INTRODUCCIÓN
Camino de prisa por las calles mojadas, no ha parado de llover en todo el día, es noche cerrada y las farolas alumbran al suelo a través de unos cristales tan sucios que prácticamente son opacos. No puedo negar que el miedo se apodera de mí por momentos. En las últimas semanas los ataques a chicas que vuelven solas a casa por la noche se está haciendo habitual. La policía está investigando quienes son esos desalmados que llenan de inseguridad las calles pero todavía no han avanzado nada de la investigación al público, así que la gente está nerviosa y enfadada.
Un ruido de lo que parece una lata caer al suelo sobresalta mis pensamientos y atrapa mi atención. Inmediatamente acelero el paso. Todavía me falta un kilómetro hasta llegar a casa. Llueve, mis pies están encharcados, puedo escuchar mis pies hacer chof chof sobre el suelo...pero ahora también puedo escuchar los pasos de alguien más...Ese alguien acelera cada vez más el paso, lo siento cada vez más cerca, mi corazón va a mil y siento que si corro más me explorará por el esfuerzo. Corro y esos pasos corren detrás de mí.
- ¡Sara!.- Sabe mi nombre, ¿Cómo sabe mi nombre?.- ¡Sara! ¡Espera, por favor!
No dejo de correr, pero mi curiosidad puede más y me giro para ver quién es la persona que me llama. Ahora sé que es una voz de chico. Y ese chico es San. Un compañero de trabajo.
-¡San! ¡Me has asustado! Creí que...no importa. ¿Qué sucede? ¿Por qué me seguías sin decirme nada? ¿Te parece normal?
- Lo siento mucho, es que cuando saliste del trabajo te olvidaste esto, toma.- Me da una cartera rosa gastada por las esquinas, mi vieja cartera que compré con mi primer sueldo hace años. Lo miro más tranquila y le sonrío.
-Oh, vale,esto... gracias, nos vemos mañana entonces.- Me dispongo a continuar mi camino pero su voz me para de nuevo.
- Antes parecías un poco asustada, si quieres te acompaño a casa. Lo miro sin saber muy bien qué decir, y pasan segundos, que para mí son eternos hasta que él me coge de la mano y tira de mí hacia mi casa.En este momento es cuando quisiera decirle "¿qué estás haciendo? Suéltame", pero no lo hago, porque el contacto con su piel suave y caliente me tranquiliza, me hace sentir segura. No sé si está bien no reprenderlo, no sé si está bien sentirme segura de su mano. No entiendo porqué no quiero que me suelte jamás.
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PERDÓNAME
Teen FictionSara es una chica española que vive en Seúl desde hace siete meses. Su sueño era estudiar diseño de moda allí, pero a veces los sueños, son sólo eso. San es un chico coreano, solitario y huérfano, la vida decidió guiarlo por los caminos más complica...