Capítulo 10

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Cyno lo miraba.

- ¿Ya estas dándole vueltas a todo otra vez?

- No... bueno si - dijo Tignari sonriendo.

- ¡Cynooo! - los chicos de antes que estaban con Cyno en el partido estaban todos allí al lado de un restaurante de lujo. De pronto Cyno le soltó la mano a Tignari y los saludó. Era la primera vez que Cyno le soltaba la mano para que no lo vieran con él.

- ¿Qué haces aquí?

- Estábamos haciendo unos recados - dijo Cyno nerviosamente. Era la primera vez que lo veía así.

- ¿Y este es el chico que vive contigo?

Pregunto una chica muy elegante.

- Mm... Si - dijo Cyno tosiendo un poco.

- ¿Lo llevaras a la fiesta?

- No lo sé aun...

- Bueno ya nos veremos, aun estas a tiempo si quieres venir a cenar con nosotros.

Después de aquella charla se alejaron y los dejaron allí solos mientras entraban al restaurante de lujo. Un silencio incomodo se apodero del lugar, ninguno sabía que decir.

- Mm... - dijo de pronto Tignari - será mejor que vayas con ellos.

- No Tignari, me da igual el restaurante.

- No no es eso, solo es que creo que no me encuentro muy bien...- y dicho eso se dispuso a marcharse, pero Cyno lo sujeto por el brazo y lo atrajo hacia él y lo abrazó con fuerza.

- Lo siento mucho Nari, siento haberte soltado la mano y apartarme de ti... No Pienses cosas que no son, no me avergüenza estar contigo, es solo que tengo miedo que te hagan algo. Mi padre, mi familia, no quiero que salgas perjudicado. Por eso tampoco se si llevarte a la fiesta... Ojalá las cosas fueran más fáciles.

Tignari apretó el abrazo para sentirlo más cerca.

- Lo siento, supongo que como no conozco tu mundo me es difícil entender todo esto. Si puedo hacer algo...

- Si, no me juzgues y no te alejes de mi lado, sé que será difícil, pero... no quiero perderte.

- No me perderás, yo quiero quedarme contigo.

Cyno lo abrazo más fuerte, quería sentir toda su esencia. Después de un rato de aquel abrazo se fueron al restaurante que había escogido Tignari.

- Espera cyno, sabes que no es un restaurante de lujo...

- Nari, me da igual el restaurante.

- Esta bien.

Así que llegaron al restaurante y se sentaron en la mesa reservada. Les trajeron la carta y la carta de vinos.

- ¿Puedo invitarte a un vino especial?

- Si claro - así que Cyno le pidió a la chica uno de los vinos más caros de la carta.

- Quería pedirte disculpas por todo lo de hoy. - dijo Cyno preocupado.

- Cyno ya te he dicho antes que también es culpa mía por no consultare antes.

Cyno sonrió y alargo el brazo a través de la mesa. Tignari también alargo el brazo y puso su mano sobre la de Cyno. Este sonrió y le acaricio la mano.

La camarera les rompió el momento cuando llego con la comida y el vino. Una vez ya tenia el vino en las copas brindaron.

- Por una cita estupenda - dijo Cyno.

- No es una cita - dijo tomando la copa y bebiendo un poco. La verdad es que aquel vino estaba muy bueno.

Después de un rato comiendo y bebiendo Tignari ya se le había subido un poco el vino.

- Si fuera una cita nos tendríamos que besar - dijo Tignari de pronto. Cyno se rio.

- Si quieres te puedo besar.

- Cuando quieras.

Cyno acercó su silla a la de Tignari y se giró hacia él. Tignari tenía las mejillas sonrojadas del vino, aquella imagen era un cuadro.

Cyno le tomo la barbilla y entonces junto sus labios con los de Tignari. Los dos ansiaban los labios del otro. Estuvieron besándose un rato hasta que se quedaron sin aire y se tuvieron que separar. Se quedaron mirando el uno al otro.

Hasta que Cyno se volvió a acercar su rosto al de él y lo volvió a besar, Tignari se acercó también, lo deseaba y quería más. No sabía si era el vino o qué, pero se sentía muy caliente.

De pronto vino la camarera con la cuenta y se tuvieron que separar. Cyno volvió a su sitio y Tignari intentaba recuperar la compostura.

- Les dejo aquí la cuenta, ¿tomaran cafés o algo más?

- No por mí ya está todo. - Tignari buscaba su dinero cuando Cyno le cogió la mano.

- Se que quieres pagar tú, pero deja que te invite por todo.

Tignari trago saliva.

- Esta bien.

Así que Cyno le dio la tarjeta a la camarera y salieron de allí.

Tignari se sentía un poco mareado del vino.

- Supongo que será mejor volver al apartamento. - dijo Cyno viendo a Tignari.

- Espera, quería tomar un helado – sacó sus monedas para contarlas.

- A ver si pedimos el pequeño...

Pero Cyno le cerro las manos e hizo que guardara las monedas.

- Vamos, te invito al helado más grande - y lo tomo de la mano para ir a la heladería.

Cuando llegaron pidieron uno de chocolate y otro de fresa.

Cyno estaba feliz al verlo bien, aunque no sabía si era el vino.

- ¿Puedo probar el tuyo? - dijo Tignari, se lo veía más suelto que nunca.

- Claro.

- Esta muy bueno.

Cyno lo miro y sonrió.

- Te has manchado de helado aquí.

- ¿Donde?

Pero entonces Cyno se acercó y le lamió los labios.

- Ya está - dijo relamiendo sus labios. Tignari lo miro y se lanzó hacia el dejando el helado a un lado y lo empezó a besar intentando meter su lengua, estaba poseído por la lujuria.

- Espera Tignari, no estás en tu sano juicio. – Cyno, lo apartaba no quería que se arrepintiera el día mañana.

- Te necesito Cyno...

- Lo siento Nari - y noqueó a Tignari, lo subió a su espalda y se fue hacia el apartamento. Una vez allí lo tumbo a la cama y lo tapo dandole un beso en la frente.

Dulces sueños Nari. 

El Apartamento - CynonariDonde viven las historias. Descúbrelo ahora