W̶o̶o̶ ̶D̶o̶h̶w̶a̶n̶ | 'Everybody's falling in love and I'm falling behind'
¿Aunque ya se haya rendido ante el amor, será posible enamorarse una vez más?
Hana se encuentra atrapada en una incómoda relación con una persona desconocida, Dohwan, quien...
—Perdóname. —pasó de largo de Dohwan, el cual se quedó atónito por lo que acababa de pasar.
—¡Ey! ¡Espera! —fue detrás de la chica de cabello color miel, sin importarle su almuerzo o la gente que estuviera a su alrededor.
—¿Sabes quién es? —preguntó Joowon a Jieun con recelo.
—Ni idea. Vamos a comer, ¿sí, cariño? —tomó el brazo del castaño, jalándolo hacia una mesa. No tenía interés en lo que pasaba con Hana.
La cafetería volvió a su ritmo habitual después de lo sucedido, mientras una persona de servicios generales limpiaba el desastre que Hana había causado mientras esta se encontraba escondida en la enfermería.
—Toc, toc. —asomó su cabeza delicadamente por la blanca pero transparente cortina que los dividía.
—¿Qué quieres? —rápidamente limpió sus mejillas, que ya habían sido víctimas de sus lágrimas, y su nariz que estaba como la de un payaso.
—¿Puedo saber qué es exactamente lo que está pasando? —Dohwan tenía la especialidad de hacer esos gestos que causaban debilidad en Hana.
—Escuché que subieron algo sobre mí al foro estudiantil. —dijo con la voz frágil.
—¿Y eso qué tiene de extravagante? Las personas dirán muchas cosas de ti siempre, no tienes que prestar atención a esas cosas. —Por más impresionante que fuera, el pelinegro estaba siendo de ayuda.
—Es que no lo entiendes. —jugó con sus pies moviéndolos hacia adelante y hacia atrás, como si estuviera en un columpio.
—¿Qué no entiendo? —observaba con atención las piernas de Hana.
—Tú también estás incluido. —dijo con dificultad, cerrando los ojos. No quería ver la reacción de Dohwan.
—¡Oh! Ahora todo tiene sentido. —al recibir una mirada confusa por parte de la más pequeña, se vio en la obligación de explicarse— Ah, cuando salí de la cafetería para buscarte, muchas personas se quedaron viéndome...
—¡¿De verdad?! —con sus manos revolvió todo su cabello— ¡Lo siento! ¡No quería meterte en problemas! —terminó con una reverencia casi de 90° para expresar su vergüenza.
—Oye. — puso su mano con firmeza en la cabeza de Hana, dando una pequeña caricia en su cabello— Tú me agradas, no me molesta que me relacionen contigo. ¿Entiendes? —bajó la mirada para hacer contacto visual con la más baja, notando inmediatamente que esta se había sonrojado por lo anteriormente dicho.
—Sí... De todas formas, lo lamento. —no podía mirarlo a los ojos, es más, ni siquiera podía ver su rostro.
—Ya está bien, no te disculpes más. —se acercó un poco más a ella para abrazarla y dar pequeños toques en su cabeza. Finalmente se acomodó y se dirigió hacia la puerta— ¡Ah! Gracias por mi buzo. —terminó su hablar con un guiño que dejó sin palabras a Hana.
—Este tipo... —había algo que le molestaba, pero al mismo tiempo lograba hacer que le gustara.
La confianza que tenia con ella era impresionante, como si se conocieran desde hace mucho tiempo atrás, pero no recordaba haber visto al pelinegro anteriormente.
Pero a todo esto, ¿Qué era exactamente lo que estaba en el foro? ¿Y quién lo había subido?
Dohwan sacó su celular mientras caminaba por los pasillos, encontrando fácilmente la publicación de la que todos hablaban. En efecto, en la foto publicada estaban Hana y él haciendo la entrega del buzo.
Rio tontamente al ver la diferencia de altura que había entre los dos, lo que hacía ver a la de cabello miel mucho más tierna de lo que ya era. Pero eso no era algo en lo que debía enfocarse ahora.
Era obvio que alguien cercano a Hana estaba haciendo esto. No sabía muy bien con qué fin, pero no podía dejar que ese obstáculo arruinara su misión.
Solo tenía que hacer una cosa: encontrar a alguien que valore a Hana, es su único valor como el cupido que es.
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