LA CASA DE LOS GRITOS

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Todos los mortífagos corrían hacía el castillo ya que lograron pasar la barrera que les obstaculizaba, con Raysell nos dividimos las pociones a pocos metros caminábamos detrás de los mortífagos para entrar al castillo.

Nadie podía darme la información de Severus excepto Draco ya que su padre era un mortífago y en muchas ocasiones lo ví junto a severus.

Corríamos hasta llegar al castillo, era tan catastrófico las escenas, hechizos rebotaban en el aire, personas ya muertas caían a nuestros pies.

Al fin entramos al castillo dos sanadoras ex alumnas de Hogwarts estaban rescatando a los heridos y llevándolos a un pequeño cuarto muy cerca del gran comedor, rápidamente mi amiga actuó proporcionando  pociones que había hecho, ayudaba a traer a los heridos hasta ese pequeño cuarto para que las demás se encargarán.

Estaba un chico de Ravencalw atrapado bajo muchos ladrillos muy herido, ayudaba a quitar los ladrillos mientras todos cambatian entre si, escuché que alguien gritaba mi nombre así que observé rápidamente.

—¡Alessia Sáenz!...
Una ex alumna de Hogwarts de la casa de Slytherin me sonreía muy sádicamente.

En una ocasión tuve una discusión con esta chica, más nunca me imaginé que era aliada de Voldemort.

Inmediatamente alcé mi varita hacía ella esperando su ataque.

¡AVADA-KEDAVRA!
Una chispa de luz verde salía de la punta de su varita de la chica.

Rápidamente hice un ademán con mi varita y le dí vida a una estatua que estaba cerca la cual recibió el impacto e inmediatamente se hizo trozos.

—¡EXPULSO!
De mi varita salió un rayo azúl que rápidamente impactó en la chica y la hizo arrojarse en la pared cayendo inconsciente por el golpe.

Mi respiración era agitada mis manos temblaban debido a la adrenalina que me causó esa chica, ella quería matarme. Regresé a mover los ladrillos que estaban encima del chico de Ravenclaw cuando note a otro chico rubio corriendo por uno de los pasillo, cómo pude lleve al chico al pequeño cuarto.

—¡Malfoy!...
Le grité a mi amiga mientras entraba a al cuarto

—¿Estás segura?. El es malo.

—Estoy más que segura, te mandaré mi patronus.

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Rápidamente salí a pasos rápidos buscando a Malfoy hasta que al fin lo alcancé  y lo tome de su brazo.

¡Malfoy!...dime ¿has visto al profesor Snape?..

—¿Ale?
Draco me observaba con curiosidad pero a la misma vez su mirada era de miedo, ya no era el niño que conocí por primera vez en el  gran comedor, este Draco era diferente.

¡Dime!, Tu padre es amigo de él... Tú debes de saber....

—¿Para que lo quieres?, déjame en paz estoy en un asunto personal.

—El está con tu padre, ¿Verdad?...¡Dime Draco!...

Le tomaba de su brazo con fuerza no podía dejarlo ir.

¡SUELTAME!

—¡NO!..¡DIME EN DONDE ESTA SNAPE!
El hizo un gesto de desagrado y abrió su boca.

Estan cerca del lago negro, el está con mis padres a las órdenes del señor tenebroso...

—Gracias Draco.
Le solté de su agarré y observé como se desaparecía en la multitud de estudiantes.

Mi ProfesorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora