14 Días Para San Valentín (Rirae)

Día 4 (1/2)

— ¡Estoy acabo Seungeon! — grito el mayor con un puchero.

— No fue su culpa Hyung, solo fue un accidente — dijo el pelinegro tratando de calmar al mayor.

Si, un pequeño accidente que asustó a Ricky en muchos aspectos.

Pues, el día anterior, después de haber terminado de limpiar la biblioteca de la escuela. Ricky se ofreció nuevamente a acompañar a Taerae a su casa.

Pero, cuando estaban cerca de la casa del menor, en un pequeño descuido Taerae tropezó; cayendo encima de Ricky y provocando que sus labios chocarán con los del contrario.

Literalmente Ricky se fue corriendo dejando a Taerae solo en la calle después de ese beso accidental.

— ¡No se cómo lo veré a la cara después de esto Geon! — abrazo al menor mientras soltaba pequeños sollozos.

— Ya pasará Hyung, solo debe de hablar con Ricky y arreglar las cosas — ánimo el menor.

El peligris se separó del cuerpo del menor y asintió con un mohín en sus labios.

Seungeon suspiro, y se le vino una idea para animar al mayor.

— No se desanime Taerae Hyung, usted dijo que lograría enamorar a Ricky en 14 días — le recordó — ¿Esto es un impedimento para que deje de intentarlo? — el contrario negó — ¿La vergüenza es mayor que su deseo de tener un novio? — el mayor volvió a negar, está vez viéndose más decidido — Entonces, ¡Usted irá con Ricky Hyung y hablara con el para solucionar las cosas y seguir con su plan de enamorarlo, ¿De acuerdo?!

— ¡Si! — dijo Taerae con una sonrisa de emoción en su rostro — ¡Iré enseguida mismo! — dijo y se fue corriendo al aula del mayor.

— ¿Qué?, ¡No, Taerae espera! — le grito Seungeon corriendo tras el.

Al llegar al aula del rubio, Taerae no espero ni un segundo para gritar.

— ¡Shen Ricky! — grito, llamando la atención de los alumnos.

— ¿Taerae? — escucho la voz de la persona que estaba buscando a sus espaldas.

Volteo apretando sus labios por el nerviosismo. Y una vez frente al mayor, toda la valentía que Seungeon le había dado se esfumó.

— H-hola Hyung — tartamudeo — yo... solo vine para desearle un buen día — dijo apresuradamente — ¡Fighting! Hyung — dijo levantando su puño en el aire con un sonrisa nerviosa — Adiós.

Rodeo al mayor y pudo observar a su amigo atrás de este, quien reprimía una risa por la divertida escena que acababa de presenciar.

Taerae lo tomo del brazo y se lo llevó corriendo a quien sabe dónde.

Ricky tan solo miro al pequeño peligris irse, tal y como había hecho el día anterior.

— Vamos Hyung, acérquese, es su oportunidad. Está sentado solo — dijo Seungeon señalando s Ricky, quien efectivamente se encontraba solo.

Taerae tomo una gran bocanada de aire y se levantó de la mesa para ir a dónde Ricky se encontraba.

Pero volvió a dónde se encontraba cuando el pelirubio volteo a su dirección y lo miro con confusión.

— ¿Qué pasó? — pregunto Seungeon con confusión.

— Me da miedo — respondio mientras recostaba su cabeza sobre la mesa.

El menor suspiro, no quería ver a su amigo en ese estado, pero tampoco lo podía obligar a hacer algo que no quería.

Pero sus pensamientos fueron interrumpidos por un ligero toque en su hombro, volteo curioso  y sonrió cuando vio a la persona a su lado.

Esto será perfecto.