su silla y empezó a mirar a los alrededores esperando encontrar otra cosa que poder comer, a esa hora ya enserio tenía hambre, y miró por todo ese boulevard queriendo encontrar algo...

Y lo encontró, más no era algo que llevarse a la boca, sino algo que lo dejó con los ojos abiertos de la sorpresa.

-Dazai-san, ¿ese no es Fukuzawa-san?-preguntó Atsushi rápidamente moviendo un hombro del castaño.

-¿Aquí? Debes estar viendo- mal...

Cuando Dazai miró hacia donde Atsushi miraba se le cayó el cubierto de las manos, sí, efectivamente ese el presidente, allí, en ese Boulevard de muy mala muerte...con una persona pegada a él de su haori.

Ninguno de los dos estaba creyéndolo, pero enserio había un muchacho más o menos entre la edad de Dazai y Atsushi agarrado a Fukuzawa como si su vida dependiera de ello, ambos podían asegurar que parecía que si se soltará se iba a asustar de su propia sombra, pero no es eso lo que les importaba, importaba ¿qué hacia Fukuzawa en un lugar como ese? Y más importante, ¿quién era ese muchacho que iba con él?

Sea quien sea parecía que el presidente lo tenía bien cuidado, ya que en un momento se detuvieron nada más para que ese azabache se metiera dentro del haori del mayor a un costado del mismo, quien además puso su brazo para acercarlo más a él y otorgarle otro pequeño grado de protección, y por si no fuera poco, solo habían visto a Fukuzawa comprarle dulces a Ranpo y juguetes para gatos a la mascota de Haruno, jamás lo habían visto usar su dinero para alguna otra cosa, pero ahora mismo lo estaban viendo comprarle ciertas cosas de orígen extranjero a ese muchacho que iba con él, en una tienda que por lo que podían leer era de objetos de Reino Unido.

El presidente no pareció notarlos a ninguno de los dos a pesar de que se le quedaron mirando por un largo rato, estaba bastante concentrado en ese muchacho para prestarle atención a algo más, y tan pronto como terminó de llenar una pequeña bolsita con tés y algunas especias se fue junto con ese muchacho del boulevard...

La cara de Dazai y Atsushi en ese momento valía oro, en blanco, con la boca abierta, ¿acababan de alucinar o enserio habían visto a Fukuzawa con...quien sea que fuera ese tipo? Dejándole pegarse tanto a él, comprándole cosas del otro lado del mundo...¿acaso-?

-¿Quién se supone...?

-¿Quién era ese tipo?

Ambos estuvieron a punto de gritar al escuchar esas voces, pero dos personas que acercaron rápidamente para taparles la boca, Chuuya de la Port Mafia a Dazai y Tetchō de los Perros de Caza a Atsushi, ambos en busca de que ninguno llamará la atención de sus respectivos jefes, quien eran los que habían hablado con la sangre hirviendo de rabia.

Por alguna casualidad cómica de la vida, ambos estaban en el Boulevard donde ellos estaban, ambos habían visto tal cosa del presidente de la agencia, y nunca un acercamiento entre dos personas los había puesto tan furiosos.

Y es que a pesar de todo lo que ha pasado, Mori y Fukuchi siguen poniéndose celosos de ver a alguien que no sea uno de ellos tan cerca de Fukuzawa.

Celos [ Mori / Fukuzawa / Fukuchi ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora