Capítulo 3: Tentación.

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Matt volvió a la oficina para llamar a Karen, necesitaba confirmar si ella sabía donde vivía el fiscal Davis y a la vez investigar la razón por la cual Melissa lo mencionó. 

Una vez Karen contestó ella reaccionó asustada pensando lo peor.

-¡¿Matt estás bien? ¿Dónde estás?! 

-Hola, Karen. Todo está bien, estoy en la oficina.

-¿Qué? Son las 4 am, pensé que algo te había sucedido.

Matt le pareció algo lindo la preocupación de Karen. 

-Gracias por preocuparte, pero sigo trabajando en el caso. Encontré otra vez a la mujer que me atacó en el techo, está vinculada a Rachel y lo único que me dio luego de casi matarme era el Fiscal Davis, quiere que la vea donde vive el fiscal. ¿Tienes alguna idea de porqué?

-Davis es uno de los fiscales con más prestigio en Nueva York, intachable e implacable. No sé porque lo buscaría, pero sé quien puede saber donde vive. Tal vez ella busque ayuda del fiscal.

-Parece que ella solo persigue a quienes estén relacionados con la organización. 

-¿Dices que puede ser corrupto?

-No lo sé. Pero si no llego a tiempo tal vez ella lo mate. 

-Dijiste que trató matarte, ¿Por qué luego te daría una pista de a donde va?

-Creo que le gusta jugar con Daredevil. 

-¿Como lo hacía Elektra?

Esa respuesta le trajo cientos de recuerdos a Matthew. No supo como responder a ello, solo guardó silencio.

-Te enviaré la dirección en unos minutos, Matt. Cuídate. 

-Tu igual. 

Matt colgó tratando de concentrarse de nuevo, pero la verdad es que la herida que dejó Elektra más no haber recuperado a Karen, le seguían afectando. 

Luego de 5 minutos recibió la dirección y su celular lo pronunció. 

En un pent-house de lujo el fiscal estaba durmiendo junto con dos mujeres, su esposa se encontraba en la casa familiar en Westchester pensando que su esposo había viajado a la ciudad solo por trabajo como siempre. Pero evidentemente no era la verdad. 

Melissa había forzado la entrada y uso su dispositivo para no activar la alarma, lo adhirió al sistema así que nadie los interrumpiría.

Ella tenía en su mano una 9mm y pensó en las maneras que torturaría al hombre. Pateó la cama y los tres se despertaron asustados, le ordenó a las mujeres vestirse y retirarse, pero cuando el fiscal Davis trató de tomar su arma en la mesa de noche ella le piso su mano provocando un escandaloso grito. 

-¡¿Quién carajos eres?! ¡¿Acaso no sabes quien carajos soy?!

-Precisamente estoy aquí por eso, Davis. El disco duro, quiero saber donde está. 

El hombre trató de sentarse en su cama mientras agarraba su mano que estaba hinchándose, no sabía como reaccionar, Melissa ya le había quitado el seguro al arma que ahora apuntaba al rostro del fiscal.

-No sé de que hablas. No tengo ningún disco.

-No, pero solo usted sabe quien. Sé para quien trabaja, sé las cosas que ha hecho, sé las personas inocentes que ha mandado a prisión, sé incluso de las niñas con las que ha estado. Todo. Es importante para ellos. Si lo mato habrán muchas preguntas, así que dígame y tal vez solo tal vez no lo mate, pero si lo voy a herir. 

The Devil's Heart | Matt MurdockDonde viven las historias. Descúbrelo ahora