005

148 16 6
                                    

     —Estoy tan cansada que siento que se me van a caer las extremidades. —tan pronto como llegó a su casa, se tumbó en la cama, esperando poder descansar— Tenías razón mamá, sentir cansa, y mucho.

     Este era uno de esos momentos en los que quería huir de todo y de todos, pero, para ser sinceros, si lo hiciera no tendría a dónde ir, lo cual lo hace aún más triste. Estaba dispuesta a sumergirse en sus pensamientos y dejar que una vez más se llevaran otro pedacito de su corazón; sin embargo, el sonar de su teléfono la despertó.

     —¿Hola? —el tono de su voz era somnoliento.

     —Perdón, ¿te desperté? —era Dohwan, ni siquiera se había percatado de quién provenía la llamada.

     —¡No! No... Estaba despierta solo, que... —estaba tratando de encontrar alguna excusa decente— No sé...

     —Está bien no saberlo a veces, supongo que estabas descansando. ¿Puedo hacerte una pregunta? —aún tenía unos minutos antes de que el compañero del señor Park se despertara, y no planeaba desperdiciarlos.

     —Claro que sí.

     —Sé quién fue la persona que subió la nota al foro, quiero mostrarte quién es, pero no sé si... Si puedo ir a tu casa, ¿Me lo permites? —¿Por qué estaba tan nervioso? Usualmente no era así, no actuaba así.

     —¡¿Mi casa?! —Hana se sorprendió al escuchar las palabras del pelinegro, sin embargo, pensó que la situación lo ameritaba— Sí, sí puedes, te enviaré mi dirección, ¿Puedes llegar?

     —Claro, eso no es un problema para mí. —guardó el video de gran importancia en la memoria que llevaba, se deshizo de su disfraz y se dispuso a salir de la habitación— Estaré allí en unos 10 minutos, ¿Va?

     —Sí. Adiós. —separó el teléfono de su oreja lentamente, como si estuviera en un estado de shock, sin poder mover ni un solo músculo. ¿Por qué Dohwan quería entrar a su casa? De solo pensarlo, sus mejillas empezaron a arder, y entonces entendió que estaba enamorándose de él— No de nuevo...

     Escuchó el timbre de la puerta y fue a abrir inmediatamente.

     —Llegaste muy rápido. —estaba sorprendida, habían pasado 10 minutos exactos.

     —Ah, es que no quería hacerte esperar, sé que estás cansada. Perdón, no era mi intención venir tan tarde. —su prioridad ahora mismo era Hana, y debía asegurarse de que ella estuviera bien en todos los sentidos.

     —¡No te preocupes! Esto es más importante, ¿no es así? —le pasó a Dohwan unas pantuflas para que las usara dentro de su casa— ¿Quieres algo de beber? ¿O tal vez ramen?

     —¿Ramen? ¿Qué estás insinuando? —se acercó insistentemente a la chica de cabello color miel— ¿Estás tratando de decirme otra cosa o solo quieres comer?

     —¡Solo comer! No tengo nada más, es lo único que te puedo ofrecer... —tocó rápidamente sus mejillas, notando que ya estaban calientes, lo que significaba que seguramente el pelinegro ya había notado su rubor— No me malinterpretes, ¿sí? ¿Quieres que guarde eso por ti? —señaló el casco que tenía en la mano.

     —¿Esto? No, está bien, puedo tenerlo conmigo todo el tiempo. — se alejó para que Hana pudiera respirar y tomó asiento en el sofá— ¿Tienes agua? —la más pequeña asintió a lo lejos, no era capaz de hablar— Me das un vaso por favor.

     —¿Qué es lo que me querías mostrar? —preguntó con curiosidad mientras sostenía el vaso de agua.

     —Es algo que, no sé si te guste... —sabía que ver el video de las cámaras de seguridad no le sentaría nada bien a Hana, pero tenía que hacerlo— Puedes verlo después sin mí.

     —No, está bien, tú viniste hasta aquí para mostrármelo, sería grosero si no lo veo contigo. —sonrió cálidamente, ocultando el hecho de que estaba muy nerviosa.

     —Está bien. Siéntate a mi lado, así si te desmayas de la sorpresa puedo atraparte.

     —Que tonto. —soltó una pequeña risa, pero hizo caso a las palabras de Dohwan.

     Dohwan empezó a reproducir el dichoso video. Al principio, solo se veía un lugar vacío, pero conforme fue avanzando, llegó una persona que se podía definir con precisión: era Jieun. Supuso que podría pasar, después de todo, ella siempre había tratado de rebajarla a cualquier costo. Era más una enemiga que una amiga, pero igualmente, a pesar de que ella lo sabía, verlo era otra cosa, y eso dolía aún más.

     —¿Estás bien? —el pelinegro preguntó con preocupación.

     —Sí, tenía mis sospechas, pero ahora las confirmé, gracias. —a pesar de su intento por ocultarlo, en su voz era notoria la tristeza— Aunque, ¿cómo lo conseguiste?

     —Tengo mis contactos. —sonrió orgulloso— ¿Aún está en pie tu ramen?

¿Entendieron la referencia del ramen? Supongo que si, ya que cada vez es más popular

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¿Entendieron la referencia del ramen? Supongo que si, ya que cada vez es más popular. ૮ • ﻌ - ა

¡Si te gusto, me ayudas mucho con tu voto! ^^

⁂ | Cupid ?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora