¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El resto de la mañana había resultado tranquila, ninguna persona había subido a molestar su "paz" laboral, al menos teniendo en cuenta que tuvo que responder alrededor de veinticinco correos para organizar la agenda de la semana siguiente y aunque estaba claro que sería en vano ya que de igual manera lo obligarían a cambiarla, le gustaba tener todo organizado.
Aunque su tranquilidad no duró demasiado cuando su nariz logro percibir un aroma a canela y chocolate amargo, no le disgusta pero claramente le indicaba la presencia de un alfa en la habitación.
Cuando las puertas de los ascensores se abrieron, se quedó completamente atónito ante la imagen que sus ojos presenciaban.
Un Alfa alto, demasiado alto, con cabellos rubio platinado y una cara digna de un ángel ingreso a la habitación sacudiendo un poco su cabello antes de acercarse a su escritorio con una expresión propia de actor de k-drama.
Hueningkai verdaderamente notó cuando sus mejillas empezaron a tomar un color carmesí y de repente las prendas que llevaba puestas le generaban incomodidad por el repentino calor.
—H-hola...¿En qué puedo ayudarle?—su tartamudez hizo que quisiera auto golpearse, seguramente se veía completamente ridículo.
Sin embargo no podrían culparlo, era uno de los pocos Alfas más atractivos que había visto en sus largos veinte años de vida, facciones marcadas, sus ojos en particular eran rasgados pero se atrevería a compararlos con los de un conejito, mientras que sus labios se verían demasiado pomposos incluso le dieron ganas de estrujarlos con sus dedos en busca de comprobarlo.
En cuanto a su físico era delgado, llevaba puesta una camiseta blanca, jeans grises y una chaqueta estilo universitaria típicas de las películas estadounidense y para culminar unas conver's negras. Aún así pese a estar con una camiseta blanca Hueningkai pudo notar los abdominales de este debido a la leve trasparencia de la misma, que bendita sea después de todo.
—Hola bonito~ tengo una cita agendada con Choi Yeonjun—la voz del Alfa era muy amigable, algo grave pero no era desagradable por el contrario.
—Esta en su horario de almuerzo.... aparte no me mencionó que tendría una cita programada hoy pero puedo consultar... si lo desea—Hueningkai sentía sus piernas temblar levemente al estar frente a tal alfa.
—Me parece bien, corazón, yo espero—Saco su teléfono sorprendiéndolo por lo grande que era pero lo pequeño que se veía en sus manos.
—A nombre de...
—Choi Soobin, pero puedes decirle que su primó favorito vino a verlo— El chico mostró una sonrisa encantadora.
Más Hueningkai se encuentraba estático ¿De verdad eran primos? Bueno... físicamente no había parecido que justifique su relación familiar, pero no podría negar que ambos eran jodidamente atractivos, y si, aunque su jefe fuese un viejito amargado no podía negar que físicamente era el estereotipo de Alfa perfecto ¿Para quien? No lo sabía pero efectivamente físicamente era perfecto.
