VIDA

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Luego de que me el chico me ofreciera trabajar para él en su casa acepté sin dudarlo. Y quizás debería haber dudado. Me invitó a tomar un refresco mientras me comentaba un poco por encima las condiciones del trabajo. Y vaya condiciones... Tendría una habitación para mí en su apartamento pues quiere mis servicios las venticuatro horas. ¿Lo bueno? No necesito utilizar uniforme y acepta que ande en chándal por casa. ¿Lo malo? Básicamente seré su criada para todo. Todo lo que me pida. Y aún así no dude y acepté.

Voy camino a casa para preparar una pequeña maleta con ropa ,esta noche dormiré en su casa y comenzará mi nuevo empleo. Los niños comienzan a salir de la escuela pero no terminaron todavía, pues tienen otras actividades extraescolares y hasta la noche no llegan a casa. Uno de los niños apura el paso para mantenerse alejado de uno de los grupos que caminan a paso ligero justo detrás suyo. Pero el semáforo se pone en rojo así que no puede hacer otra cosa que parar y esperar...o lanzarse a los coches. Y eso hace. En un intento desesperado por no ser alcanzado por sus acosadores decidió abrazar a la muerte. Lo alcanzó un coche que quiso frenar pero cuando lo hizo el niño había volado por encima del coche aterrizando en el asfalto ya muerto por el golpe.

Los otros niños que lo perseguían se asustan al ver la escena y salen corriendo antes de que alguien se de cuenta de que todo sucedió por su culpa. Pero uno de ellos no huyó. Llora encogido en el suelo junto al semáforo, con las manos tapándose la cara para evitar ver la realidad. Su amigo, el único que tenía y al que renunció porque pertenecer a aquel grupo de niños era genial y le aseguraba popularidad , había muerto por su culpa.

En frente de él, la gente se apiñaba alrededor del cadáver del niño, la ambulancia llegaba con sus luces encendidas y su sirena alarmando toda la ciudad. También en una pequeña casa en una aldea un poco alejada de la ciudad llegaba una demoledora noticia. Su niño, tan bueno y querido, ya no volvería nunca más a casa.

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