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—La mudanza llega mañana, voy a quedarme. Alguien tiene que ir a recibir los muebles...
—¿Me estás tomando el pelo? — él gruñe mientras todavía sigue afirmado con las palmas contra la mesa mirando el mapa frente a sus ojos.
—¿Tengo cara de querer tomarte el pelo? — estás cruzada de brazos al borde de la mesa, tus labios forman una linea mientras espetas que te mire a los ojos.
Finalmente después de varios minutos Alex te mira y sus ojos azules lucen incluso más que preocupados que desde hace un rato. Exhala tratando de encontrar un punto de calma ante sus emociones y se endereza para darte toda su atención.
—¿Estás segura de esto? — se aclara la garganta y se acerca, moviendo una mano para alcanzar tus dedos — puedo pedir vacaciones y volver para ayudarte y...
Niegas con la cabeza mordiéndote el labio.
—Estaré bien y estaré segura. El viejo me va a ayudar con la mudanza.
—Voy a volver antes de que...
—Tienes que volver antes de que nazca, Alex. Eso es más que obvio — sonríes cuándo ves que deja caer la palma de su mano sobre la tela de tu camiseta y la mete abajo, tocando la piel de tu vientre — estaremos bien.
—Lo sé. Es mucho mejor a que vengas conmigo. No quiero ponerlos en peligro. Pero incluso había pensado de todo para mantenerte segura allá. Van a hacer falta tus capacidades científicas.
Te ríes, pasando tus dedos por su cabello corto, acariciando la piel de sus mejillas.
—Ve tranquilo ¿Si?
—Voy a estar tranquilo cuando vuelva a tu lado — su mano traza circulos sobre tu vientre y se acerca a ti sobre tus labios — cuando pueda tener tiempo de acurrucarme contigo en la cama y ver crecer a mi hijo en tu vientre.
—Alex...
—Maldita sea cariño, voy a perderme su primera ecografía — sus labios se deslizan a tu cuello, su barba te hace cosquillas y tus manos se aferran a su brazos largos — la primera vez que te patee. O se mueva. Joder... prométeme que le pondrás música clásica de Starwars.
Te ríes acariciando con tus dedos sus hombros mientras llegas a su nuca y él esconde su rostro en la curvatura de tu cuello y hombro.
—Lo prometo mi amor — besas su cabeza — no tardes ¿Sí? Vuelve antes de que nazca.
—Lo haré — gime besando tu cuello, sus brazos te rodean y te aprietan con fuerza, sus labios encuentran su camino a los tuyos y te roba la respiración mientras su lengua se une a la tuya y te aferras a él con toda la fuerza y preocupación del mundo — Te amo — susurra rompiendo el beso con ternura mientras se agacha lo suficiente para levantar tu camiseta y plasmar un beso en tu vientre — te amo.
Price entra en la oficina mientras viene peleando con Ghost sobre algo sin importancia. Al ver a Alex agachado se dan la vuelta como si pensaran que estaban haciendo algo indebido.
—¡Vayan a un motel muchachos! — exclama tapándose los ojos, miras hacia atrás y vez a Ghost contra la pared tieso. Una risa espontánea, larga y sonora se escapa de tu boca.
—Tranquilos, tranquilos niños. Papá solo estaba despidiéndose de su bebé — te giras bajándote la camiseta mientras Alex se gana detrás de ti con una sonrisa burlesca. Price y Ghost se giran temerosos.
—¿Estás embarazada? — Ghost pregunta con asombro mientras te mira. Asientes moviendo la cabeza con una sonrisa y miras a Price.
—Felici... dades — has sido su compañera por mucho tiempo y la idea de tener otro ser humano dentro de ti a Ghost le parece algo extraño, pero trata de buscar signos de amabilidad en su interior mientras te mira, más tarde invitará a Alex a una copa para celebrarlo — todo está listo para irnos, Alex.
—Bien — te giras a tu esposo y pones tus manos sobre sus hombros — Capitan...
—La cuidaré con mi vida, chico.
Alex asiente agradecido y se inclina para besarte.
—Espera por mi...
—Lo haré siempre — lo besas de vuelta, envolviendo tus brazos alrededor de su cuello para intensificar el beso — siempre.
