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𝗧𝗲𝗿𝗰𝗲𝗿𝗮 𝗽𝗲𝗿𝘀𝗼𝗻𝗮.

Por un momento cree ver a Ivan sumamente convencido de lo que haría a continuación de su pedido desesperado, mordiéndose los labios y dedicándole una mirada de absoluta concentración. Pero luego algo parece surcar dentro de su mente como para hacerlo retroceder un par de centímetros, negando con el entrecejo fruncido. Rodrigo pronto siente el frío calando en su piel cuando ya no tiene el calor del cuerpo ajeno calentando el suyo y cae en la desesperanza de un obvio rechazo. ¿Es que había hecho algo mal? ¿Acaso ya no le resultaba lo suficientemente atractivo como para subir de nivel en la escala de caricias? Miles de creencias negativas cruzan por la cabeza del arácnido, cosa que se hace notar en el decaimiento de sus facciones.

Ivan había notado la repentina tristeza del omega no solo por su aroma, si no también por todos los sentimientos que este era capaz de transmitir con tan solo una mirada. Esos hermosos orbes color esmeralda, que Rodri le había comentado que no le gustaban, pero que a él le parece el mas cálido, el más fascinante de todos, cuanto le gustan esos expresivos ojitos verdes. Su intención nunca fue hacer sentir mal al chico, jamás. Así que se apresura a explicarle el por qué de su reacción.

───Ro, no estés triste, por favor... ───pide en un susurro, pegando sus frentes en un gesto demostrativo que sabe que los omega aprecian cuando están angustiados o asustados───es solo que, no quiero que esto que tenemos ahora se termine tan pronto por adelantar los hechos.

El antihéroe cree que están llevando su relación -o que sea que llevara por nombre lo que estuvieron haciendo día tras día desde hace mas de un dos meses- a un paso bastante rápido, y no está en sus planes decepcionarse luego de conseguir una de esas noches con el omega que tiene acorralado contra la pared de un edificio. Que no se malentienda, Ivan realmente esperaba llegar a mas que un simple ligue con el inalcanzable Spider-man y si seguía con el pedido del menor ¿Quién le aseguraba que volverían a verse luego de concretar aquel acto tan anhelado? Se entiende, solo está un poco asustado de perder algo que le había costado conseguir. Aunque Rodri no era una cosa, pero si una persona bastante difícil de atrapar.

───¿Qué queres decir?

Ivan aleja sus rostros para mirar al mas bajo, a Rodrigo el corazón le late en la garganta y se siente a punto de vomitar por los nervios que le causan las palabras del contrario.

───Me refiero a que todavía no tuvimos ninguna cita y ya estamos acá, a punto de someternos a la lujuria como una parejita de pendejos en pleno ataque de hormonas alteradas.

El héroe evita reírse mordiéndose los labios, aún así una sonrisa bastante evidente puede notarse alzando sus mejillas sonrojadas.

───Pensé que todas estas noches habían sido citas, Pool ───incita, ladeando la cabeza.

───O sea, sí pero... me refiero a una verdadera cita, una donde no seamos Spider-man y Deadpool, sino mas bien... Ivan y Rodrigo, solo Ivan y Rodrigo ───suena de lo más cursi pero no se permite arrepentirse de escucharse así, está siendo sincero───y que no estemos atentos al peligro de un llamado de auxilio, que podamos hablar, conocernos más... lo que se hace en una cita. No sé, no tengo citas hace mucho.

───Yo tampoco... ───admite el castaño, esta vez sonriendo a lo grande───entiendo lo que decís y estoy completamente de acuerdo.

Ivan se relaja adoptando una postura menos tensa cuando abraza a Rodrigo rodeando su cintura, el dulce aroma a caramelo vuelve con intensidad saliendo a oleadas para confirmar la comodidad del simple acto de mantener sus cuerpos en contacto. Que el bajito entendiera su punto lo pone contento, el que estuviera de acuerdo es un extra inesperado.

───Quiero hacerlo bien con vos, me gustas mucho y no quisiera que por la calentura del momento acabemos más rápido que yo cuando te veo balancearte.

Ivan se come un golpe a mano abierta en la nuca, y si bien pica mucho y lo hace quejarse de dolor, sabe que lo tiene merecido por cagar el momento con una de sus tantas guarangadas. Rodrigo no pasa a quererlo menos por eso, podría decirse que está acostumbrado y ya se lo esperaba.

───Mi ma' estaría orgulloso de escucharte... ───acaricia la zona del golpe con suavidad.

───¿Con "ma" te referís a tu mamá? ───pregunta confundido.

El omega asiente para sacarlo de dudas.

───Tendrías que conocerlo ───sugiere divertido.

───Si, no gracias ───deja salir una carcajada nerviosa───no estamos teniendo esa conversación.

───En absoluto ───puede oler la ansiedad alrededor del alfa, acaricia la ancha espalda de este para calmarlo───pero lo digo de verdad, si vamos a hacer esto, empezar algo... estás conociendo a mi mamá más temprano que tarde.

───La puta madre ¿Por qué siento que mis pelotas están siendo amenazadas? ¿Sentís el temblor? ───pregunta empujando sus caderas que todavía se encuentran entre las piernas de Rodrigo, haciéndolo gemir sorprendido. Todavía está medio duro dentro de su traje y la presión se siente aliviadora, quiere que el mayor lo haga de nuevo pero ya dejó en claro su punto de no querer adelantar los hechos ¿Entonces por qué lo está torturando así? Va a matarlo cuando se recupere, va a borrarle esa sonrisita creída a patadas.

Ivan había hecho muchas boludeces en su vida. Pero la mayoría de las cosas que hacía eran boludeces sin duda alguna, estaba catalogando esta como la mejor boludes que se le pudo haber ocurrido en mucho tiempo.

El sexo semipúblico no era nada en comparación con las fantasías recurrentes que llegaron a su memoria en cuanto comenzó a frotarse contra el cuerpo de Rodri, eso si, las sensaciones en sus sueños se quedaban cortas con la realidad, donde todo era mucho más intenso y placentero que una mano en medio de una noche solitaria.

¿Cuantas veces había soñado con esto? Muchas veces, demasiadas, infinitas. Los nervios haciendo cortocircuito dentro de sus extremidades y su boca seca, deshidratada.

───N-no, pero puedo sentirlo... ───rueda sus caderas para presionar el contorno de la erección contraria debajo de su culo. Si se concentra lo suficiente, cree que es capaz de medir la longitud con tan solo un par de empujes.

Puede ver como Deadpool se lame los labios, un destello de deseo brilla en sus ojos. Dos podían jugar este juego..

───Una probadita no le haría mal a nadie, ¿no? Un pequeño adelanto... ───se encoge de hombros, volviendo a acercar sus caderas.

───No estaría mal.

. . .

La concha de la lora, no había pensado en su entorno con el aroma del alfa nublándole los sentidos. El color sube a sus mejillas por la realización de haber hecho algo así, en donde cualquiera que mirara hacia arriba podría notar que no estaban solo charlando.

Se incorpo de la posición comprometedora para quedar parado entre el cuerpo ajeno y la pared, como en un principio───¿Estás bien?

───Nunca estuve tan bien ───sonríe sardónico, Rodrigo niega con una media sonrisa de lado───ignorando el hecho de que nos excitamos mientras hablábamos de tu mamá... creo que estoy bien.

. . .

───Ya que tuviste mis dedos metidos en el orto ¿Me podrías pasar tu numero, no? Digo, como nos saltamos etapas.

───Sos un sucio ¿No me lo podías pedir bien? Ahora no te doy nada, me podes chupar bien el ojete.

───Si insistís.

───¡Alejate! ¡Ivan, te estoy habland-

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⏰ Última actualización: Sep 27, 2023 ⏰

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