Capitulo 9

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Casi acababa el día, podría ir a casa y descansar un poco su mente, pues había comenzado a dolerle la cabeza de tanta información recibida por parte de Baela. Sin embargo, cuando estaba terminando de guardar unos contratos en su portafolio, Jacaerys recibió una llamada de un número desconocido.

-¿Hola?- respondió dudoso

-¿Jace? Soy Luke- saludó la voz del otro lado de la línea.

-Luke... Dime, ¿Qué pasa?¿Te sientes bien?¿Necesitas algo?- preguntó rápidamente, Jacaerys recordaba que su hermano estaba embarazado y aunque imaginaba que Aemond no lo dejaba ni a sol ni a sombra, tal vez necesitaba algo.

Una risa suave se oyó del otro lado de la línea- Tranquilo, necesitaba un favor, Mondy está atrapado en una reunión no podrá venir en unas horas- explicó lentamente- ¿Podrías comprar leche para bebé y fruta, y traérmelos?- preguntó- Te daré mi dirección.

El castaño mayor no se lo pensó dos veces, aceptó la petición de su hermano y saliendo rápidamente de la oficina antes de que algún empleado lo atrapase con preguntas, le dio una señal a Baela que debía hacerse cargo de todo, tomando su auto se dirigió al primer supermercado más cercano.

Todas las mujeres, jóvenes, mayores y no tan mayores, que cruzaban por el pasillo se le quedaban viendo cuando Jace tomaba una por una las latas de leche para bebé, intentando encontrar la que su hermano le había pedido, muchas miraban con ternura al joven alpha quién parecía un padre primerizo, finalmente una empleada se le acercó y de manera coqueta le ofreció ayuda, a lo cual Jace aceptó, una vez compró lo pedido se dirigió a casa de su hermano.

El lugar era un edificio en una buena zona de la ciudad, donde abundaban los barrios privados, un poco nervioso al ser la primera vez que visitaba a su hermano, tomó su teléfono y volvió a marcar el número del cual Lucerys lo había llamado previamente.

-¿Jace? – preguntó con un tono preocupado el menor

-Estoy abajo- respondió- tengo lo que pediste, ¿Puedes dejarme pasar?

-Claro, sube-

Sonó un timbre para dar aviso que podía cruzar la puerta, Jacaerys entró y se dirigió al ascensor, recordando el número de piso que su hermano le había indicado.

Un alegre y redondo Lucerys abrió la puerta, cada vez que el alpha veía a su hermano sentía un debilidad, los omega en embarazo se volvían el doble de adorables y Jace no dudaba de aquello, su hermano era la prueba.

-Gracias- exclamó el castaño menor guiándolo a la cocina para dejar la enorme bolsa sobre el mesón- Dioses, compraste demasiado- rio

Estando frente a la sección de frutas en el supermercado, Jacaerys recordó que su hermano no le había especificado cuales quería asi que decidió llevar dos de cada fruta a su alcance.

-Lo siento- se disculpó.

-Está bien, después de todo más es mejor- el omega miró a su hermano mayor- ¿Quieres un té o café?- ofreció

-Un café, por favor-

-Con uno de azúcar, ¿Cierto?- Luke sabía cómo le gustaba el café a su hermano pero quiso confirmar.

-Así es, lo recuerdas- respondió con un poco de sorpresa.

Una vez estuvo listo todo, el pequeño omega sirvió una taza de café para Jacaerys y una taza de té para él, además de servir en una pequeña bandeja unos bocadillos que iban bien con ambas bebidas.

-Entonces, ¿Qué tal es ser heredero de los Velaryon?- preguntó curioso Luke

-Cansador, estresante, en especial, muy estresante- respondió sinceramente.

Lucerys rio de manera suave tomando un sorbo de su té. Jace lo observó de manera intensa unos minutos, hasta que decidió preguntar a Luke aquello que estaba en su mente hace bastante tiempo.

-Baela me dijo lo de Driftmark- mencionó

-Lo viste- aquello no era una pregunta, era una afirmación- Él fue con nosotros pero no fue solo.

-Lo sé, Baela me dijo que fue con sus hermanos y un tal Jaehaerys.

-¿Baela te dijo sobre Jaehaerys?- preguntó el menor con evidente nerviosismo.

-Solo me dijo que Aegon no consigue pareja debido a Jaehaerys, no me dijo más- explicó Jacaerys y notó como el omega se relajó.

-Bu... bueno, Jae es complicado- dio otro sorbo a su té- No le gustan las feromonas de alphas que no conoce.

-Dioses, lo haces sonar como si Jaehaerys fuera un niño- exclamó riendo el alpha

-Eso...- Lucerys iba a decir algo pero el llanto de un niño cortó la conversación.

Ambos hermanos se miraron y Lucerys se apresuró a ponerse de pie y dirigirse a la habitación principal, Jacaerys lo siguió por si el omega necesitara algo.

Al entrar a la habitación, se dió cuenta que el olor a cerezas inundaba la misma, también pudo notar en la cama a un pequeño niño de cabello corto rubio quién estaba arrodillado en la misma, junto a él había una niña quién aún se encontraba dormida pero Jace al verla pensó que parecía un pequeño ángel, era casi un deja vu.

Lucerys tomó en brazos al pequeño niño, quién ocultó su rostro en el cuello del pequeño omega.

-Lo siento, es algo tímido- se disculpó su hermano

-¿Cuidas niños?- preguntó un tanto curioso, hasta ese momento no se había cuestionado el porque su hermano le había pedido leche para bebé.

-Solo ayudo al padre de estos pequeños, en lo que él trabaja- respondió con simpleza

-¿Ellos quiénes son?- Jace miró con confusión a Luke, esos pequeños evidentemente eran Targaryen

-La princesa que ves ahí es Jaehaera- dijo señalando a la pequeña niña que dormitaba sin preocupación- y este fuerte principito, es Jaehaerys- el niño quién al parecer había vuelto a dormir pues no se movió- son mellizos.

El alpha interno de Jacaerys se comenzó a inquietar por alguna razón y sintió un escalofrío cuando escuchó aquello, esos niños no debían tener más de dos años, estaba seguro, una idea cruzó por su mente pero aquello sería demasiado.

Miró a su hermano quién lo observaba como si intentara ocultar su sonrisa, el omega se dio media vuelta y volvió a acostar al niño junto a su hermana, cubriéndolos a ambos con una cobija de conejitos.

Jacaerys y Lucerys salieron de la habitación en silencio, volviendo a la cocina.

-Seguramente, ahora que los viste, debes tener muchas preguntas- exclamó el castaño con una leve sonrisa.

Aquello causó que su alpha interno se agitara aún más. Comenzando a temblar por alguna razón desconocida.

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