INESPERADO // JINTAE (Omegaverse)

Prólogo

El brusco golpeteo al interior del pecho de ambos iba en aumento al mismo tiempo en el que sus pies se movían, buscando avanzar de manera desordenada, sin saber a dónde ir. Sus agitadas respiraciones así como las fuertes pisadas que daban contra el frío, blanquecino e impecable piso de aquel lugar resonaban por los pasillos de aquella sala de urgencias.

No habían pensado mucho en lo que ocurría, pues realmente no sabían como reaccionar ante una situación así. Seokjin no tuvo tiempo de ponerse sentimental o nervioso y perder los estribos en cuanto notó la gravedad de la situación, y en su lugar, intentó actuar de forma fría ante Taehyung, quien a diferencia de él, se veía ligeramente más afectado.

Y no podían hablar de aquella pequeña jovencita con la que habían tenido que lidiar los últimos minutos, llena de confusión y angustia. Taehyung se había opuesto a la idea de que Minji los acompañase, pensando en que la situación podría ser fuerte para aquella chica. Sin embargo, tan terca como siempre, Minji suplicó por ir tras escuchar a ambos adultos hablar en voz baja en la habitación de visitas donde dormía Taehyung.

¿Cómo podían pedirle que se mantuviera en calma si había escuchado de la boca de su tío la terrible noticia de que sus padres habían tenido un trágico accidente? ¿Cómo podría quedarse tranquila en casa mientras sus padres estaban en una camilla de alguna de las interminables salas de un hospital?

Seokjin no había discutido, pues consideraba que no era lo ideal debido a la situación, sin embargo, la naturaleza alfa de este hombre le dejó ver a Minji, que esto era más que serio, y que si iba a acompañarlos, entonces debía ser tan fuerte como ellos. Para lo que fuera que encontrasen al llegar.

Seokjin tropezó tras caminar agitadamente y ver de reojo al fondo de una sala de espera, un mostrador donde al parecer yacía una enfermera, contestando el teléfono y mostrando un semblante amable y despierto, incluso a pesar de las altas horas de la noche. Taehyung se quedó quieto en su lugar al notar que Seokjin se detuvo, y Minji miró con confusión a su tío, aún sosteniendo su mano. La menor pasó saliva. Seokjin se movió tan pronto como pudo hasta aquel mostrador y casi desesperado, y con la voz temblando soltó:

—Buenas noches, necesito información sobre Kim Namjoon...me llamaron apenas una... —la enfermera lo interrumpió tan rápido como escuchó el nombre del hermano de Seokjin, y tecleó en el ordenador frente a ella.

—¿Es usted familiar del paciente? ¿Qué relación tienen? —preguntó, justo cuando Taehyung y Minji se acercaron a Jin.

—Kim Seokjin, soy su hermano...él es un amigo de la familia, casi como un hermano también —respondió Seokjin, mirando de reojo a Taehyung. La enfermera desvió su mirada hacia un Taehyung con el cabello desordenado, con los ojos llorosos y rastros de lágrimas secas sobre sus mejillas. La mirada curiosa de la mujer se desvío hacia la menor que abrazaba al de estatura mayor, el mismo que había preguntado por la paciente, una sonrisa sin forma se mostró en su rostro.

—¿La menor? —preguntó.

—Es su hija, es mi sobrina —asintió y devolvió la vista hacia el ordenador y un expediente que recién había dejado hasta abajo de los cinco que tenía sobre el escritorio de aquella sala de urgencias médicas.

—Señor, considero que es mejor si hablo con usted a solas —enunció la enfermera, casi regañándose mentalmente tras ver el semblante decaído de aquella niña, y tras leer el último informe que el médico había traído no más de media hora atrás. Seokjin entendió perfectamente el lenguaje corporal de la enfermera, una omega visiblemente afligida y preocupada, según el olor que llegaba a percibir.

Miró a Taehyung de reojo y este desvió su mirada hacia la menor también.

—Minji, ¿podrías traernos algo de agua a tu tío y a mí? Por favor, te lo agradeceríamos mucho. Sería bueno que tú también tomes agua o vayas al baño —Tae pidió, con un tono cálido e intentando no sonar nervioso. Seokjin lo conocía tan bien por más que odiara admitirlo, que casi podía jurar, el omega estaba a nada de llorar nuevamente, tal como en el instante en el que Jin le había dado aquella noticia.