ALPHA PLEASURE (YOONSEOK) - THE HOWLING SAGA ☽

Capítulo 28

"Peleas tan sucio, pero tu amor es tan dulce. Hablas tan bonito, pero tu corazón tiene dientes. Diabla nocturna, pon tus manos en mí. Y nunca, nunca, nunca, nunca me sueltes."

—Teeth
(5SOS)

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Yoongi nunca había llegado a dirigir a su clan como lo hizo su padre, nunca corrió a través de la cima nevada con una legión de lobos a sus espaldas o atravesó la montaña en la noche invernal para ver los ríos helados y las luciérnagas que se posaban entre las ramas desnudas de los árboles. A pesar de que fue preparado para ello durante la totalidad de su vida, la misma noche en la que el relevo le sería concedido la tragedia impidió que el futuro llegase hasta su manada y su gente. Así que no le cantó al viento acompañado por cada uno de sus ancestros ni sintió el resoplido desde lo más profundo de las cuevas rugir mientras la corona rozaba sus orejas al ser ungido con las cenizas de las hojas en un acto ceremonial. No llegó a vivir nada de aquello.

Por eso mientras atravesaban los estrechos caminos del túnel, no podía evitar sentir que en algún momento y en unas circunstancias completamente diferentes a esas en las que se encontraba atrapado… Tal vez su padre hubiese recorrido las mismas cuevas por las que ellos se movían de una forma similar a la que ahora lo estaban haciendo en ese instante, con una manada completa a sus costados. Con un clan que habría movido al viento y hecho sonar canciones por toda la extensión del territorio recorrido. Era por todos sabido que cuando el invierno llegaba, el norte recibía a los lobos de la cima en sus montañas para que estos pudieran comer más allá de las zonas repletas de nieve y hielo. Quién sabe si en el pasado habrían llegado también hasta el sur.

—"¿Qué es lo que buscamos exactamente? ¿Recuerdas algo más acerca de esos druidas de los que tu padre hablaba?"

Cuándo la voz de Hoseok sonaba en su mente parecía rebotar con fuerza, llenaba su cabeza de algo muy parecido al eco que rebotaba contra las paredes de las inmensas cuevas de su casa cuando el clan aullaba. El guardián probablemente no era consciente de lo alto que su tono sonaba, demasiado acostumbrado a las órdenes y al mando que ser un alfa en su posición de mando implicaba. Demasiado concentrado en lo que su puesto suponía para aquellos que lo seguían y se limitaban a obedecerle.

Yoongi en cambio lo percibía como una ola de poder que se estrellaba continuamente contra su lobo. Lo llevaba sintiendo así desde el mismísimo primer día en el que se encontraron.

—" Nunca llegué a ver mucho sobre ellos pero sí que conocí, al igual que todos los que hemos vivido en las cuevas, sus marcas de protección. Es algo que incluso vosotros podréis reconocer, las runas que protegen nuestro territorio son las mismas que usáis a menudo sobre vuestra piel a modo de tatuajes en ceremonias importantes a lo largo de toda vuestra vida. Jimin me ha hablado de ellas y las he podido ver en muchos de vuestros libros. Sus formas y estilos tienen claramente el mismo origen. Si los druidas han estado en este lugar y han tenido algo que ver con la sala que encontramos ese día, entonces estoy seguro de que habrá alguna runa de protección escondida entre los recovecos de este lugar."

Hoseok avanzó hasta situarse cerca del lobo de Yoongi, a un lado de Namjoon y justo por delante del sitio en el que se habían mantenido Jungkook y Taehyung.

—"No debe faltar demasiado para llegar a la sala, no recorrimos más de cuarenta minutos la última vez que estuvimos aquí antes de toparnos con el camino de entrada."

Yoongi sintió algo estremecerse en su nuca debido a la cercanía de ese lobo. La forma que tomaba su propio cuerpo cuando entraba en contacto con su animal era grande, recordaba a los miembros de su manada alabandolo por ello y sin embargo el lobo que era Jung Hoseok se acercaba bastante al tamaño del suyo. No tanto en la altura, pero sin duda sí en esa anchura de su lomo que lo hacía parecerse a un enorme árbol.