A Tu Disposición | Chaesoo (EDITANDO)

Noveno recuerdo

Toda mi cara estaba hinchada de todo lo que lloré, y obviamente no reparó el daño, pero se sintió bien liberar un poco de ese dolor con lágrimas.

-No le dije nada ofensivo, aún cuando ganas no me faltaron.

Ya me lo imaginaba, por ese motivo no quise que fuese quien lo llevará con Roseanne. Y el real motivo... Quería ver cómo se ponía feliz por ver a Dalgom.

-Y... la vi haciendo maletas.

Llegó una fuerte punzada que me recordó el dolor que tenía absorbiendo mi corazón.

Estaba pasando por mucho dolor inexplicable e interminable. No sabía cómo definir que tanto o cuan grande se sentía ese dolor.

-Jisoo... libérate de ella. No debes soportar dolor solo porque te hace sentir bien.

-Haein, basta. No sabes exactamente que pasa entre nosotras.

Calló por unos largos segundos, incluso vi como apretó su puño, reteniendo cualquier impulso o palabra que podría herirme más., pero como dije, estaba muy cegada por ella.

Roseanne me había enseñado a muchas cosas. A divertirme, a romper esos límites que habían clavado en mi cabeza y... hacerme reír más de lo que mis padres hicieron.

No sabía cuando me había empezado a gustar, pero... sé que principalmente fueron liberarme de esos límites que mis padres habían hecho.

Quizás la palabra corromper quede en lo que me había hecho. Fui corrompida por ella y su personalidad carismática. Estaba muy prendida de ella, Roseanne Park me mostró lo divertido que era ser libre, lo hermoso que era reír..., lo bueno de la vida tener con quien disfrutarla aunque fuesen sólo minutos.

Me hizo regresar a un mundo que no era perfecto. Un mundo que no restringía nada.

Y me estaba enseñando que no debías enamorarte de alguien que ya tenía pareja.

-Entonces... ¿Me lo dices? Dime qué pasa entre ustedes y lo entenderé.

Principalmente... ¿Siquiera existió la palabra nosotras?

Haein había dado en el clavo cuando mis ojos se llenaron de agua otra vez. No podía dar una respuesta a esa pregunta, porque simplemente no existía un nosotras para empezar.

'¿Que éramos?', pensé. No sabía que demonios era para ella, y tampoco iba a tener el valor de preguntárselo porque temía a que la respuesta me terminara de hundir en mi miseria.

-Lo siento, no debí decir eso -besó mi cabeza al limpiar una lágrima que había escapado.- No mereces que te dañen, Jichu.

Me reconfortaba con sus brazos para aliviar mi dolor.

-Me pregunté bastante eso... Y tampoco encuentro una respuesta clara.

¿Estaba siendo patética? Probablemente, si.

-Creeme a mi, y ya.

Sonreí tímidamente.

Si, Haein fuese sido muy perfecto como pareja. Pero jamás creí que solo me volviera loca por una chica que rompe mi corazón cada que podía en un segundo.

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Estaba muy nerviosa. Quizás iba a ser nuestro último día como amigas, ya que aún no sabía cuando iba a irse a Seul. Claro, no era la gran cosa porque podía ir a verla, pero Haein me propuso algo que no estaba mal.