Perfecto Caos (Amarillo)

4

Aishel
12/abril/2016...00:00h

Estábamos adentro de la tienda. Todos los colchones juntos y los que estábamos allí nos sentamos en un círculo.

_Bien, vamos a jugar entonces. Comenzaremos con una tapita y cada vez que demos la vuelta completa aumentamos una _informó Yulia mientras abría la botella de ron. _empiezas tu Liv. _llenó la tapita de ron y se la dio a Liv, todos esperaban a que se la tomara y eso hizo.

_Aaah. _suspiró por el efecto que causaba el ron en su garganta y después comenzó a reír. Todos se rieron e hicieron escándalo. Liv devolvió la tapa de la botella y la volvieron a llenar, me tocaba a mí y no lo pensé ni siquiera una vez, metí todo el líquido en mi boca y tragué. Sentía como mi esófago se quemaba y luego me ardía el estómago. No hice ningún gesto al tomarme el ron porque la verdad ya estaba acostumbrada. Era joven, pero mi padre ciertas veces me había dado la facultad de tomar con él, así que había adquirido cierta tolerancia al alcohol.
Luego le tocó a Mei, después Sheyla, Duby y por último Yuliana. Cuando terminó Yuliana y le tocó de nuevo a Liv ya eran dos tapitas. Fuimos acabando las vueltas y aumentando la cantidad de ron hasta que se acabó la botella. Una de las reglas del juego era que nadie se podía poner de pie hasta que se terminará el ron.

_Bien, ahora quiero que se paren, y los que se caigan al suelo ya no pueden seguir jugando. _habló Yulia de nuevo y todos se pararon o por los menos lo intentaron.
Yuliana cayó al piso, la pobre estaba tan borracha que incluso se quedó dormida. Sheyla ya casi conseguía salir de la tienda de campaña, pero sus pies se enredaron y calló también.
Estoy oyendo visiones y todo se escucha borroso, decía la chica tirada en el suelo una y otra vez y yo me moría de la risa. Solo logramos salir de la cabaña Liv, Mei, Yulia y yo. Porque Duby ni siquiera logro pararse, se quedó dormido antes de intentarlo. Caminamos un poco de un lado a otro riéndonos sin sentido alguno como locas y luego Liv comenzó a gritar:

_ ¡¿Qué día es hoy?! _agitaba sus manos para que alguna de nosotras le respondiera, pero solo nos reíamos y nos reíamos sin parar.

_ ¡Hoy-es-día-bebible! _gritó para todo el campismo, no sé cómo lo conseguía, pero siempre hacía que todos se despertaran. _Liv cállate. _le ordenó Yulia en un susurro, pero ella no le hizo caso.

_No me calló. ¡Porque hoy es día bebible y voy a hacer lo que se me dé la gana! _Yulia se acercó a ella y le puso la mano en la boca y en ese mismo instante Liv vómito. Le vomitó toda la ropa a Yulia, la pobre se miró sus manos y...

_ ¡Dios Olivia! ¡PUAJ! _hizo en señal de asco y salió corriendo hacia la piscina.

Miré a Mei y comencé a reírme y luego caminé con todas las fuerzas de mi corazón hasta donde estaba.

_Ven cariño vamos a cambiarte de ropa y a dormir. _la cogí por los hombros y llegué a su colchón casi sin aliento porque literalmente la traía cargada. Dejé que se recostara, me agaché y cogí una bata de dormir y ropa interior limpia. Le ordené que se levantará y la ayudé a ponerse la ropa, fue el mismísimo infierno, pero lo conseguí. Y luego de dejarla durmiendo salí de la tienda de campaña. Mei se había dormido también y yo no sé por qué razón y aún borracha seguía pensando en lo que vi por la tarde.
Estaba caminando por la orilla de la playa y vi dos chicos hablando, mi curiosidad siempre ganándole a mi cordura, me acerqué para ver que eran Scott y el castaño. Dios ¿Qué hacían hablando a la una de la madrugada solos en la orilla de la playa? Me acerqué para saludarlos y en cuanto llegué los dos me miraron con cara de "desaparece de aquí", cosa que no me importó, pero sí me iba, iba a pasar algo malo, estaba claro que ya el castaño sabía que esos dos andaban besándose en donde quiera.

_ ¿Hola chicos cómo están? ¿Qué hacen aquí? _pregunté con una sonrisa a labios cerrados.

_Estamos hablando cosas de chicos. _me dijo Scott y me brindó una sonrisa forzada. _ ¿Podrías dejarnos solos? _me pidió por último y la verdad, no sé porque mierda estaba allí, eso no me importaba en lo absoluto. Me obligué a pensar que solo era el cargo de conciencia por lo que había visto y me di la espalda para comenzar a caminar.