۶『Llamame y te protegere 』⇪ Xiaother ⌕

Capítulo 8

Alatus aquel guerrero adeptus más conocido como el Cazador de demonios, invocado por Rex lápiz para pelear, no sólo el, si no 4 compañeros más, todos de diferentes visiones. Se podría decir que sus entrenamientos no eran nada del otro mundo, si no más bien había algo muy diferente en estos pues el ambiente y la confianza que sentía Alatus hacia sus compañeros, era increíble...

Después de todo lo que le había tocado vivir, tantos años, después de mucho, se sentía tan tranquilo, tan aceptado, tan ¿Feliz?. Aunque no sabía si esa la palabra correcta, por que su alegría si era ocasionada por a veces las estupideces de sus compañeros o por el ambiente que estos tenían.

Aquella estrella redonda y brillante se ocultaba poco a poco, el viento algo calmado y fresco, la brisa asomándose por el lugar, los animales buscando refugio para pasar la noche al igual que los que vivían en ese lugar yendo a sus hogares o algo lado para pasar la noche, y mientras todo era observado por el Adeptus, el cual estaba reposando sobre una piedra algo alta, con su arma en mano; suspiro por lo bajo y cerró los ojos antes de cruzar sus brazos sobre su pecho. Sin duda era agotador, con demonios e criaturas del abismo, eran un dolor de cabeza.

— ¡Tengo uno! — Bonanus grito mientras trataba de tener aquel pez sobre sus manos, dando brincos y mirando a todos lados al no saber dónde poner a su presa.

— ¡Espera, espera ya voy! — Indarias se acercó rápida a donde la chica la cual estaba luchando contra el pez para que no se fuera de sus manos.

Obteniendo la atención de los demás, bueno, de los 2 que habían ahí, pues había uno fuera. Bosacius solo rio por lo bajo a lo que estaba mirando mientras que Xiao solo miraba con curiosidad, pues en primera ¿Para que querían al pez?

— ¡¿Donde esta mi tunica!? — grito una voz interrumpiendo los pensamientos de Alatus, viendo que era Menogias acercandose desde la distancia a donde los demás.

— ¿Era tuya? — la peliroja dijo haciéndose la despistada, mientras sostenía el pez con la mencionada.

El mencionado solo suspiro derrotado antes de ver aquel animal, el cual todavía se estaba moviendo.

— ¿Que van a hacer con eso? — pregunto el pelicafe cruzándose de brazos mientras la peliroja le había tomado por sorpresa la pregunta.

Y al no saber que contestar, señalo con los ojos a la peliazul, la cual estaba mirando en el lago si habían más.

— Ella es la responsable, yo solo lo estoy deteniendo — sonrió Indarias mientras que el Geo solo giro los ojos.

Y mientras esos 3 se resolvían, el Adeptus miraba, formando así una pequeña sonrisa con los labios. Sin duda estar con ellos era tan misterioso y tan divertido a la vez.

Alatus cerro los ojos por un momento y exhalo un poco de aire, soltandolo a los pocos segundos, volteando su cabeza unos 90° grados a donde estaba el hermoso atardecer, y la noche asomándose tímidamente. Quería reposar un rato en el sentido de querer perderse un rato, o a lo que los humanos lo llaman "dormir" pues había estado pensando demaciado las cosas, cosas que no le gustaría pensar, pero lo hacía y eso le asustaba.

— ¿Preocupado? — interrumpió una voz yendo a irse a sentar a donde estaba el Adeptus, mientras le daba una pequeña palmadita en la espalda al más chico.

— ¿De que estaría preocupado? — contesto el adeptus tranquilo.

— Lo se, te siento algo tenso y aparte tu rostro te delata — Comentó Bosacius sonriendo de oreja a oreja y Alatus solo dio un chesquido.

Sin duda sus expresiones no lo llevarían a algo bueno, a la guerra o alguna situación.

— Oye, sabes que no hay nada de que preocuparse. Todo va a estar bien, te aseguró que así será, aunque no se en que pienses — se rasco por la parte de atrás de la cabeza el pelinegro mientras le mostraba una sonrisa tan confiable, una silueta algo similar vieron los ojos de aquel Alatus y este sonrió un poco, y no fue hasta que vio las pupilas del contrario haciendo que el joven adeptus dilatara sus ojos, por el terror y el miedo a lo que estaba mirando, hechandose para atrás enseguida.