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-Entonces Aaron corría por todoooo el salón y tropezo con la silla, se hizo un chichón enorme-Andrew le narraba su día en la escuela mientras iban camino a la oficina aunque Jos había dejado de escucharlo después de empezar a manejar-Papá ¿me haz escuchado?-la vocecita tierna de Andy se quebro un poco, sabía que su padre no había escuchado absolutamente nada.

-Claro, cielo, pasaremos de regreso por helado-respondio José al aire, sin dejar de prestar atención al frente y viendo de reojo su móvil, sabía que no debía usarlo mientras conducía y menos si llevaba a su hijo dentro pero el trabajo lo obligaba a hacerlo, tenía que responder ese correo de urgencia.

El cachorrito suspiro con tristeza, que suerte tenía que no haberse presentado ya pues de ser así el auto apestaria a completa tristeza, recargo su cabecita hacia atrás y comenzo a mirar la tapicería del auto, si sólo tuviera su mami no tendría porque aguantar tanto tiempo en la oficina de su padre y no era que no quisiera estar con él, le encantaba compartir tiempo juntos pero ese era el problema, estando el la oficina lo que menos hacian era compartir tiempo.
había olvidado desde hace cuanto no veía una película con su padre.

Sus ojos comenzaron a picar, era un alfa y los alfas no lloraban.. aunque aún no se presentará y faltarán algunos años para hacerlo el niño siempre traía metido en su cabecita aquello, sería un fuerte alfa, tan fuerte, grante y rudo como su padre.. a comparación que este tendría una omega, nunca dejaría que sus hijos sintieran la misma desesperación que él sentía por recibir un poco de cariño materno.

-¿Qué te parecería tener una niñera?-el alfa pregunto, no estaba seguro si su cachorro estaría de acuerdo con eso y bueno, tampoco estaba dispuesto a forzarlo, si por él fuera posible lo mantendría lo más cerca suyo pero no era algo que pudiera hacer diariamente.
Sabía que estaba arruinando su relación padre e hijo, nadie lo había preparado para eso, nadie le había enseñado cómo era ser padre soltero.

Levanto la mirada tratando de cruzarla con la de su padre, estaba sorprendido pues nunca antes había estado con alguna persona que no fuera de su círculo familiar, su abuela, Fernanda su tía y Bryan, además de maestros del colegio aunque con estos no pasaba más de medio día. Lo pensó detenidamente, si su papá buscaba una niñera era porque él ya no cabía más en su vida ¿acaso también se iría y lo dejaría sólo?

-Está bien, padre-agacho la mirada a sus pies.
"No eres un alfa, los alfas no se ponen tristes" paso por su mente, nunca había visto a su padre llorar y mucho menos agachar la mirada.

-¿Está bien?-pregunto extrañado el pelinegro esperando alguna otra respuesta, aparco el auto en el estacionamiento de la empresa y aún sin bajar volteo a ver al niño.

Andrew asintió y desabrocho por si sólo el cinturón de seguridad dispuesto a bajar de ahí.

-Espera, Andrew-demando-quiero hablar contigo, sé que eres un cachorrito aún, eres mi cachorrito y nunca haría algo que te pusiera en peligro, lo entiendes ¿cierto?-volvio la vista al frente y recargo su cuerpo completamente en el asiento del carro-esto lo hago por ti, yo sé que mereces comidas decentes, no pasar tanto tiempo en una oficina, te estoy robando tu niñez, cariño-sintio sus ojos picar, sabía todo el daño que le hacía a su hijito, él también estaba dañado.

-Entiendo-fue lo único de respondió, realmente no podía decir algo más, sabía que su padre haría caso a lo que él dijera pero también necesitaba darle espacio-espero puedas conseguirme una mami durante el tiempo que no estenos juntos, papi-sonrió de oreja a oreja con lo último dicho.

-Bryan está en su oficina esperando con el niñero-respondio antes de bajar del auto negandose a responder aquello dicho por su hijo, nunca alguien podría ocupar el lugar de Irene.

Aunque hubieran pasado años y las cosas al final del nacimiento de Andrew hubieran salido mal su corazón sólo pertenecía a aquella mujer, estaba seguro que la amaba tanto como el primer día.. miro su anillo de bodas en el momento que su hijo tomo su mano para comenzar a caminar, había prometido amar a Irene todos los días de su vida y lo estaba cumpliendo.

-Entonces ¿es un chico?-el más bajo lo saco de sus pensamientos y miro a su padre asentir.

-Promete portarte bien, quizá comience desde mañana.

-Papi, yo siempre me porto bien-respondió con una sonrisa traviesa y una vez atravesó las puertas del edificio corrio al ascensor para ir a la oficina de su tío Bryan.




-¿José Canela?-le sudaban las manos y por más que las limpiara con sus jeans seguían humedecidas, estaba nervioso.

-Así es, te prometí un trabajo y lo estoy haciendo, además de hacerles un favor a ambos-Bryan respondió con su perfecta sonrisa, aunque lo último lo dijo entre dientes más para sí mismo que para el chico delante de él.

-Pero.. tú nunca mencionaste que sería con el Señor Canela, ¿sabes el miedo que da de sólo verlo?-sus pies no dejaban de moverse, sentía su cuerpo vuelto gelatina pero estaba ahí, no podía simplemente salir corriendo, necesitaba el trabajo y agradecía a Bryan la oportunidad que le ofrecía.

-Tranquilo, si te preocupa el hecho de que sea alfa te puedo decir que ni siquiera lo parece, usa supresores para ocultar su olor, parece más beta que alfa.

La puerta se abrió de golpe y un cachorro castañito corrió a los brazos de su tío, seguido de esto entro un hombre con cara de pocos amigos, ambos sabían que había escuchado lo último dicho por Mouque, aunque a este no le importa pero al rubio sus mejillas se habían vuelto rojas. ¿Acaso pensaría alguna otra cosa de él? aunque claro, nunca había pedido tanta información a su amigo.

-Buenas tardes-el alfa pelinegro rompió el silencio.

-Buenas tardes, Sr. Canela, mi nombre es Alonso-se acerco extendiendo su mano sin siquiera verlo a los ojos, mordía su mejilla por dentro, la voz de José había causado que su lobo se agachara reconociendo al alfa como su dominante y apesar de que Bryan antes haber mencionado que el alfa usaba supresores para ocultar su olor pudo sentir este golpeando sus fosas nasales. Tabaco con menta, inhaló sin ser muy obvio.

-Un gusto Alonso, parece que ya te han hablado sobre mí-sonrió viendo Bryan que fingía no prestarles atención y jalaba al niño fuera de la oficina.

-Uhm, sólo un poco-Alonso sintió la calidez de la mano contraría tomar la suya.

José caminó hasta la silla que se encontraba tras el escritorio y tomo asiento en está, dio una mirada al chico indicándole que hiciera lo mismo. Se encontraban completamente solos y él también comenzaba a sentir el aroma del chico, sabía lo nervioso que se encontraba.

-¿Por qué crees que debería darte el empleo?-pregunto sin más y vio al rubio temblar una vez más frente a él-¿Podrías mirarme a los ojos? no puedo confiar en alguien que ni siquiera se atreve a verme de frente.

Asintió el omega y abrió los labios para comenzar a hablar pero al encontrar la mirada con la de su quizá futuro jefe los cerro de golpe, se sentía un completo idiota por estar actuando así, no era un adolescente y mucho menos su primera vez en una entrevista de trabajo.

-Lo siento-bajo su mirada y volvió a subirla de inmediato-ambos nos necesitamos esto, es como si nos estuviéramos haciendo un favor el uno al otro-era lo más estúpido que podía decir y lo confirmó cuando el alfa alzo las cejas-digo, soy muy bueno con los niños, sé cocinar y aprendo rápido haciendo cosas de-fue interrumpido.

-Toma sus cosas, yo te haré saber si es que estás contratado-salió de la oficina dejando al rubio con el corazón al mil, nervios de ganas y llorar. era la única oportunidad que tenía de encontrar un trabajo rápido y lo había arruinado.

Claro que no se estaban haciendo un favor mutuamente, era un servicio por el cuál el alfa le pagaría, que estúpido había sido.
Tomó la mochila que llevaba y sin despedirse de Bryan salió de ahí, necesitaba comer helado hasta tener un coma diabético.

¿Y Mami?⇝jv [OMEGAVERSE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora