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Corea de Sur, Seul.

Son las ocho de la mañana y el cambio de ambiente me golpea cuando bajo del avión.

Apenas pude dormir por la preocupación. Haein no explico del todo como ocurrió el accidente, pero si dejó claro que fue un milagro que Roseanne saliera viva de esa.

Aparentemente, o lo que me explicó Haein, mi nombre salía como familiar en los documentos de Roseanne e hicieron lo posible por comunicarse conmigo.

Sabía que estaba estable, pero no sabía que tanto había perdido la memoria o si al menos me recordaba.

—Turtle, ¿estás bien? —jennie jaló de mi mano para que no tropezará con un chico que venía contra mi, haciendo que la mirase.

—Si... estoy bien. Solo... quiero llegar pronto. —comenté con pocos ánimos, sonriendo con pocas ganas a la chica que estaba preocupándose por mi.

Jennie se preocupó tanto que dejó claro que no estaría sola y me apoyaría en lo que fuese. Y no aceptaría un no como respuesta, ya que tomó el mismo vuelo que yo sin que yo aceptase.

No le di el motivo de porqué volví a Corea, pero en algún momento iba a saberlo y más cuando estuviéramos en el hospital.

—Todo estará bien, turtle. Deja de tener esa mirada llena de preocupación.

Asentí con pocas ganas. Sinceramente no tenía ánimos desde que Haein mencionó el accidente, aún cuando aclaró que Roseanne estaba fuera de peligro.

—Calla. No me importa. Puedes decirme lo que ocurre después o no, solo vengo apoyarte y ayudarte en lo que pueda. —pasó su brazo por mi hombro y me indicó que siguiera caminando—, pero no estarás sola, Jisoo.

Agradecí esas palabras y terminé apoyando mi cabeza en la suya mientras caminabamos a tomar un taxi para que nos llevase al departamento que Haein anticipó para nosotras.

Quería ver dónde iba a dormir después, pero no quería llevar las maletas como molestia.

Seul seguía siendo hermosa y aún conservador. Se notaba en los ciudadanos y su manera de vestir, e incluso actuar.

Volver a las costumbres de aquí sería un proceso, pero que obviamente no tendría que hacerlo tanto porque solo estaría unos meses aquí. Debía regresar a mi trabajo, y en esos meses llegarían unos familiares de Roseanne desde Nueva Zelanda para quedarse con ella.

—Jisoo, ¿estás segura que tú amigo no es un viejo rico?

Yo también estaba impresionada por el lujoso hotel que me había anticipado para que me quedase unos dos meses. Todo pagado por él.

—Tiene mi edad. Y... no sé qué carajos hará para tener dinero.

"Se trata de un hito en muchos sentidos, ofreciendo 434 llamativas y espaciosas habitaciones con impresionantes vistas y moderno equipamiento.

Sus instalaciones para banquetes animan e inspiran a los usuarios, y las exóticas opciones gastronómicas y el lujoso centro de bienestar son perfectos para un estilo de vida saludable y equilibrado", habló un empleado que nos guió a nuestra habitación.
El penúltimo piso.

Joder.

Estaba impresionada por lo lujoso que se veía y la hermosa vista que daba a la ciudad. La definición que nos indicó el empleado daba a entender lo costoso que era. ¿Como carajos Haein pago tanto?

—Dios mío, ¿Esto es lo que ven los ricos cuando estan cogiendo? Wow. —dejó la palma de su mano contra la ventana trasparente y se puso en una posición bastante sugerente— No pares jisoonnie... Ahh...

A Tu Disposición | Chaesoo (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora