Perfecto Caos (Amarillo)

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Aishel

¿Qué mierda es esto?
Era lo único que podía preguntar cuando estábamos todos en la oficina principal del campismo, sin reservaciones. Liv estaba a mi lado con la cara de decepción más grande del mundo y yo estaba triste porque ya habían empezado mal las cosas. El Representante del grupo trataba de resolver el problema mientas los chicos se quejaban de la situación y algunos hasta querían regresar a sus casas.

_Chicos. ¡Atención por favor! _gritó el profesor moviendo los brazos hacia él en señal de que nos reuniéramos. Todos nos acercamos y todavía se podían escuchar unas que otras quejas. _El director dice que nos podemos quedar. _el profesor iba a seguir hablando, pero los chicos comenzaron a gritar y silbar, estaban felices. _ ¡Silencio! Aunque no tenemos reservación podemos quedarnos en las tiendas de campañas que están a la orilla de la playa. Pero tiene que tener en cuenta que no tiene corriente, ni cama, solo colchones para que duerman en el piso. Si quieren podemos regresar. _explicó muy calmado el profesor. ¿Como que regresar? Habíamos estado 6 malditas horas viajando, no podíamos regresar.

_Ya estamos aquí, así que vamos a quedarnos y a disfrutar de estos cinco días, aunque tengamos que dormir en la arena de la playa, pasando frío y aguantando a los monstruosos cangrejos. _nos dijo Emy que solía ser nuestra líder en momentos como este, todo lo dijo dramáticamente con sus manos en el pecho.

Por suerte, todos aceptaron y luego de eso fuimos a repartir las cabañas que nos había dado el director. Los solteros, entre los solteros estaban Alex, Scott, Donald, Nohel y el castaño, todos de mi año. Las solteras, ahí estábamos Liv, Mei, Sheyla, Yulia, Yuliana y Yo. Las conocía a todas excepto a Yuliana que no era de mi año, al igual que Sheyla, pero a ella si la conocía porque era prima de Mei. En una tienda de campaña estaban los profesores con sus esposas y sus hijos. Preston era el profe líder y el más amado por todos los chicos, Amelia era la esposa de Preston y, Kevv y Jay los hijos. También estaba el profesor Louis y su esposa Nancy. Y en la última clase se encontraban los que tenían pareja y algunas chicas solteras que por alguna razón personal no se quedaron en nuestra tienda. Entre todos ocupaban dos tiendas, en una se encontraban Emy y Philip, Juanka y Anahi, Skyla y Jocelyn, estas últimas estaban solteras. Y, en la segunda tienda estaban Aarón y Grace, Claiton y Aelis, Helie y Zephyr, estás últimas también solteras. Así quedamos todos distribuidos y la verdad yo estaba contenta por eso.

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Eran las 16:35h de la tarde y ya estaban todos listos para comenzar la diversión. Queríamos conocer el lugar, ya que con el rollo de la reservación no habíamos tenido tiempo. Las chicas, Liv y yo fuimos al comedor primero, aprovechamos que teníamos hambre y ya de una vez conocíamos al personal. Todo era muy bonito, adoré el lugar. Las cabañas eran enormes, hechas de piedras finas y azuladas que le daban un toque retro. Se veían magníficas. El comedor tampoco estaba mal, tenía una escalera de rocas negras combinadas con las mismas rocas de las cabañas, en el escalón superior había dos columnas que hacían espirales, las cuales estaban unidas a las paredes medias del comedor, que eran de una madera de color negro azulado. Había muchas mesas, todas de madera preciosa, con servilletas de color azul claro y copas de cristal medianas. El techo era bastante elevado y de un color claro, tallado con raras figuras, dando el mismo toque retro que las cabañas. Me gustaba el lugar porque todo estaba perfectamente combinado, espacioso, con una perfecta iluminación, ventilación y muy ordenado y limpio.

Entramos una detrás de la otra y antes de sentarnos fuimos al pequeño muro de la recepción a hacer los pedidos, nos sentamos en la última mesa, tenía exactamente seis asientos, cuando pegué mis pompis en ellos sentí como si estuviera sentada en una nube, eran extremadamente cómodos. Liv se sentó al lado mío en el lado derecho de la mesa, Yuliana y Sheyla se sentaron al frente de nosotras y Mei y Yulia se sentaron en los extremos. Nos pusimos a hablar sobre la ropa que habíamos traído, todas estábamos felices. Llegó el personal con nuestros pedidos, venían tres chicas, muy bonitas todas y educadas, se llamaban Lia, Sasha y Mare. Nos dijeron sus nombres cuando nos dieron la comida y luego se despidieron deseándonos un lindo día. Cuando terminamos de comer y nos paramos de la mesa nos fuimos a la tienda de campaña.