❥ Dance .・。.・゜✭

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No entendías

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No entendías. Simplemente no entendías que había salido mal. Estabas ahí, apuntando tu arma al imbecil y de pronto estabas en el suelo y tu cabeza daba vueltas alrededor. Si no hubiera sido porque Rudy entró rompiendo la puerta te hubieran metido una bala directo en el craneo.

Entonces los gritos de Alejandro llenaron tu mente y mientras tratabas de procesar todo escuchabas como él y Rudy discutían por culpa del maldito estrés y porque habían perdido a tres Vaqueros en la persecución de Valeria. Alejandro estaba emputado. Pero tú también. Porque te había dejado sola para ir a perseguir a la mujer solo y dárselas de héroe.

¡A dónde chingados crees que vas! — lo escuchaste gritarte mientras empujabas la puerta del gimnasio del cuartel para irte a tu habitación.

Alejandro ya, déjala en paz.

Rudy, tu Rudy. Siempre abogaba por ti cuando tu rebeldía pasaba los limites. Pero esta vez no había sido por tu culpa, había sido culpa de la impertinencia de Alejandro. Ya le habías gritado lo suficiente y no querías seguir viéndolo no gritándole. Sabiendo que solo era producto de la ira que sentías por la impotencia. Y tú dulce Rudy, te había enseñado muy bien a aprender a controlar tus impulsos de ira con el tiempo. Y tenías que admitir que te dio gusto la semi sonrisa que te dio justo antes de que desaparecieras por la puerta hacia el pasillo. Porque sabías que estaba orgulloso del control de tu temperamento.

Nadie pensaría que él siendo alguien tan dócil y lleno de temple, escondía un animal salvaje detrás de esa sonrisa y te daba mucho gusto, ser la única al que él podía llamar, mi amor.

La única otra cosa que te podía calmar era bailar. Cosa que nunca se pudo convertir en tu trabajo, porque conociste el ejercito y te enamoraste de todo lo que eso conllevaba, considerando de manera feliz tener tu propio tiempo para bailar de vez en cuándo.

Y el ballet. Era la segunda cosa que siempre lograba calmarte. Así que a penas llegaste a tu habitación te quitaste los zapatos, cogiste tus zapatillas de ballet, te amarraste el pelo en una ligera coleta y abrirse el cajón de tu roja para sacar la pequeña falda de ballet rosa de seda que Rudy te había regalado el año pasado para navidad.

Tomaste tu teléfono y pusiste una canción, Mitski - first love/late spring.

Comenzaste a moverse despacio en el espacio que hacías al empujar tu cama contra la pared y tus movimientos se volvieron cada vez mas rudos y emocionales a medida que la canción bamboleaba con el ritmo. No era precisamente una canción de ballet como tal pero podías interpretarla a través de tus emociones mientras tratabas de apartar esos pensamientos llenos de rabia.

No pasó mucho hasta que viste que tu puerta se abrió pero no te detuviste. Sonreiste y seguiste bailando con tus brazos y pies, una obra de arte que el consideraba tener el privilegio de tener solo para él. Te rodeó despacio, con las manos en la espalda no perdiéndose ni uno de tus movimientos y de pronto, mientras estirabas una de tus piernas hacia arriba sentiste sus manos en tus caderas y su cuerpo en tu espalda.

Su respiración suave en tu nuca mientras bajabas la pierna y dejabas caer tu cabeza en si pecho, ondulando tu cuerpo en un movimiento giratorio. Tus manos sobre su pecho mientras bajabas y girabas y lo rodeabas. Sus ojos te seguían con adoracion, te alejaste y volviste envolviendote con sus brazos. Sus labios tocaron la piel sensible debajo de tu oreja y su mano se plasmo a lo ancho de tu vientre haciéndote perder el hilo de los movimientos.

—Ya pasó mi amor — susurró son sus labios moviéndose a lo largo de tu cuello — ¿Quieres hablar de ello?

—No — dijiste en un hilo de voz dejando caer tu cabeza en su pecho, dándole libre acceso a tu piel — todavía no me relajo del todo.

—Oh mi vida yo puedo arreglar eso — sus labios se movieron hacia arriba y sosteniendo tus caderas te giró con suavidad para que lo miraras a los ojos — te ves tan linda cuando bailas.

Suspiraste dejando caer tu frente contra sus labios mientras él te envolvía con sus brazos.

—Fue mi culpa — dijiste en un susurro — culpé a Ale pero yo fui la tonta que titubeó porque vio al niño. Por eso él tuvo que ir solo a perseguir a Valeria.

—No fue culpa de nadie de aquí ¿De acuerdo? — besó reiteradas veces tu rostro — estas cosas pasan, vamos a arreglarlo ¿Si? Los dos estaban muy cabreados y la cagaron gritándose cosas sin sentido.

—Pensé que Valeria iba a matar al niño Rudy — susurraste finalmente dejando salir la razón de todo tu comportamiento — me aterré. Perdí la cordura. Y me bloqueé.

Mi amor — él tomó tu rostro entre sus manos y te hizo mirarlo, secando tus lágrimas con sus pulgares — el niño está bien, Alejandro lo sacó de ahí y está con su mamá ahora.

—Lo sé, Ale me dijo mientras me gritaba — hiciste un puchero — soy una idiota.

—No lo eres.

—Lo dices porque me amas.

Te amo, y no lo digo por eso. Eres hermosa mi amor, fuerte e inteligente y humana. Es de humanos errar y tener sentimientos, no somos putas maquinas — te hizo sonreír revoloteando los ojos y luego te miró a los labios mientras las tuyas bajaron el cierre de su chaqueta militar — y eres mía. Y siempre te voy a proteger.

—Eres tan dulce Rodolfo.

Tus labios rosaron los suyos y él gruñó vibrando en lo más profundo de su garganta.

—¿Y quieres que sea dulce ahora mi amor? — su mano derecha trazó toda tu espina dorsal haciéndote gemir.

—No — deslizaste tu lengua por sus labios y llevaste tus manos a su cinturón — quítame la rabia como solo tú lo sabes hacer.

—Con mucho gusto mi princesa — te besó el cuello con un suave mordisco, tan tierno que no esperaste que te gira bruscamente contra la cómoda, empujando tu espalda hacía abajo presionando sus caderas contra tu trasero — agárrate fuerte.

No alcanzaste a hablar cuándo te bajó los pantalones y la ropa interior de un tirón. Te reíste por lo bajo y te llenó de golpe.

—Rodolfo...

Tus gemidos se escucharon hasta el comedor y los de Rudy, que decir. Desde su oficina Alejandro alzó las cejas y se echó a reír ya también más calmado, con su no sé qué debajo del escritorio.

A la verga...

—¿Humm? — la chica se quiso alejar pero Alejandro la sujetó con hábil ternura para volver a llenarle la boca — ¿Quieres que pare?

No, no tu síguele mi amor... lo estás haciendo muy bien... — y echó la cabeza contra el respaldo de su silla.

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Final inesperado Jajaja [Qué se creían? Que Ale se iba a quedar sin desestresarse? 🥴]

🥀Final inesperado Jajaja [Qué se creían? Que Ale se iba a quedar sin desestresarse? 🥴]

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「 𝑯𝑬𝑨𝑫𝑪𝑨𝑵𝑶𝑵 & 𝑺𝑷𝑰𝑪𝒀 𝑺𝑯𝑶𝑻𝑺 𝑪𝑶𝑫」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora