❤️‍🩹 Capítulo 3: Profesional

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La casa en la que resultó estar la joya, aunque nadie más allá de Mori lo sabía, era una instalación grande, de dos pisos, sobre la antigua casa donde Fukuzawa y Mori tuvieron su primera matanza juntos y la última en su batalla del canibalismo, fue tanto por apreciar por lo menos en más viejo de esos recuerdos que Mori decidió reconstruirla y sacarle provecho como almacén de varias pertenencias de gran valor de la Port Mafia, entre ellas la joya que era el motivo de su venida a esa casa, que bien podría seguirse llamando así por la clase de diseño de interior que tenía, ya que más que almacenar esas pertenencias, las usaba de decoración para el lugar, perfecta réplica de ese lugar especial para los líderes de la ADA y Port Mafia respectivamente, donde además de esas noches donde sangre terminó cubriendo el piso, también compartieron noches acostados sobre esa sangre derritiéndose en los brazos del otro...

Pero esa es historia para otra ocasión, su objetivo no era rememorar un tiempo que seguramente solo Mori apreciaría y los demás o podrían cara de asco, en el caso de la agencia, o se enojaría por saber lo que hizo su ex amada pareja con la persona por la cual terminaron su relación, ha estado aguantando demasiado tiempo el sacar su espada en contra de Mori que mejor sería proseguir en lo que se verdad les interesa, que es atrapar con las manos en la masa a ese tipo que para furia de ambos mayores presentes parecía estar coqueteando con el hombre que aún ninguno de los dos superaba.

Y mientras más rápido lo atraparán más rápido podrían descuartizarlo, era la mejor forma de sacar a alguien del camino en lo que respecta los intereses románticos de la persona a la que aún tienes esperanzas, que los de la ADA saben que son en vano, de recuperar.

–La joya debería estar aquí...en alguna parte–dijo Mori llevando una mano a su mentón, tratando de recordar en qué parte de la habitación se guardó la joya.

–Aquí hay muchas cosas que valen más que mis riñones juntos–dijo Yosano mirando a todo a su alrededor–tal vez se lleve algo más

–Cada una de estas cosas está rodeada de láseres, le sería complicado—

–¡Cuidado!

Entre Kunikida, Yosano y hasta Mori detuvieron en seco a Tanizaki cuando quiso dar un paso más hacia delante, y que bueno que lo hicieron, ya que de inmediato se activó a sus pies un sistema de láseres que además de ser una obvia alarma, también emitían cierto calor, dando a entender que eran láseres corta carne puestos estratégicamente para cualquier tonto que quisiera robar algo de ese lugar se quedará sin ningún pie para poder escapar.

Y viendo cómo cortó de un tajo un mechón del cabello que caía sobre su frente, quedó aún más claro.

–Rodeado de láseres, se entendió el punto–dijo Tanizaki recuperando la estabilidad.

–En fin, busquemos la joya sin tocar los láseres–dijo Kunikida mirando a sus alrededores buscando un camino preciso–si la conseguimos podremos tener el tiempo suficiente a ese muchacho para hacerle algunas preguntas

–Kunikida-kun~ nunca pensé que serías tan chismoso como nosotros–dijo Dazai nada más para burlarse de Kunikida.

–¡Es por el bien de la agencia! No quiero que por algún engaño se nos acuse de robo–dijo Kunikida golpeando a Dazai en la cabeza para que se dejara de tonterías.

–Dios, ¡pónganse serios! Hay que atrapar a ese mocoso antes de que se lleve la joya–dijo Fukuchi empezando a exasperarse.

–¿Para eso han venido todos...?

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⏰ Última actualización: Feb 25 ⏰

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