[4] Hola, señor mayor general

Capítulo 665: Piensa demasiado

Gu Nianzhi miró a la mujer frente a ella con sinceridad. Pudo ver que esta mujer tenía un aire de caballerosidad. Para decirlo de otra manera, era el aire de una hermana mayor. Era protectora con los débiles y con los animales. No había manera de que ella fuera indiferente ante su súplica de esta manera.

Dadas las circunstancias, Gu Nianzhi sintió que era más seguro pedirle ayuda a un extraño que pedirle ayuda a Smith y a los demás. ¿Quién sabía si el teléfono de Smith todavía tenía el malware troyano monitoreando todas sus actividades o no? Si los llamara cuando todavía no se habían dado cuenta de que el malware troyano estaba en su teléfono, entonces estaría caminando directamente hacia la trampa.

La jefa de cabello rubio y ojos azules la miró de nuevo. Parecía que había tomado una decisión. Gu Nianzhi estaba feliz. Oyó que le decían que saliera de nuevo. La jefa empujó el sofá con un movimiento rápido y dejó al descubierto un sótano debajo del sofá. Ella dijo en inglés con acento alemán: "Baja allí. Cuéntame más sobre esto cuando regrese".

Gu Nianzhi le agradeció rápidamente y saltó sin decir nada más. La jefa retiró la alfombra y el sofá, luego hizo que su cabello pareciera despeinado y se aflojó el cuello. Se hizo ver como si acabara de levantarse y salir con decenas de miles de expresiones en su rostro. Con un cigarrillo recién encendido en la mano, dijo lánguidamente: "¿Qué sucede, señor? Mi bar está cerrado... pero, si quieres una bebida, te prepararé una yo mismo". Le dio a ese hombre de aspecto apuesto una mirada amorosa.

El hombre apuesto que estaba frente a ella era Als. Sus ojos todavía estaban rojos. Parecía una persona borracha pero que alguien había despertado a la fuerza. "No hay necesidad. Quiero preguntarte algo. ¿Pasó por aquí una chica oriental? Als sacó su teléfono y en él había una foto de Gu Nianzhi. Era una fotografía que ella no sabía que había sido tomada. Estaba sentada junto a la ventana y la cortina blanca bailaba en el aire. Su cabello negro volaba hacia arriba y sus ojos brillaban con una expresión que parecía como si estuviera sonriendo y no sonriendo al mismo tiempo. Parecía un hada del bosque.

La jefa lo miró y dijo: "¡Guau! ¡Una mujer tan bonita! ¿Es ella tu amante?

Als quedó tan mudo que no pudo mantener el equilibrio. Él la miró fijamente. "¿Qué amante? ¡Es una fugitiva! ¡Un fugitivo!

"¿Fugitivo? ¿Oh? ¿Que hizo ella?" La jefa preguntó con curiosidad: "Qué chica tan hermosa, definitivamente la recordaría si la viera. Señor, ¿hay dinero de recompensa por atraparla? Como sabes, mi pequeño negocio no llega a fin de mes. Si hay una recompensa, les pediré a algunos de mis amigos que mantengan los ojos abiertos. En el momento en que la veamos, llamaremos a la policía. ¿Qué te parece?

Als quedó satisfecho y asintió. "Bien. Por supuesto que hay dinero de recompensa. Es mucho. Suficiente para comprar este pequeño bar tuyo.

"¡¿Tanto ?!" Los ojos de la jefa brillaron y mostraron una cantidad apropiada de codicia. Se dio unas palmaditas en el pecho bien desarrollado y juró: "¡La atraparé! No, no me voy a quedar aquí sentado. Tengo que caminar y ver si se esconde al pie de esa colina o junto a los lagos del bosque. Sí, y ese valle cercano. Tiene muchos ríos. La gente también puede esconderse allí". Cuanto más hablaba, más se emocionaba. Parecía que no podía esperar para llamar a sus amigos y empezar a mirar a su alrededor. Después de todo, el dinero hace girar al mundo.

Parecía que Als estaba convencido. Él asintió lentamente. "Me olvidé del valle cercano. ¡Vamos! ¡Al valle! Dio media vuelta y se fue. Sus gruesas botas militares hicieron un fuerte sonido en el suelo del bar.

A medida que el sonido se hacía cada vez más distante. La jefa regresó a la sala "solo para el personal" de antes. Cerró la puerta, empujó el sofá a un lado, levantó la tabla del suelo móvil y dijo: "Sal. Se han ido todos".