Ha pasado una semana desde el asunto con Max, se la ha pasado enviándome mensajes que por obvias razones no pienso responder. Trato de no pensar en eso, pero simplemente vuelve a mi cabeza todo el tiemp0. No he ido al trabajo con la excusa que me he sentido enferma, era fin de semana de carrera, y obviamente no podría alargar más mi estadía en casa, Christian me había pedido asistir pues quería que tomara unas fotos de Checo y Max, y actualizara redes sociales. Genial, lo que menos quería era verlo pero a mi jefe eso no le interesaba.
Estos días había estado hablando con Carlos, a veces no sentía ganas de responderle pero sabía que el no tenía la culpa de nada, y para ser honesta lograba distraerme un poco y alegrar mi día.
Por fin era día de prácticas, tenía que despertar temprano y tomar un taxi, obviamente no le pediría a Max que pasara por mi, y cuando Christian me contrató me ofreció un vehículo de la empresa y me negué, claro; en ese momento no pensé que fuera a terminar todo este asunto con Max como termino, o bueno ni siquiera yo estaba segura si esto había terminado.
Estaba terminando de arreglarme, cuando escuché el sonido de mi teléfono.
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Después de decirme eso dejo de responder, le llame pero no contestó, supuse que ya estaba manejando así que para evitar algún incidente ya no insistí, era un poco terco, pero no de mala manera y sabia que su intención no era mala.
Termine de arreglarme y baje a la entrada del edificio, a los 3 minutos apareció delante de mi un Ferrari gris satinado, a pesar de que los vidrios estaban polarizados estaba segura que no podría ser nadie más que Carlos. Comencé a caminar al coche para subirme, pero cuando vi el ya se estaba bajando para abrirme la puerta.
-Carlos no era necesario -sonreí-
-Si lo era, sube, te traje algo
Le hice caso, y subí al coche, mientras el lo rodeaba para subir del lado del piloto, vaya que era bonito. Lo tenía muy cuidado y extremadamente limpio. Escuché la puerta de su lado y supe que ya estaba en su lugar
-Como no sabía que tipo de café te gustaba, y no quería que tu día empezara mal tomando algo que no te gusta; te traje un chocolate caliente, creo que no hay persona en el planeta tierra que pueda resistirse a un buen chocolate -Me extendió el vaso que estaba puesto en el porta vasos y el cual ni siquiera vi. Pero la sonrisa que Carlos me dio en ese momento fue tan cálida como el vaso que estaba en mis manos
-Carlos no era necesario, y también no creo que haya otros mundos en donde a los extraterrestres no les guste el chocolate caliente -ambos comenzamos a reír - Muchas gracias enserio
-No tienes nada que agradecer, te lo traje para que comiences bien tu día
-No solo lo digo por el chocolate, si no por todo lo de esta semana, la verdad no estaba de humor en estos días
-Por la gripe ¿no?
-¿Que? -Carajo, se me olvidó que esa fue mi excusa- ah si, la verdad me pego fuerte esta vez. Pero bueno, lo que decía es que me haz alegrado estos días y eso lo aprecio mucho