Capítulo 1

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Esta historia transcurre en una época más moderna, Tignari está estudiando a la academia de alto prestigio gracias a una beca que consiguió. Para él era algo muy importante, amaba estudiar y debido a unas trágicas circunstancias en su vida había tenido que sobrevivir como podía. En la academia actual la mayoría de estudiantes venían de familias ricas. Pero aquel día la vida de Tignari dio un giro inesperado, al fin el destino le sonreía, aunque al principio no lo parecía.

Estaba saliendo de la academia cuando se torció el tobillo. Estaba claro que no era su día. Se cayó al suelo maldiciendo todo. El chico que iba detrás suyo lo sujetó por el brazo y lo ayudó a levantarse. Tignari se giró cuando vio a un chico con el pelo largo y liso de color blanco y unos ojos rojos carmesíes que lo miraban fijamente, le sonaba que era un estudiante de su clase, pero nunca había hablado con él.

- ¿Estás bien? ¿Necesitas ayuda? – Tignari se lo quedó mirando, la verdad que no se esperaba que nadie lo ayudara.

- N-no gracias, estoy bien... - dijo tímidamente, se sentía intimidado por aquellos ojos hermosos.

- Como quieras, te dejó mi tarjeta por si cambias de opinión, aquí está mi teléfono.

Y sin más se alejó. Tignari lo miró hasta que desapareció en la calle. Puso el pie en el suelo para ver si podía andar, pero solo de ponerlo al suelo notó un dolor en el tobillo que lo hizo ver las estrellas.

- Soy idiota... - se maldijo a sí mismo, así que cogió la tarjeta que le había dado y marcó el número que salía en la tarjeta. En letras plateadas ponía Cyno y abajo había un teléfono. ¿Y si era mentira, y no era su tarjeta? Pero cuando oyó la voz de aquel chico de nuevo se quedó bloqueado, no le había mentido.

- ¿Sí? – Respondió Cyno, pero un silencio se apoderó de él. Se sentía muy nervioso. Cyno estaba a punto de colgar cuando Tignari habló con un hilo de voz.

- Pe-perdona... soy Tignari, el chico de antes... es que no puedo andar...y era por...

Cyno colgó el teléfono. Tignari se quedó helado ante la situación, ¿se había enfadado? Ahora sí que se sentía solo e idiota. Supongo que era demasiado bonito que alguien se preocupara por él, así que rompió la tarjeta por la mitad y la tiró a la basura que había al lado. Suspiró y cerró los ojos mientras la brisa de la tarde le acariciaba la cara. De pronto, pero, notó una sombra que le tapaba el sol. Abrió los ojos molesto cuando vio a aquél chico apuesto delante suyo. Se quedó helado sin palabras, no esperaba que viniera.

- Otro día dime la verdad desde un principio. – dijo molesto mientras se agachaba para estar a su altura. Tignari se sonrojó y apartó la mirada, se sentía abrumado.

- L-lo siento, pensaba que no ibas a venir. – Cyno lo miró fijamente y se giró de espaldas a él.

- ¿Puedes subir?

- Si... gracias – dijo Tignari tímidamente y se subió a su espalda.

- ¿Dónde queda tu casa? – Tignari se quedó en silencio, es algo en que no había caído.

- Mmm...

- ¿No sabes dónde está tu casa? – Tignari se sentía atrapado no quería explicarle que no tenía casa y que vivía en una tienda de campaña.

- Si... solo que es complicado, pero si quieres me puedes dejar en el parque del norte. – Cyno no entendía nada.

- No te dejaré en un parque si no puedes andar, ¿por qué no me lo quieres decir?

Tignari se quedó en silencio.

- Tignari dime que pasa.

- Lo siento, no puedo...

El Apartamento - CynonariDonde viven las historias. Descúbrelo ahora