Capítulo 58

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"Y no sé por qué lloro. No creo que pueda quererte más, puede que no sea mucho tiempo, pero, cariño, yo te amaré hasta el día que muera."

—Birds Of A Feather (Billie Eilish)

Para cuando el grupo de rastreo de Hoseok llegó a la pequeña biblioteca que Marcus y Miller regentaban, el segundo y tercero de la madre de Jungkook, los ánimos de la mayoría habían caído tan profundo que el aroma de la decepción inevitablemente apareció.

No era extraño que algunas partes de la Unión comenzasen a mostrarse reacias a su presencia pero el odio era un viejo conocido con el que ninguno de ellos deseaba tener que toparse de nuevo después de tantos años defendiendo fronteras y enfrentándose a las consecuencias de guerras marcadas por rencillas del pasado.

—Es bueno que hayáis llegado tan rápido. Los líderes vendrán pronto. —la señora Jung se asomó entre una de las estanterías repletas de ejemplares.

—¿Los líderes? —Hoseok observó a Jungkook y después sus ojos se posaron en su hermano, quién se encontraba inclinado para escuchar aquello que el humano le susurraba al oído—. Se supone que se quedarían en el campamento tratando de evitar una revuelta. Los ánimos han estado algo...

Hasta los cachorros habían percibido los ánimos, maldita sea. Winter y Drako lo percibían todo mucho mejor que ellos.

—Lo sé, pero vuestro cazador y vuestro brujo han ayudado de todas las formas correctas y lo que hemos encontrado en el libro que ahora sostienen entre sus manos es algo que merece ser dialogado con la presencia de un Yook y un Jeon. He insistido en que vengan tan pronto como me enteré de su intención de enviar un grupo de rastreo como única medida, nadie es consciente todavía del nivel de lo que sucede. Y supongo que puedo afirmar que es en parte mi culpa, porque traté de evitar las pistas en mi carta como precaución.

El grupo de rastreo compartió una rápida mirada antes de seguir caminando a través del pequeño edificio. En realidad la biblioteca de las Lunas Azules no era más que una casa tapadera que muchos pensaron durante años que pertenecía a un lobo sureño con ideas tan tradicionales como sus comportamientos. Pocos pensarían que entre los pasillos de las estancias de ese lugar se encontrarían escondidos la mayoría de ejemplares que los viejos líderes Jeon pretendieron prohibir tras la primera separación de la montaña. Pero ahí estaban, en el mismísimo sur. No en el norte o en el hogar de alguno de los lobos que tanto defendieron abiertamente la libertad desde la frontera antes de que la Unión llegase.

Nadie se le hubiese imaginado, mucho menos Jeon Jungkook. Él caminó en una innumerable cantidad de ocasiones por los tramos de bosque que recorrían el exterior de la vivienda y jamás sospechó algo. Lo cuál, de alguna forma, todavía le dolía. Sus padres le habían ocultado cada movimiento, incluso el más absurdo.

Por eso él jamás se sentiría cómodo con la idea de convertirse en un Luna Azul, por muy importante que el legado que portaban pareciese ser.

—¿Cómo exactamente los has hecho venir sin moverte de aquí, mamá?

—Las Lunas Azules siempre encuentran las formas correctas para hacer llegar mensajes en situaciones de urgencia, lo sabrías bien si hubieras querido aceptar el legado de convertirte en una. Hijo, entiendo tu decisión pero también espero todavía que la modifiques dado el futuro que parece aproximarse.

Jungkook no respondió, Taehyung sí lo hizo.

—Bueno, supongo que es otro el motivo por el que hoy se nos ha llamado. Deberíamos hablar de eso primero y ante todo. —la mano del norteño rodeó la nuca de su pareja en un movimiento de apoyo.

ALPHA PLEASURE (YOONSEOK) - THE HOWLING SAGA ☽ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora