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BETTY

Estaba acostada en mi cama cuando siento un peso sobre mi cuerpo, con una gran sonrisa me giro para encontrarme con Mateo, mi niño del alma. Poco después de casarme con Armando ambos decidimos intentar tener un bebé, por suerte al poco tiempo supe que estaba embarazada, durante el embarazo todo fue perfecto al igual que antes, pero después del nacimiento de mi niño Armando cambio completamente, durante mi baja por maternidad él fue el encargado de presidencia, pues desde que volví de mi viaje con Catalina yo me había hecho cargo de la empresa, durante los meses que duro mi permiso Armando se centraba solo en el trabajo, y luego cuando volví pensé que todo regresaría a la normalidad, pero como una estúpida me lo creí.

Se que Armando me es infiel, hace más de un año lo se, pero sigo con él por mi hijo, no quiero que Mateo crezca sin su padre, aun que Armando no esté presente mucho en su vida.

-Ma, maaa teno amble – sonrío al escuchar como habla, es inevitable, es muy gracioso como pronuncia las palabras, pero es normal en apenas un mes cumplirá los tres años.

-Ya voy cielo – digo levantándome y llevándolo en brazos a la cocina.

-¿Cómo has dormido mi amor? - digo mientras lo siento en su silla especial y beso su cabeza.

-Bien, ¿papá? - todos los sábados me hace la misma pregunta, pregunta por Armando.

-No cariño, papá no está, pero podemos ir nosotros al parque cuando termines de desayunar – digo intentándolo animar.

Todos los sábados Mateo y yo solemos ir al parque, luego comemos en casa de mis padres y a la tarde regresamos a casa, ya es como una rutina, pero siempre pregunta por su padre, y yo siempre respondo lo mismo, Armando nunca viene a dormir los viernes por la noche, se que se va con Mario y no regresa hasta el domingo por la mañana, solo para estar todo el día durmiendo.

Mateo lo nota, a pesar de ser un niño pequeño sabe que su padre no es como los de sus amigos de la guardería, muchas veces a llorado porque su padre no lo va a recoger, de normal suelo ir yo pero cuando me surge una urgencia en la empresa es mi madre quien se encarga o incluso Roberto.

Cuando ya estuvimos listos salimos andando al parque, a Mateo le encanta, es una de sus actividades favoritas y muchas veces a llorado porque se nos tenemos que ir, luego le digo que vamos a ver a sus abuelos y se le pasa, mi padre a pesar de ser muy estricto consiente mucho a mi bebé, él y Roberto más de una ocasión se han unido para darle cosas a mis espaldas, aunque no son muy disimulados, pero con ver la cara de felicidad de Mateo lo olvido.

-Ma mila – dice mostrándome un puesto de helado.

-Cariño porque no juegas un rato y luego compramos uno – le digo acariciando su pelo, él solo asiente y lo veo correr hacia los niños que ya hay jugando.

Estaba tranquila viendo a Mateo jugar con otro niño en la tierra, parecía muy entretenido y sin evitarlo mis pensamientos fueron hacia Armando, solo seguía casada con él por nuestro hijo pero una así el no le presta atención, entre semana se la pasa en el trabajo y cuando llega a casa si es que llega se va directo a su habitación, porque desde que descubrí sus engaños hemos dormido separados, luego los fines de semanas se los pasa de fiesta cuando llega solo duerme y el lunes la misma rutina otra vez. Sabía que esto le afectaba a Mateo y con una mira hacia mi hijo lo había decidido, me divorciaría de Armando.

Vi a Mateo correr en mi dirección cosa que me alarmo, me puse de pie y comencé a caminar en su dirección, cuando vi como Mateo chocaba contra alguien y caía al suelo.

-¿Mateo cariño estas bien? - dije cuando me acerqué, la mujer con la que había chocado estaba ayudándolo a levantarse.

-¿Estás bien pequeño? - escuche su voz, pero yo conocía esa voz.

-¿Marcela? - pregunté extrañada.

-Beatriz – dijo ella cuando se levanto con Mateo en sus brazos.

-Mateo tienes que tener cuidado – dije acercándome para comprobar que no tenía nada y él solo me asintió jugando con una pelota pequeña en sus manos.

-Mila, Alan me la ha dado – dijo mostrándome la pelota.

-Parece que no se ha hecho nada – dijo Marcela mirándome.

-Es muy inquieto, lo siento a veces no mira – dije fijándome en lo linda que estaba, hace casi cuatro años que no la veía.

-No te preocupes, es normal en los niños solo piensan en jugar – dijo sonriendo.

-Helado – dijo Mateo sonriendo.

-Bueno y parece que en comer helado – dijo Marcela aun cargando a Mateo.

-Si, a Mateo le encanta – dije mirándolo.

-Bien, ¿qué les parece si vamos por un helado? Yo invito por el pequeño incidente – dijo.

-No es necesario – dije.

-De verdad yo invito hace tiempo que no nos vemos – dijo mirando ahora a Mateo que sonrió al saber que tendría helado.

-Siiii helado ma – dijo dando pequeñas palmadas con la pelota aun en sus manos.

-Esta bien, dejame y lo cargo – dije estirando mis brazos para tomar a Mateo.

-No hace falta puedo llevarlo – dijo acomodándolo, me iba a acercar.

-No ma, yo con ella – dijo apuntando a Marcela con su dedo y agarrándose con la otra mano en la ropa de Marcela, al perecer me ha cambiado por ella ya que le va a comprar un helado.

Fingiendo enfado por el rechazo de mi propio hijo comencé a andar dejándolos ahí, escuche la pequeña carcajada de Marcela y sin evitarlo sonreí.

Durante el helado estuvimos hablando, Marcela me contó que había vuelto para trabajar en Ecomoda de nuevo, cosa que me alegro porque antes de que se fuera nos hicimos amigas, estaría bien volver a tenerla en la empresa, no me quiso contar por qué se había ido. De vez en cuando Mateo le contaba cosas a Marcela, como lo que había comido, sus juegos favoritos, Marcela le prestaba completa atención y era algo que se me hacía muy tierno, apenas lo acaba de conocer y parecían tener una muy buena conexión.

Después de terminar el helado nos despedimos de Marcela, dijo que la semana siguiente se presentaría en Ecomoda, luego de eso Mateo y yo nos fuimos a casa de mis padres como solemos hacer. El fin de semana lo pasamos como de costumbre, Armando solo vino el domingo y no nos presto atención alguna. Lo único diferente fue que no me pude sacar de la cabeza a Marcela, se veía hermosa y la verdad no sabía que me pasaba, la conexión con Mateo me tenía aun sorprendida.


❤❤❤❤❤

Bueno aquí les dejo el primer capítulo de esta historia, será un poco corta. 

Espero les guste  😊

PD: quería saber si os gustaria una segunda parte para mi historia "solo tú", se me ocurrio hace poquito hacer una segunda parte, si quieren déjenme sus comentarios, también pueden darme ideas sobre otras cosas 😉

Todo por amor   (MARCETTY)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora