La Ventana hacia ti

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Ahi estaba yo, en la ventana esperando que el valor venga a mi, el valor para simplemente saltar, no podia pensar bien.

Estoy cansado de todo y de todos- pensé mientras miraba la bella luna y el cielo oscuro, era tan hermoso y triste que algunas lagrimas salieron de mis cansados ojos.

Luego de pensarlo un poco más, ansioso y con miedo, lo hice, finalmente salté..

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Habia despertado, ¿por qué habia despertado? Me pregunté mientras veia blanco, mi vista se aclaró y vi donde estaba, en el hospital.

No podia creerlo ¿sobrevivi? Es imposible, salté de un quinto piso, ¿no fue suficiente?

Buenos dias-dijo ella con una sonrisa tierna y amable- ¿como estás?

Solo la miré desconcertado ¿me rompi los huesos? No sentia dolor ni que me haya roto algo, solo recordaba haber saltado luego de tomar pastillas.

Soy Diana, un gusto -agregó ella mientras extendia la mano con gentilesa- oh, lo siento, no puedes hacerlo.

Ella rió nerviosa y me rei un poco, aún confundido.

¡Hija! -entró una mujer que parecia de 40 años y que era parecida tal chica llamada Diana- ¿que estás haciendo aqui? No interrumpas mi trabajo, querida.

Perdón mamá, me dió curiosidad que parecia alguien de mi edad -se disculpa la chica- solo queria saber que le ha pasado.

Yo parecia alguien extra, estaba confundido y sin saber que pasaba hasta que la mujer habló.

Adam Whitler -dice la mujer con seriedad- tomaste pastillas para acabar con todo y te encontraron desmayado al dia siguiente, apunto de la muerte .

Abrí los ojos con susto y confusión, ¿yo no habia saltado? Todo era tan confuso ¿acaso lo imaginé?

Lamento mucho eso chico -consuela la mujer- vive tu vida, solo tienes 16 años.

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Aquella extraña chica fue al dia siguiente también a hablar conmigo y contarme sobre peliculas, nunca le respondia pero ella era feliz con hablarme, era raro, no la conocia de nada, pero sentia una felicidad extraña al ver su tierna sonrisa y sus ojos brillar al hablarme, sus bellos ojos café oscuro.

Me gustó la parte en la que ella lo empuja y le termina -dice Diana con emocion- David Es un idiota.

En realidad es Daved -respondí yo mientras miraba la televisión- es distinta la pronunciación de David y Daved.

Diana me miró con sorpresa y emocion, al parecer ella no podia creer que yo podia hablar, me pareció bastante tierno y lindo de su parte, ella es un angel.

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Después de unos dias sali del hospital y mi padre fue a por mi.

Hijo mio, lo siento tanto -rogaba mi padre con lagrimas- no debi dejarte con tu madre..

Está bien papá -respondi con una sonrisa- el trabajo es importante.

Diana llegó y al verme con mi padre se emocionó y se abalanzó a mi, abrazandome con gritos y chillidos,  con emoción mientras mi padre la miraba desconcertado.

¡Que bueno que ya estás bien! -gritó Diana con felicidad- espero que mejores más y más.

Gracias Diana, eres muy amable -dije con una sonrisa- espero volver a verte pronto.

Diana me miró y sacó de su mochila de gato un cuaderno y un lapiz, escribió su número en una hoja que arrancó pesimamente mal y me entregó.

Escribeme pronto Adam -Se despidió Diana con risas- hasta luego.

Al subir al auto reí y suspiré, esa chica tierna y amable fue la única que me visitaba todos los dias después de la escuela, ella tiene 17 pero tiene una inteligencia increiblemente grande y bella, en mi corazón, empezó a surgir algo extraño por esa chica tan linda y encantadora.

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Al dia siguiente, me levanté de la cama, como de costumbre, decidí ir a la escuela, detesto estar en casa.

¡ESTÚPIDO ADAM! -Gritó mi madre con furia- ¡POR TU TONTO INTENTO DE SUICIDIO TODAS MIS AMIGAS HABLAN MAL DE MI!

Solo seguí caminando sin responder nada y estando en calma, ya era normal que me gritara en las mañanas, prefiero irme tranquilamente que discutir con ella, seria perder el tiempo.

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Al estar en la escuela mientras sacaba mis cuadernos cayó la hoja con el número, solo me reí y anoté el número en mi teléfono con emocion.

Hey idiota -dijo Matheus con burla- mejor te hubieras ido ya, eres un puto enfermo.

Solo seguí sentado tranquilamente, Matheus es un idiota, no voy a rebajarme a su nivel.

¿acaso eres emo o algo? -preguntó Eliana con una cara de desagrado hacia mi, mientras comia una goma de mascar- osea ¿como haces eso? Eso es de débiles y cobardes.

No podia creer la escaza empatia de chicos de 15 y 16 años, ¿por qué se comportan como niños de 10 años? 

En el descanzo solo miré el número en mi telefono y decidí hablarle a Diana.

Adam W: Hola.

Dianaa: ¡Holaa!

Adam W:¿sabes quien soy?  

Dianaa: claro que si, no le paso el número a cualquiera, tontito.

Adam W: Me lo espero de ti, la verdad.  

Dianaa: que grocero eres.

Adam W: bueno, ¿quieres salir a un café a las 6?  

Dianaa: mmh, si pagas tú, no traigo dinero a la escuela.

Adam W: jaja, está bien, pagaré yo.

Adam W: nos vemos ahí.

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Reí con felicidad, no sentia odio hacia ella, sentia algo extraño al pensar en ella.. Algo realmente raro, algo que jamás habia sentido antes.

...

Ya eran las 5:45 y estaba en el café, nervioso por llegar temprano y algo impaciente, hasta que vi como ella entraba de golpe al lugar casi cayendose en la escalerita con prisa.

Solo me reí sin querer y ella me miró con vergüenza.

¡No te rias! -exigió Diana con su cara roja- yo solo queria que pensaras que soy puntual..

La miré un poco, tenia su cabello largo y claro recogido dejando sus mechas delanteras, su cara blanca estaba ahora roja y vestia una linda camisa con una falda oscura y linda.

Te ves como una niñita -dije con burla- ¿vas en kinder?

¿como te atreves? -respondió ofendida- soy mayor que tú, respetame bobo.

La miré con risa y solo respondí -es solo un año, no es nada.

No supe que ese momento seria el inicio de todo.

Solamente tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora