Deber

Capitulo 6 (Recuerdos parte 3)

Había pasado un año desde el inicio de su relación, la familia lo había tomado bien, pues si bien Aegon y Jacaerys eran tío y sobrino legalmente, no compartían sangre, el único que se había mostrado molesto por la relación fue Corlys Velaryon, el padre de Laenor, no le gustaba la idea de esta imagen que a sus ojos era incestuosa, no importaba si ellos compartían o no sangre, ellos eran tío y sobrino.

Jacaerys había comenzado su segundo año de universidad, debido a que su abuelo Viserys había decidido que él sería uno de sus herederos debía prepararse, el chico se la pasaba entre la empresa y la universidad, daba gracias a los dioses de tener a su dulce novio sino se habría vuelto loco por el estrés, Aegon muchas veces tenía que viajar por su trabajo, así que a veces pasaba una o dos semanas sin poder pasar tiempo juntos aunque lo compensaba con videollamadas y mensajes.

Rhaenyra y Alicent cansadas de escuchar situaciones vergonzosas en ambas casas habían decidido hablar con ellos dos y junto a sus esposos tomaron la decisión de que lo mejor era que ambos tuvieran su espacio de pareja. Así que en una reunión donde estaban presentes los cinco mayores, Aegon y Jacaerys decidieron presentar la propuesta.

-Elijan una de estas- exclamó Nyra dejando sobre la mesa cuatro carpetas de propiedades- Todas están ubicadas cerca de ambas casas, de la universidad de Jace y la empresa- mencionó

Los jóvenes se miraron entre sí, Jace esperó que Aegon tomara primero una de las carpetas antes de él mismo tomar una en silencio.

-La casa será un regalo, ustedes necesitan un espacio de pareja- aclaró Viserys.

-Así que elijan la que mejor les parezca, no importa si es la más cara- Daemon los miraba divertido- tienen tres familias forradas en dinero, no se contengan.

Jace miró a su padre, aquello era cierto, los Targaryen, Velaryon y Strong eran familias que tenían bastante dinero en sus cuentas, la familia Targaryen tenía varios resorts importantes además de tener varios aeropuertos en el mundo, los Velaryon lideraban el mercado naviero, y los Strong eran los número uno en construcciones y arquitectura además de que contaban con varios viñedos de donde provenían las mejores cosechas de vino. El dinero no era problema para ellos.

Aegon miró a su novio expectante, si el castaño accedía a eso, él también lo haría, por su parte el alpha tomó las carpetas y una por una se las entregó a Aegon. Ambos miraban las carpetas con atención bajo la vigilancia de los mayores, al final se habían decidido por una que estaba un poco alejada.

-Esta, es perfecta para nosotros- Aegon mostró la carpeta donde se podía ver la imagen de la propiedad y sus características.

-En tu cara Daemon, te dije que elegirían mi hermosa creación- Harwin se levantó de su asiento señalando al rubio riendo cual niño.

-Presumido- masculló el aludido mirándolo con ojos entrecerrados.

Los menores no sabían a qué se referían.

-Esa hermosa casa que ven ahí es una construcción de la empresa Harrenhal, Harwin fue quien la diseñó- explicó Laenor riendo.

Al final del día, Harwin había dado las llaves del lugar a Aegon y Jace, ambos chicos estaban emocionados por mudarse aunque no tenían muchas cosas con las cuales llenar la casa, cosa que a sus padres no les tomó tiempo resolver. Esa misma semana se habían mudado y hasta Alicent les había ofrecido tener a alguien de servicio para ayudarlos con la casa, cosa que los jóvenes decidieron rechazar al menos por el momento.

Pasaron cuatro meses y pese a los pronósticos, Jacaerys y Aegon se habían adaptado bastante rápido a su rutina, el alpha iba a clases durante la mañana y en la tarde trabajaba en la empresa de los Targaryen. El omega por su parte se la pasaba en el estudio de la casa, el lugar era bastante grande por lo que habían decidido dividirlo, el rubio pasaba la mayor parte del día en ese lugar si el castaño no estaba, haciendo o recibiendo llamadas en su teléfono, revisando archivos y contratos con su computadora y su agenda a un lado planeando a detalle paso por paso como serían los eventos, desde que había logrado participar en la organización de la fashion week en New York, las solicitudes de eventos habían ido en aumento, tanto que Aegon tuvo que contratar a dos ayudantes.